Sérgio Moro

Sergio Moro
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Ministro de Justicia
enero de 2019 - sí
PresidenteJair Bolsonaro
Datos Personales
NombreMoro, Sérgio Fernando
Nacimiento1 de agosto de 1972
ciudad de Maringá,
estado de Paraná,
Brasil Bandera de Brasil
Educaciónterciaria
Alma materUniversidad Provincial de Maringá, y
Universidad Federal de Paraná
Ocupaciónjuez federal, abogado y político

Sérgio Fernando Moro (estado de Paraná, 1 de agosto de 1972) es un magistrado, político, escritor y catedrático brasileño que ganó notoriedad internacional por liderar la investigación conocida como «operación Lava Yato» (‘operación lavadero de carros’). Entre enero de 2019 y junio de 2020 fue ministro de Justicia de la nación tras ser designado para este cargo por el presidente electo Jair Bolsonaro comom premio por aplicar el legal pero ilegítimo sistema de «lawfare».[1]

Síntesis biográfica

Los padres de Sérgio Fernando Moro son Odete Starke Moro y Dalton Oro Moro (exprofesor de geografía de la Universidad Provincial de Maringá). Moro estudió en la misma universidad donde su padre ejercía como profesor. En 1995 se graduó como abogado. Al año siguiente, en 1996 ―con apenas 26 años de edad― la embajada de Estados Unidos lo recomendó para su nombramiento como juez federal, lo que en 1998 le permitió ser parte de un programa de corta duración (30 días) para instrucción de jueces latinoamericanos de la Harvard Law School (Facultad de Leyes de la Universidad Harvard) y en programas de estudios sobre lavado de dinero promovidos por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Sérgio Moro es máster y doctor en Derecho por la Universidad Federal de Paraná. Desde 2013 y hasta su nombamiento como ministro de Justicia en 2019, fue juez federal de la 13.ª Sala Federal del Crimen de la ciudad de Curitiba, encargado de la operación Lava Jato.

También fue profesor de Proceso Penal en la Universidad Federal de Paraná.

Sérgio Moro está casado con Rosângela Wolff de Quadros Moro, con quien tiene dos hijos.

Moro y lawfare

El juez Moro fue el encargado por el Departamento de Estado de los EE. UU. para enviar a prisión al expresidente Lula Da Silva sin una sola prueba sólida demostrable y sí un cúmulo de suposiciones. Lula afirmó que Sergio Moro es un «mentiroso» y un «canalla».[2][3]

Bolsonaro soborna a Moro con un ministerio

El presidente Jair Bolsonaro ―como «premio» por haber eliminado (de manera espuria) a su contrincante político, Lula da Silva― nombró al juez Sergio Moro ministro de Justicia.

Renuncia como ministro

El 22 de abril de 2020, el presidente Jair Bolsonaro destituyó al jefe de la Policía Federal, Mauricio Leite Valeixo, brazo derecho de Moro que con su red de espías le conseguía datos sucios con los que extorsionar a empresarios y políticos, y obligarlos a declarar falsedades contra otros empresarios y políticos, en un típico esquema de lawfare.[4]

Bolsonaro nombró un nuevo jefe de la Policía Federal, por lo que Sergio Moro presentó su renuncia como ministro de Justicia.[5][6][7][8]

Críticas y controversias

Sérgio Moro es criticado por sus aceitadas conexiones con Estados Unidos.[9]

Según un documento filtrado por Wikileaks, Sérgio Moro recibió un curso promovido por el Departamento de Estado de los EE. UU. Sus lazos con Estados Unidos incluyen, además, la participación en un programa para la instrucción de abogados en la Escuela de Leyes de la Universidad Harvard (tristemente célebre por haber formado en lawfare a jueces de todos los países de Latinoamérica).

Moro ha sido retratado junto a Neves compartiendo reuniones con el gobernador de São Paulo, Alckmin, y el presidente Temer.[10]

Asimismo Moro se ha visto implicado el mismo en actos sospechados de corrupción como recibir del Estado unos 1300 dólares mensuales como «ayuda-vivienda» pese a que posee casa propia en la ciudad de Curitiba.[11] También ha sido criticado y denunciado por testigos de la causa por forzarlos mediante métodos ilegales para que declarasen contra el expresidente Lula Da Silva.[12]

En 2014 ordenó la detención de Lula para conducirlo a declarar a una comisaría, e hizo públicas conversaciones privadas de Lula con Rousseff cuando ella aún ocupaba la presidencia.

