Romelia Meneses Mejías
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Romelia Meneses Mejías Mujer de todos los tiempos. Corría el año 1937, la nación cubana, convertida en una República Neocolonial supeditada a los intereses de los Estados Unidos de Norteamérica desde su propia proclamación el 20 de mayo de 1902, había presenciado el fracaso de una Revolución que hizo posible el derrocamiento del régimen tirano de Gerardo Machado cuatro años antes. Desatada una feroz represión contra el Partido Comunista y otras fuerzas progresistas, gobernaba entonces la Isla Federico Laredo Brú, con la presencia de quien años más tarde instauraría en Cuba la más sangrienta dictadura de su historia: Fulgencio Batista.
Sumario
Síntesis biográfica
Nace, el 30 de julio de 1937, en la localidad de Horquita, perteneciente al municipio Aguada de Pasajeros, en la entonces Provincia de Las Villas. Aparece inscrita en el Tomo 60, Folio 145, del Registro Civil de Aguada de Pasajeros. Hija de Anacleto Meneses Quintero, trabajador agrícola y Domitila Mejías Román, ama de casa, fue la tercera de nueve hermanos: seis hembras y tres varones. Pocos años después la familia se traslada a la localidad de Yaguaramas, también en la provincia villaclareña, donde Romelia inicia sus estudios en una escuela rural atendida por una maestra que respondía al nombre de Verena.
Estudios
Contaba entonces seis años de edad. Al concluir el tercer grado abandona sus estudios debido a la precaria situación económica familiar. Comienza a trabajar en el servicio doméstico como cuidadora de niños en la vivienda del matrimonio formado por el Doctor José Ángel Albístur y Rosa Robreño, en el propio Yaguaramas. Al alcanzar mayor edad, a pesar de ser aún una niña, aumentan sus obligaciones en la casa del doctor Albístur. A sus funciones del cuidado de los niños se añaden las de limpieza y ayudante de cocina, labores que le ocupaban el día y le permitían solamente acudir al hogar paterno en el horario de sueño. El salario que devengaba era inestable y oscilaba entre veinte y cuarenta centavos y en raras ocasiones un peso.
Llegada a Betancourt
A instancias de Silvia Albístur, hermana del doctor y residente en el batey del Central Cuba en el municipio matancero Pedro Betancourt, el matrimonio Albístur-Robreño se traslada hacia dicha localidad en 1952. Romelia, con escasamente quince años de edad, viaja junto a ellos en calidad de doméstica. Se establecen en la casa de Silvia.
El municipio Pedro Betancourt, ubicado en el suroeste de la Provincia de Matanzas, tenía entonces como principal renglón económico a la industria azucarera y contaba con dos fábricas: Dolores y Cuba. Este último estaba ubicado en el batey del mismo nombre, situado a aproximadamente un kilómetro de la Cabecera Municipal. Este central se había fundado como ingenio azucarero en 1830 y con el nombre Santa Filomena fue adquirida por el Coronel del Ejército Libertador José Miguel Tarafa en 1909, quien lo nombró Central Cuba. Tras reiteradas reformas se había convertido en un notable productor de azúcar que contaba con campos de caña dentro y fuera de los límites municipales. Tras la muerte del Coronel Tarafa había pasado a propiedad de sus hijos. En 1952 estaba en poder de su hija Josefina Tarafa Govín.
En la vivienda de Silvia Albístur, comparte las labores domésticas con Georgina Acosta, quien se dedicaba exclusivamente a las tareas culinarias, correspondiendo a Romelia las restantes. A pesar de que su salario aumentó a dos pesos y cincuenta centavos, el trabajo resultaba agotador, ya que solamente en la limpieza debía enfrentarse a once habitaciones, además de asumir las compras de la casa y la limpieza de zapatos entre otras funciones. Residía en una habitación destinada a los criados en la propia casa.
En los años comprendidos entre 1952 y 1958]], cursó estudios elementales de la Enseñanza Primaria con una maestra particular. Dedicaba cada mes un peso de su escaso salario para cotizar estas clases, que eran impartidas por María Rosa Hernández Díaz (Beba), residente en el batey. Mantuvo en esta etapa su condición de empleada doméstica hasta 1959. En estos años se desarrollaba en Cuba la última Guerra de Liberación Nacional que hizo posible el triunfo revolucionario.
