Sócrates Escolástico

Sócrates Escolástico
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Nacimiento380
Constantinopla
Fallecimiento450.
Otros nombresSócrates de Constantinopla
OcupaciónEscritor eclesiástico

Sócrates Escolástico Fue un historiador griego de la iglesia cristiana, contemporáneo de Sozomeno y Teodoreto de Ciro, que utilizaron sus obras como fuente. No se conocen datos sobre su vida, salvo lo que se puede entresacar de su obra, Historia eclesiástica, en la que sigue el ejemplo de Eusebio de Cesarea de enfatizar el papel del emperador en los asuntos de la Iglesia. Escritor eclesiástico del siglo V llamado el Escolástico; nació en Constantinopla, y dejó una continuación de la Historia eclesiástica de Eusebio.

Vida

Poco se sabe de la vida de Sócrates, salvo lo que se desprende de noticias en su Historia de la Iglesia. Sus maestros fueron los gramáticos Eladio y Ammonio, que vinieron de Alejandría a Constantinopla, donde habían sido sacerdotes paganos (V, xvi. 9). Una revuelta (año 390) acompañada de un ataque a los templos paganos les obligó a huir. Que Sócrates más tarde recibió la enseñanza del sofista Troilo no está probado ni existe certeza sobre lo preciso de su vocación, aunque puede inferirse de su obra que era laico. En el título de su historia es designado como scholasticus (abogado). En los últimos años Sócrates viajó y visitó entre otros lugares Paflagonia y Chipre

Su Historia de la Iglesia.

La Historia de la Iglesia escrita por Sócrates fue editada primero en griego por R. Stephen, sobre la base del Codex Regius 1443 (París, 1544); una traducción al latín por Johannes Christophorson (1612) es importante por sus lecturas alternativas. Pero la edición fundamental fue producida por Valesius (París, 1668), quien usó el Codex Regius, el Codex Vaticanus y el Codex Florentinus, empleando también la traducción indirecta de Teodoro Lector (Codex Leonis Allatii). La historia cubre los años 305-439, siendo acabada hacia el 439 y en cualquier caso durante la vida del emperador Teodosio, es decir, antes de 450. El propósito de la obra es proporcionar una continuidad a la de Eusebio. Relata en lenguaje simple y sin panegíricos lo que la Iglesia ha experimentado, desde los días de Constantino hasta los tiempos del autor. Las disensiones eclesiásticas ocupan el trasfondo, pues cuando la Iglesia está en paz no hay nada que el historiador recoja. El hecho de que, además de tratar de la Iglesia, la obra también trate con el arrianismo y con sucesos políticos se defiende en el prefacio al libro V. Parece que Sócrates debió el impulso a escribir su obra a un cierto Teodoro, a quien se alude en el proemio del libro II como 'hombre santo de Dios', lo que parece una indicación de que era un monje o uno del alto clero.

Limitaciones y relaciones del autor

Sócrates fue uno de los más celebrados hombres de su tiempo y pudo apreciar plenamente la disciplina helenística, de la que dice que Cristo y sus discípulos no la estimaron ni dañina ni divina, por lo que cada individuo puede tomar la posición que le plazca, sea a favor o en contra de ella. Más aún, aunque las Sagradas Escrituras nos revelan dogmas divinos y renuevan nuestra piedad, vida y fe, sin embargo, no proporcionan preparación en lógica, por cuya ayuda debemos enfrentar a los adversarios de la verdad; ayuda que es esencial, ya que el enemigo es mejor combatido con sus propias armas. Sócrates no posee entendimiento verdadero, se limita a relatar, cortando raramente el desarrollo de sus descripciones con reflexiones También tuvo poco interés en la mera teología. Para él, el principal factor del cristianismo era la doctrina de la Trinidad, pero no sintió la necesidad de meditarla y formularla. Esta indiferencia de Sócrates hacia la teología, y tal vez también por una inclinación de temperamento, determinó su actitud hacia las disputas eclesiásticas de su tiempo, oponiéndose al uso de la fuerza contra los herejes. No juzga duramente ni siquiera a los arrianos, aunque los valora como herejes notorios. Su actitud hacia los novacianos fue especialmente amistosa; reprocha a Celestino por haber perseguido a los novacianos romanos y considera seriamente si el duro destino que tuvo Juan Crisóstomo no fue un castigo por haber destruido las iglesias novacianas

Es evidente, a pesar de su buena voluntad, que ninguna gran obra podría esperarse de un escritor como Sócrates. Estaba bien calificado para contar experiencias personales, pero no para escribir historia. Este fue el juicio de Valesio y está confirmado por comentaristas posteriores. Sus informes no son fiables y en no pocos casos son erróneos. Sin embargo, los libros posteriores, especialmente el sexto y el séptimo, contienen mucha información valiosa.

Fuentes