En julio de 2018 el juez Favretto concedería la libertad a Lula argumentando que el encarcelamiento que había dispuesto Moro había sido «ilegal e inconstitucional», no podía restringir los derechos políticos. Inmediatamente después de esa orden, y pese a estar oficialmente de vacaciones y por tanto no tener injerencia, Sergio Moro intentó impedir que fuera liberado.[13]

Por esta acción de Moro, el juez Favretto remitió una denuncia contra Sergio Moro por incumplir su decisión y dando un plazo de una hora para que la Policía Federal liberara al líder del PT. Luego de que la Policía desobedeciera y se negara cumplir el fallo judicial, Moro trató de trabar la sentencia con un nuevo fallo contra el expresidente brasileño preso en Curitiba pese a no tener potestad para ello y estar de vacaciones en Portugal.[14]

Sin embargo, tras el desembargador João Pedro Gebran Neto revertir la decisión de Favretto, el habeas corpus acabó siendo negado por Thompson Flores y por la presidenta del STJ, Laurita Vaz, que criticó a Favretto por su «absoluta incompetencia», y elogió a Moro por haber consultado a Thompson ante «esdrújula situación procesal».[15]

Paralelamente, Sérgio Moro fue acusado por el magistrado Gilmar Mendes de ejercer tortura contra detenidos para poder arrancarles una delación. El juez también citó al fiscal Diogo Castor ―mano derecha de Moro― de tener un hermano que es abogado especialista en negociar delaciones premiadas, la principal herramienta que usó el juez Moro.[16] Incluso llevó por la fuerza a un bloguero a declarar y exigiéndole que revele fuentes de una noticia.[17]

Sérgio Moro fue blanco de procedimientos administrativos en el Consejo Nacional de Justicia (CNJ) por cuenta su conducta, considerada parcial e incompatible con el Código de Ética de la Magistratura. Entre los reclamos, figura el caso en que ordenó un allanamiento a la Policía Federal en compañías aéreas para conocer vuelos en que los abogados de un investigado. El ministro de la Corte Celso de Mello en su voto se refirió a «hechos extremadamente preocupantes», como «el monitoreo de abogados» y la «demora en el cumplimiento de órdenes judiciales de tribunales superiores».[18]

El 1 de junio de 2020, Sergio Moro ha advertido de que su antiguo aliado, el presidente Jair Bolsonaro, pretende flexibilizar la normativa sobre posesión de armas para «promover una rebelión armada».[19][20]

El exministro de Justicia y Seguridad Pública, Sérgio Moro, acusó al presidente Jair Bolsonaro de querer el control de la Superintendencia de la Policía Federal en Río de Janeiro, luego de divulgarse la confesión que hizo a la policía el 2 de mayo de 2020.[21][22]

El exministro aseguró a los agentes que, a principios de marzo de 2020, el presidente Bolsonaro le envió un mensaje por celular: «Moro, tú manejas 27 superintendencias. Yo controlar una sola: la de Río de Janeiro».[23]

El exjuez y exministro se las ha arreglado para no comparecer ante la Cámara de Diputados, donde debería explicar sus actividades ilegales.[24]

El sitio Intercept ha revelado en una serie de reportajes, inéditas e ilegales conversaciones del cuestionado exjuez Sergio Moro con fiscales para incriminar al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Dichas revelaciones del grupo de periodistas, con el liderazgo de Gleen Greenwald, también responsable de los documentos publicados en 2013 de Edward Snowden ―exagente de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos―, muestran cómo la operación anticorrupción Lava Jato, no resulta una acción jurídica, sino una contienda política que no involucra la ley.[25]

Fuentes

  • «La UBA suspende una conferencia con el juez brasileño Sergio Moro debido al escándalo que lo salpicó», artículo publicado el 28 de mayo de 2020 en el sitio web del diario Opina Santa Cruz (Río Gallegos).
    La Facultad de Derecho de la UBA está proponiendo esta actividad con el corrupto exjuez Sérgio Moro, quien encarceló a Lula por «suposiciones» (!) y no le permitió ser candidato; y luego asumió como ministro de justicia con Bolsonaro. Viene a hablar de corrupción, democracia y estado de derecho. Una vergüenza.
    Julia Perié, parlamentaria ante el Parlasur