En Pedro Betancourt la inconformidad frente al golpe de estado perpetrado por Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952 se hizo sentir desde los primeros momentos por parte de miembros del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) y del Partido Socialista Popular. En los últimos meses de 1955 se fundó en el territorio el Movimiento Revolucionario 26 de Julio, que desarrolló importantes labores de sabotaje, propaganda, recaudación material y financiera y captación de nuevos miembros y colaboradores, entre otras actividades. Se convierte en colaboradora del Movimiento y participa en el traslado de bonos destinados a la venta para colaborar con la causa revolucionaria, en coordinación con la también colaboradora Aurora Albístur, hermana de Silvia y residente en el municipio Bolondrón. Estos bonos los entregaba personalmente a Rogelio González, maestro de azúcar del Central Cuba, quien se encargaba de la venta. Para trasladar los bonos, Romelia utilizaba revistas Bohemia en cuyo interior los depositaba.
Al producirse el triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959, continúa por un breve espacio de tiempo su trabajo doméstico en la casa de Silvia Albístur. El 8 de agosto de este año contrae matrimonio con Celestino Fraga Padrón (Mijito) e inmediatamente recesa en estas funciones. Fruto de esta unión nacen dos hijas, Olga Lidia el 19 de julio de 1960 y Odalys el 12 de octubre de 1963.
Labor revolucionaria
Integrada activamente al proceso revolucionario desde sus inicios, se encuentra entre las fundadoras de las Milicias Nacionales Revolucionarias, creadas el 26 de octubre de 1959. Forma parte del Batallón de Mujeres de Pedro Betancourt, que dirigían Felicia Padrón y Elena Vargas. Participa en entrenamientos militares y guardias, entre éstas las que se realizaban en el Central Cuba a partir de su intervención el 9 de octubre de 1960, fecha en que adquiere el toponímico Cuba Libre. El 23 de agosto de 1960 se funda la Federación de Mujeres Cubanas y Romelia Meneses se encuentra entre las fundadoras de esta organización femenina en el batey del central. Las reuniones se celebraban en la posta médica, donde laboraba la enfermera Hilda Díaz. Con la presencia de una dirigente de la organización que procedía de Jovellanos, se organiza una delegación de la FMC que abarcaba todo el batey, a la cual se nombró Dolores Ibárruri (La Pasionaria) y en la que Romelia fungió como activista. Entre las tareas que acometió se destacan las de recogida y confección de ropas para el Círculo Infantil en proceso de creación y la venta de frutas para recaudar fondos encaminados a este mismo fin. Finalmente el Círculo Infantil Los Tres Ositos se fundó en el batey del Central Cuba Libre en el edificio donde antes radicaba un centro escolar de Kindergarten, gracias al trabajo desplegado por esta Delegación de la Federación de Mujeres Cubanas. Fundada la mayor organización de masas, los Comités de Defensa de la Revolución, el 28 de septiembre de 1960, Romelia también se halla entre sus fundadores. En el batey del central se crean seccionales y ocupa el cargo de activista. Dos años después se desempeña como Presidenta del CDR Abel Santamaría en su cuadra de residencia, al cual corresponde el número 3 en la zona 18, cargo que mantiene en la actualidad. Ha trabajado en la organización de asambleas y en todas las tareas inherentes a la organización. Por su destacada labor fue Delegada a las Asambleas Municipales y Provinciales de los CDR. Cuando en 1961, declarado Año de la Educación, se desarrolla en Cuba la Gloriosa Campaña de Alfabetización, que hizo posible la erradicación del analfabetismo, flagelo presente tras casi sesenta años de pseudorrepública, Trabaja activamente en la capacitación de iletrados en el batey del Central Cuba Libre. Ese mismo año, al producirse la agresión mercenaria por Bahía de Cochinos, Primera Gran Derrota del imperialismo norteamericano en América Latina, estuvo albergada en la escuela Jesús Menéndez, en el batey del central, con la misión de elaborar los alimentos y aportar otros medios necesarios para el sustento de los milicianos movilizados para la defensa de la fábrica. Asimismo, cuando tiene lugar la crisis de los misiles en octubre de 1962, fue movilizada para participar en la salvaguarda del Central Cuba Libre y en el cuidado del batey.
