Rubor facial

Rubor Facial
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Concepto:Rubor facial es una reacción fisiológica natural y cotidiana que cualquier persona puede experimentar en alguna situación de su vida y que está desencadenada por situaciones que activan nuestro sistema de alerta o se produce ante estímulos físicos o psicológicos.


Rubor facial: Consiste en un enrojecimiento de la piel de la cara, y a veces también de la parte superior del pecho, que puede ir acompañado de una sensación de calor. Es un problema serio que puede llevar a la persona afectada a una clara limitación en su vida social o laboral, con el consiguiente malestar psicológico que ello conlleva. El hecho de que el rubor no se pueda controlar voluntariamente o pueda ponerse en marcha sin motivo alguno, simplemente ante un pensamiento y en los momentos menos deseados, hace que la persona desarrolle en muchas ocasiones un miedo o fobia a enrojecer, lo que se denomina una ereutofobia, en la que la sola idea de enrojecer hace que se produzca la reacción de ruboración.

Diagnóstico

Comienza por una valoración dermatológica y psicológica. Es el especialista en Dermatología quien evalúa al paciente. Al tratarse de una patología con unos síntomas tan característicos, no es necesario realizar ninguna prueba adicional.

Síntomas

  • Ansiedad
  • Enrojecimiento facial
  • Sudoración profusa

En muchas ocasiones la fobia a enrojecer, al igual que la hiperhidrosis, es un síntoma más de la denominada fobia social, que es un trastorno de ansiedad caracterizado por un temor persistente a situaciones sociales o actuaciones en público, en las que el sujeto teme actuar de forma humillante o embarazosa. Además de estos síntomas (rubor e hiperhidrosis), los pacientes suelen presentar otros síntomas físicos en las situaciones de relación social, tales como palpitaciones o temblor y es frecuente que presenten déficits en las habilidades sociales, con tendencia a evitar situaciones de relación social y a aislarse, así como una autoestima deteriorada. En este contexto psicopatológico, el problema suele radicar en la importancia que el paciente da al síntoma (el rubor, la hipersudoración), la atención excesiva que presta a sus sensaciones internas y las atribuciones o interpretaciones que hace de los mismos. Los factores que desencadenan la ruboración son los mismos que los que originan la hiperhidrosis (sudoración exagerada de alguna zona del cuerpo) en manos o axilas. En general, se trata de situaciones que provocan estrés en la persona, normalmente relacionadas con contextos sociales (hablar en público, temor a ser observado o a permanecer en compañía de otras personas...); es muy extraño que el temor a enrojecer se presente cuando se está sólo.

Causas

Por lo general, el rubor facial es una respuesta natural ante ciertas emociones productoras de ansiedad, como la vergüenza, la culpa o el nerviosismo.

Otras causas son las siguientes:

  • Menopausia. La dilatación de los vasos sanguíneos de la cara es la responsable de los sofocos que experimentan algunas mujeres durante la menopausia. En este caso, el sistema nervioso autónomo se ve estimulado debido a que no se está produciendo la cantidad suficiente de estrógenos.
  • Ciertos fármacos, como el tamoxifen, que es un fármaco que interfiere en la actividad de los estrógenos, utilizada en el tratamiento del cáncer de mama.
  • Calor. Los alimentos picantes, ejercicio, altas temperaturas, o fiebre alta. Cuando la temperatura del cuerpo se eleva, el cerebro lo detecta y trata de devolverle la temperatura normal. Una forma de hacer esto consiste en dilatar los vasos sanguíneos, llevando así sangre a la superficie de la piel para que se enfríe.
  • Fobia social. El rubor facial es frecuente en personas que son muy ansiosas o tímidas en situaciones sociales. En estos casos suele tratarse de uno de los síntomas de la fobia social. Las personas con fobia social experimentan una ansiedad intensa y persistente en situaciones sociales, en las que pueden ser observados, juzgados y evaluados por los demás y temen ser criticados, humillados o ridiculizados.
  • Enfermedad dermatológica. A veces, el enrojecimiento facial se debe a una enfermedad de la piel. Por ejemplo, el acné rosácea se produce por una dilatación permanente de los vasos sanguíneos de la piel en las mejillas y la nariz. También pueden verse afectados los ojos.

El rubor facial severo se conoce como eritema craneofacial idiopático. En estos casos, casi cualquier situación puede producir un enrojecimiento facial intenso (por ejemplo, durante una conversación con amigos) y puede tardar uno o dos minutos en desaparecer. Estas personas suelen sentirse incómodas en situaciones sociales o laborales. Las personas con fobia social son especialmente propensas a padecer este tipo de problema.

La llamada fobia social

En estos casos el rubor facial es frecuente en personas que son muy ansiosas o tímidas en situaciones sociales. Suele tratarse de uno de los síntomas de la fobia social. Las personas con fobia social experimentan una ansiedad intensa y persistente en situaciones sociales, en las que pueden ser observados, juzgados y evaluados por los demás y temen ser criticados, humillados o ridiculizados. El rubor facial severo se conoce como eritema craneofacial idiopático.

