Rogelio Arrechea Puig

Rogelio Arrechea Puig
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Nacimiento16 de septiembre de 1940
Trinidad, Sancti Spíritus
OcupaciónDestacado tipógrafo trinitario.

Rogelio Arrechea Puig. Destacado tipógrafo trinitario.

Biografía

Nace el 16 de septiembre de 1940, procede de una familia obrera, cuando apenas contaba con dos años de edad, fallece su padre, por tanto, su madre asume la crianza de sus hijos en solitario. A base de enormes sacrificios crecieron y se formaron en un ambiente de amor y respeto, con toda la moral del mundo a cuesta, pese a la sociedad explotadora y racista de la república neocolonial.

Inicia sus estudios primarios en la escuela República de Nicaragua, actual Pepito Tey; quinto y sexto grado los cursa en la Escuela Pública No. 1 en el antiguo Convento; luego continúa en la escuela primaria superior, con sede en el antiguo cuartel viejo de la calle Cruz Verde.

Desempeño laboral

Comenzó a trabajar a los 13 años como aprendiz en la imprenta del periódico Actualidades, hasta el año 1960, para aquel entonces dominaba a su antojo el digno oficio. Ese mismo año pasa a residir en Cienfuegos y labora en la Imprenta Capestany hasta 1964, regresa a su natal Trinidad y comienza sus labores en Combinado Poligráfico.

Entre los años 1970 a 1973, por problemas de salud, se desempeña como administrador del cabaret Guaurabo, pero regresa al Combinado Poligráfico para continuar con la profesión que le apasiona hasta el año 1990, en que se acoge a la jubilación.

Como la inactividad nunca ha estado en sus planes, continúa laborando como contrata en la imprenta de la Dirección Municipal de Cultura hasta el año 2006. Actualmente se desempeña como trabajador por cuenta propia en la encuadernación de libros para continuar su aporte a la economía familiar.

En 1965 contrajo matrimonio y a sus dos hijos los formó con los mismos preceptos recibidos cuando pequeño, esta vez facilitó la formación de sus hijos, vivir en una nación libre donde la educación es uno de los tesoros más preciados de la sociedad.

A sus 80 años mantiene un excelente estado físico, sus más de seis pies de altura le confieren una presencia donairosa, de hablar pausado pero firme, muy popular en su querido pueblo, siempre tiene un saludo y una sonrisa para sus coterráneos, destila afecto por todos sus poros y cuando hay que dar una opinión, sus juicios son completamente atinados, en especial, cuando se trata del béisbol.

Deporte

Como buen cubano la pelota le apasiona, a los 17 años se inicia como jugador en un campeonato juvenil representado a la marca de cerveza Hatuey, en 1959 juega con el equipo de Trinidad, del cual se convierte en director, pero sin dejar de jugar.

Entre 1970 a 1985 dirige el equipo de Trinidad y en los años 1986 y 1987 forma parte de la dirección del equipo de la provincia de Sancti Spíritus en el campeonato nacional. Desde 1989 hasta el presente continúa vinculado, voluntariamente, como técnico al equipo de trinitario, por el simple placer de ser útil y transmitir sus saberes a las nuevas generaciones de atletas.

En sus tiempos como jugador activo se ganó el apodo de El Látigo, por la velocidad con que lanzaba la pelota. Sus resultados como jugador fueron excelentes, poseía el don de aglutinar al colectivo de atleta que lo respetaban y siempre estaba atento a su observaciones y decisiones. Rogelio siempre tiene en mente el recuerdo de su madre, la lleva encendida en su pecho, con inefable sinceridad confiesa que todo lo que es se lo debe a ella. Tamaña gratitud es digna de admiración, aún más cuando se confiesa, como prueba de la memoria del corazón.

Fuentes

  • Pereira Perera, José Fidel. Diccionario biográfico de Trinidad. Inédito.