Organizaciones de masas
Como fundadora de los CDR, la FMC y las MNR y su labor destacada en estas organizaciones en el decursar del tiempo, fue acreedora de diferentes distinciones, entre ellas la de destacada como dirigente de base de los CDR, vanguardia de esta organización a nivel municipal y provincial y como promotora de las donaciones de sangre. Ostenta la distinción 28 de septiembre. Fue Precandidata a Delegada al VI Congreso de los CDR. En las filas de la FMC ha sido también reconocida por su brillante trayectoria. Fue galardonada por el cumplimiento de la cotización, por su trabajo como dirigente y fue Delegada al VI Congreso de la organización femenina y a la Asamblea Municipal VII Congreso. Obtuvo la Distinción 23 de Agosto. El 6 de marzo de 1981 le es otorgada la condición de militante del glorioso Partido Comunista de Cuba e integra el núcleo del Departamento de Transporte Ferroviario Azucarero del Central Cuba Libre. Su trabajo partidista también ha sido relevante a lo largo de los años, constituyendo un ejemplo a seguir tanto en su centro laboral como en su comunidad de residencia. Su vida laboral en el Central Cuba Libre se inicia en 1964. Entre sus primeras actividades se encuentra la participación en la lucha que entonces se libraba en el país para incorporar a la mujer a la industria azucarera. A través de la discusión directa en cada área de trabajo logró sensibilizar a los hombres al respecto e incluso logró que algunos cedieran su puesto a mujeres. Ella misma, en reiteradas ocasiones, cedió su plaza a otras mujeres que manifestaban su decisión de incorporarse al trabajo en la fábrica y no podían realizarlo en el horario nocturno. Prestó sus servicios en el laboratorio del Central Cuba Libre y luego en el piso de azúcar, en la casa de calderas, los calentadores, el filtro, los tachos de miel y como vigilante de caña, ocupando en algunas ocasiones plazas de menor remuneración, con el objetivo de colaborar en la tarea de incorporar al trabajo a las mujeres, labor que ta mbién realizaba como parte de su trabajo en la FMC. Hay que señalar que el trabajo para Romelia en estos primeros años, cuando sus hijas eran aún pequeñas, implicaba un gran sacrificio, ya que algunas de las funciones que realizó eran en el horario nocturno y principalmente en períodos de zafra requerían de abnegación y responsabilidad. En el Sindicato del Central Cuba Libre ocupaba el frente femenino y estuvo siempre presente en actividades de carácter político y cultural, movilizaciones agrícolas, socialmente útiles y militares y guardias obreras. En 1970, cuando se desarrollaba en Cuba la histórica Zafra de los Diez Millones, Romelia se desempeñaba en labores de control como vigilante de caña. Junto a José Viera debía revisar todos los carros de caña que entraban al central destinados al proceso de elaboración de azúcar. Esta función se realizaba en el área del basculador. A pesar de la alta responsabilidad que implicaba esta labor, no abandonó en esta etapa el trabajo voluntario convocado por el Sindicato y su trabajo en las filas de la FMC y los CDR. Participó en la recogida de la caña dispersa en las áreas de corte y en el descargue de caña en el patio del central. Fungía como jefa de la brigada encargada de estas funciones. También controlaba un pequeño vehículo que recorría la vía férrea con el objetivo de recoger la caña y evitar así la pérdida de ésta. Cuando se produjo la visita del Comandante Ernesto (Che) Guevara a la fábrica, primer lugar en el país en que cosió sacos de azúcar, Estuvo presente en su estancia en la pollería. Esta destacada trabajadora participó también en la recogida de tomate, la siembra de pangola en San Miguel de Azopardo y permaneció albergada en el lugar conocido como El Tulipán Negro junto a otras 64 mujeres en la localidad de Colón, sembrando diariamente una caballería de caña. Estuvo también presente en el albergue La Mulata recogiendo papas en varias cosechas.
Obras creadas
Al llevarse a cabo la construcción en 1962 del Círculo Infantil Giraldo Díaz, Romelia Meneses estuvo presente. También participó en la construcción de la Policlínica Dr. Cesáreo Sánchez en 1967. Se destaca además su participación en movilizaciones ante desastres naturales tales como huracanes e intensas lluvias, fundamentalmente en la determinación de los daños ocasionados a través de los puestos de mando, en calidad de telefonista. En 1971 traslada su labor en la fábrica a la Sala de Control, más tarde Sala de Análisis y desde 1972 trabaja en la pizarra telefónica del Central Cuba Libre. Allí continúa en el frente Femenino del Buró y la Sección Sindical. Durante los períodos de elecciones sindicales viajaba con las boletas a los lugares más distantes para evitar que se detuviera el trabajo y los obreros ejercieran el derecho al voto. Cursó además la Escuela Elemental Sindical en 1994 y el Curso para Dirigentes Sindicales en 1992. Mantuvo el espíritu de superación a lo largo de su vida laboral. Luego de alcanzar el sexto grado en aulas de la Educación Obrera Campesina, matriculó el curso Secundario de Superación Obrera, más tarde Secundaria Obrera Campesina, el cual concluyó. Fueron sus profesores: Juan Manuel Ramírez, Estrella Veitía, Elisa Hernández y Apolonia Alfonso. El 20 de diciembre de 1976 se gradúa de mecanografía, siendo su profesor Hiram Ibáñez. En 1980 cursa en Colón estudios de Telefonía, con el objetivo de profundizar los conocimientos que ya poseía. En la década de 2000 forma parte de la Cátedra Universitaria del Adulto Mayor en la Sede Universitaria Municipal “Jesús Manuel Herrera Rodríguez” de Pedro Betancourt. Cursó también estudios de Operador de Microcomputadoras y cursos político-ideológicos.
