Salvador Antonio Matos Ramírez

Salvador Antonio.
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NombreSalvador Antonio Matos Ramírez.
Nacimiento17 de mayo de 1925
Sagua de Tánamo, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento4 de noviembre de 1958
Sagua de Tánamo Holguín, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteTiro escapado
NacionalidadCubana
Otros nombresMatico
CiudadaníaCubana
CónyugeCaridad del Socorro Romero Soa
HijosBertha de la Caridad Matos Romero, Silvia María Matos Romero, Julia Victoria Matos Romero, Antonio Raúl Matos Romero
PadresJulia Ramírez y Salvador Matos

Salvador Antonio Matos Ramírez. Mártir de la Revolución Cubana.

Niñez

Salvador Antonio Matos Ramírez (Matico) nació el 17 de mayo de 1925 en la ciudad de Sagua de Tánamo, Holguín, antigua provincia de Oriente.

Hijo de Salvador y Julia, ambos naturales de Sagua de Tánamo, el padre era carnicero y la madre se dedicaba a las labores domésticas de su casa.

Tenía 5 hermanos, quienes lo respetaban como el hermano mayor. Desde temprana edad ayudó al sostén de la familia trabajando junto a su padre.

Cursó sus primeros estudios en la Escuela Pública de su ciudad natal, terminando el séptimo grado en la Escuela Privada Secundaria de Aurora Guardia, no pudiendo continuar los estudios superiores por ser este nivel un privilegio de la clase acomodada.

En el año 1946 se separó de la tutela paterna para establecer negocio propio.

Contrajo matrimonio el 8 de enero de 1949 con Caridad del Socorro Romero Soa, con la que tuvo 4 hijos.

Lucha Clandestina

Sus afanes no son solo económicos; todas las lacras y vicios que padecía la nación en manos de los politiqueros, bochistas y ladrones de la peor ralea, van despertando en él inquietudes por hacer cambiar la situación imperante.

Primero fue la militancia del Partido Ortodoxo, desde el cual le prestó atención al inicio y desarrollo del proceso de lucha clandestina e insurreccional y en particularidad al ataque al Cuartel Moncada, el Desembarco del Granma y la lucha en La Sierra y el Segundo Frente Frank País, con el último de los cuales estuvo identificado como activista del 26 de julio en la ciudad de Sagua de Tánamo, hasta el día de su vil asesinato por manos de la tiranía batistiana. Así lo demostró Matico, pues seguido del desembarco de Fidel en Oriente, fue de los primeros en manifestar su simpatía por la causa que él defendió y por la que dio la vida.

Su participación se hace más arriesgada y directa a partir de la constitución del Segundo Frente en la Región Norte de Oriente. Aportó mucha mercancía que enviaba a menudo a los alzados de la montaña, lo que hacía en correspondencia con su modesto comercio de víveres que tenía en la calle Los Maceo, esquina Grave de Peralta. Lugar céntrico de ciudad de Sagua.

Testigos de su actitud, son los hermanos Prego y otros combatientes de él. De sus actividades ideológicas y revolucionarias en la ciudad pueden dar testimonios todos los revolucionarios que lo conocieron. Ha sido poco divulgada la anécdota de Matico que prueba su más profundo desprecio por la brutal tiranía que oprimía al pueblo. A la par de su probado valor estuvo su inmenso amor a la libertad de la Patria.

Muerte

Su muerte, ocurrió en su comercio de la calle Los Maceo. Allí se encontraba solo, cuando un jeep del Ejército se detuvo con Gabino Herrera, Orlando Céspedes ”Gayito”, Lores y Eusebio Hechavarría, bajaron y se dirigieron hacia el mostrador.

Poco después, a las 12:15 del mediodía del 4 de noviembre de 1958, se lo llevaron y se escuchó una detonación de arma de fuego, el clásico tiro escapado inventando para cercenar vidas revolucionarias, como la de Matico.

El tiro penetró por la parte del labio superior saliéndole por el parental derecho. Así lo dejaron tendido ante la mirada atónica de familiares y vecinos. Sus amigos, compañeros y el pueblo, dos meses después del triunfo de la Revolución pidieron justicia por su muerte.

El juicio se celebró el 27 de mayo de 1959, imponiendo sentencia de 20 y 10 años a los asesinos. La Revolución triunfante cumplió con el honroso papel de sentenciar a los que tenían a Cuba sumida en la más cruel tortura.

Después de 14 años de su muerte, sus familiares encontraron documentos testimoniales de su colaboración revolucionaria. El 30 de septiembre de 1972, entre dos tablas divisorias del baño de su casa aparecieron dos bonos del Movimiento 26 de Julio dentro de un carnet suyo de la Colonia Española.

Fuente

  • Fondo Museo Municipal Sagua de Tánamo. Sección biografías.