Sus consecuencias

El enrojecimiento en situaciones cotidianas hace que las personas se vuelvan tímidas, introvertidas, inseguras, con miedo al ridículo, pudorosas y extremadamente sensibles. Puede tener consecuencias psicológicas llegando, incluso, a conductas de evitación, fobia social y depresión. Esto puede impedir que las personas se puedan desenvolver de manera normal en su vida afectiva, laboral y social.

Tratamiento

El planteamiento que se realiza es de tipo multidisciplinar, con la participación de especialistas en dermatología, psicología clínica y cirugía torácica, que analizan las características individuales del paciente y del problema que presenta antes de proponer el tratamiento a seguir. Desde el punto de vista psicológico, se trabaja con los pensamientos y las atribuciones o interpretaciones que el paciente realiza de sus síntomas para rebatir sus creencias erróneas, porque tales creencias repercuten en la intensidad de los síntomas que presenta. Se enseñan al paciente técnicas para el manejo y control de la ansiedad y se realiza un programa de exposición paulatina a las situaciones temidas. En el caso de que los tratamientos dermatológicos y psicológicos no den los resultados deseados, se plantea un abordaje de tipo psiquiátrico con un tratamiento psicofarmacológico y, en los casos más severos en que tampoco el tratamiento psiquiátrico ofrece los resultados deseados, se plantea la posibilidad de un tratamiento quirúrgico. La cirugía se contemplará como la última opción dentro del abordaje terapéutico de estos enfermos. Lo primero será intentar controlar la enfermedad desde el punto de vista médico y psicológico. Aquellos casos que no respondan bien a dichos tratamientos podrían ser candidatos para recibir un tratamiento quirúrgico. La operación se lleva a cabo bajo anestesia general y consiste en practicar 1 incisión de aproximadamente 2 cm, en cada lado del tórax, por donde se introduce una óptica para localizar la cadena simpática ganglionar torácica. Esta es la vía nerviosa por donde se transmiten los impulsos nerviosos que generan el rubor facial. Una vez localizada esta se secciona a un nivel determinado, a la altura del segundo ganglio simpático torácico. De esta manera dejan de transmitirse impulsos nerviosos por dicha cadena y por consiguiente se frena el rubor facial. El procedimiento requiere de un ingreso de 24 horas y a la semana el paciente se suele reincorporar a su vida normal..

El principal efecto indeseado es la sudoración compensatoria. Esta se presenta en aquellos sujetos que además de rubor presentan hipersudoración de cara, manos o axilas. Lo que se produce es un aumento de la sudoración de áreas que antes no sudaban como el tronco o las ingles. En la mayoría de los casos esta es de carácter leve y se tolera bien. El tratamiento tiene una duración aproximada de una hora, es ambulatorio y sólo requiere leve sedación y anestesia local. El procedimiento consiste en realizar punciones en diferentes puntos de la espalda mediante una aguja conectada a un equipo emisor de ondas de alta frecuencia. La temperatura elevada consigue interrumpir la conducción del impulso nervioso generador del la ruboración, lo que contribuye a aliviar la sintomatología del paciente. La radiofrecuencia percutánea se realiza mediante control radiológico, bien en quirófano ambulatorio o bien guiado por TAC.

Factores Agravantes:

  • Líquidos calientes.
  • Exposición solar y/o exposición al viento.
  • Comidas picantes (condimentos y los productos cálidos)
  • Temperaturas extremas.
  • Bebidas alcohólicas.
  • Estres y otros factores psicológicos (nervios, vergüenza, rabia, etcétera)
  • Uso continuado de corticoides (locales) fluorados.

Tratamiento definitivo

Antes de recurrir a la cirugía el paciente se debe someter a una evaluación psiquiátrica para descartar otras posibilidades diagnósticas o terapéuticas. En casos severos puede realizarse una intervención quirúrgica que consiste en cortar algunos de los nervios que controlan el diámetro de los vasos sanguíneos. Este tipo de operación puede utilizarse también en casos de sudoración excesiva de la cabeza, manos y axilas. La tasa de curación es del 90%. No obstante, puede tener complicaciones, como hemorragias, infección, caída de los párpados debido a daño en los nervios, o sudoración compensatoria (en los casos en los que la intervención se produce para eliminar el exceso de sudor, puede producirse una sudoración excesiva en otras partes del cuerpo, como el pecho o las piernas). La Simpatectomía Videotoracoscópica -en ganglio T2 del sistema simpático- es el nombre con el que se conoce la intervención quirúrgica que puede proporcionar una solución definitiva a quienes padecen de este mal facial patológico. El procedimiento se hace en ambos lados y tiene una duración de aproximadamente 45 minutos con un 95% de éxito.

Fuente

http://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/rubor-facial http://ruborfacial.blogspot.com http://salud.ccm.net/faq/19857-el-problema-del-rubor-facial