Asociaciones en que estuvo afiliada
Ha estado vinculada a diversas asociaciones y diferentes actividades de carácter social. Ocupa el cargo de Frente Femenino en el Círculo de Amigos del Danzón Pablo Molinet, creado en el batey del Central Cuba Libre y participa activamente junto al promotor cultural del mismo, Carlos Francisco Souza Abreu, en labores comunitarias en la Casa del Trabajador Azucarero y la Biblioteca Antonio Guiteras, en esta última especialmente en las actividades del Círculo de las Artes Dionisio Morejón, que sesionó en la institución en la década de 1990. Estuvo vinculada al grupo cultural infantil Caña Nueva, creado en el batey y trabajó arduamente en el rescate de las tradiciones locales, así como en calidad de testimoniante al elaborarse la Historia de Pedro Betancourt y también en el aporte de información en otras investigaciones realizadas por el Museo Municipal, vinculadas a la Historia del Central Cuba Libre. Asiste con frecuencia a las actividades que se realizan en las instituciones culturales de la Cabecera Municipal de Pedro Betancourt. Es miembro del Círculo de Amigos del Museo Municipal. Ha participado en exposiciones de arte popular, incluidas las realizadas por la FMC y los CDR. Se ha vinculado además a actividades deportivas, formando parte de la Peña Deportiva en el municipio y participando cada año en la carrera Terry Fox. Forma parte del Círculo de Abuelos del batey, al cual ha logrado incorporar a muchas personas de la tercera edad residentes en el mismo, en este Círculo se realizan ejercicios y se ofrecen otras opciones para mejorar la calidad de vida. Merece destacarse el trabajo realizado por Romelia Meneses en los procesos eleccionarios de los Órganos del Poder Popular y por su aporte y contribución a las tareas de la Circunscripción en que reside. Ha recibido diferentes diplomas por estas actividades, que incluyen su trabajo como Activista Social durante varios años.
Trayectoria laboral
La destacada trayectoria laboral de Romelia la hace acreedora de diferentes reconocimientos y distinciones. Vanguardia Municipal en reiteradas ocasiones y Destacada Provincial en 1988, 1989, 1990 y 1993, es elegida Vanguardia Nacional en 1992, 1994, 1995 y 1996. En 1997 le es otorgada la Medalla de Hazaña Laboral. En 1990 obtiene la Distinción “Jesús Suárez Gayol” y en 1992 el Sello Vanguardia Nacional. En 2001 es elegida mejor trabajador en la zafra de ese año, en la actividad de Confección de Banderas. Fue seleccionada Mejor Trabajador Provincial en la actividad de Operadora de Pizarra Telefónica. Como dirigente sindical posee distinciones por años de trabajo. No obstante, encontrarse actualmente jubilada, permanece en la Empresa Azucarera en calidad de contrata para laborar en la telefonía en casos necesarios. Mantiene sus actividades sociales en la FMC, los CDR y en la Circunscripción, permaneciendo como Presidenta del CDR 3, Abel Santamaría, de la zona 18. Es miembro de la Asociación Nacional de Ciegos e Impedidos Visuales en Pedro Betancourt y funge como activista de esta asociación en el batey Cuba Libre. Al producirse catástrofes naturales ha sido movilizada como telefonista en el puesto de mando de la Defensa Civil en el batey e integra el Sindicato de Jubilados, desenvolviéndose como Secretaria General del mismo. Sin lugar a dudas, constituye un ejemplo de mujer revolucionaria a lo largo de más de 50 años en todas las esferas de la vida.
Fuentes
Arenaida Lefonst Sardiñas Ms.C. Julián Rogelio Alvarez López
