Samovila (deidad)
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Samovila es una diosa perteneciente a la cultura Vincha de los Balcanes (Serbia, Rumania, Bulgaria y Macedonia), en el este de Europa.
Es una figura que aparece recurrentemente en el arte Kosovska-Mitrovica (fafos II) de Yugoslavia correspondiente a la cultura Vincha (del 5300 al 4000 a. n. e.).
Se decía que vivía en lo más profundo de los bosques actuando como protectora de los animales. Si alguien dañaba alguna de sus criaturas protegidas, Samovila danzaba en su mágico círculo induciendo a los insultantes de su voluntad a la muerte, haciéndoles caer de un barranco o cayendo al rio.
Samovila era capaz de cambiar su forma, pudiendo transformarse en un halcón, un pato, una serpiente, un caballo o incluso un remolino o huracán.
Ella enseñó a los humanos la manera de hacer correctamente las ceremonias en cada luna llena para que el Sol siguiera saliendo cada día.
Etimología
Las palabras samodiva y samovila se remontan a una antiquísima raíz indoeuropea, con un significado de ‘divinidad’, ‘salvaje’ y ‘rabia’.
Apariencia
Samodivas se representa comúnmente como doncellas etéreas con el pelo largo y suelto, a veces también con alas. Por lo general están vestidos con trajes blancos que fluyen libremente, sus prendas decoradas con plumas por medio de las cuales pueden volar como pájaros. Las samodivas se describen con mayor frecuencia como mujeres rubias, altas y esbeltas, con piel pálida y resplandeciente y ojos ardientes.
Hábitat
Según las creencias folklóricas, los samodivas viven en enormes árboles viejos, en chozas abandonadas o en cuevas oscuras, cerca de los ríos, estanques o pozos. Montañas conectadas a ellos son Vitosha, Rudina, Belasitsa, Rila, Rodopi, los Balcanes, pero Pirin es su favorito. Juegan y cantan allí o prueban sus poderes con los héroes comunes. Samodivas vienen en el mundo de los seres humanos y hacer esto sólo durante la primavera y permanecer hasta el otoño. Durante el invierno viven en el mítico pueblo de Zmajkovo.
Habilidades y costumbres
Samodivas se cree que son muy hermosas mujeres con una afinidad al fuego. Tienen el poder de causar sequía, quemar las cosechas de un agricultor o hacer que el ganado muera de fiebre alta. Se dice que, cuando se enfureció, una Samodiva cambió su apariencia y se convirtió en un monstruoso pájaro, capaz de arrojar fuego a sus enemigos. Esto, combinado con el poder de sus voces seductoras, las hace algo similares a las arpías en la mitología griega . Su naturaleza vengativa también complementa esta noción.
Por lo general son hostiles y peligrosas para las personas. Los hombres que contemplan una Samodiva caen instantáneamente enamorados (o al menos en la lujuria), y las mujeres llegan tan lejos como para quitarse la vida a la vista de tal belleza. A veces un Samodiva seduce a un hombre, comúnmente un pastor o un intruso en su bosque, y lo toma como su amante. Sin embargo, al hacerlo, tomaría toda su energía vital, su esencia. El hombre se obsesionaría con la Samodiva y la perseguiría implacablemente, incapaz de pensar en otra cosa (incluyendo su propio alimento). La Samodiva, alimentada por la energía robada de su admirador, entonces procedería a torturar al hombre hasta que muera de agotamiento.
Otro aspecto importante de los mitos que rodean samodivas es su danza. Incesantes y comenzando a medianoche para terminar al amanecer, su baile simbolizaba lo crudo, ya menudo perjudicial para la energía desprevenida, tanto de la naturaleza como del mundo sobrenatural. Acompañados y siguiendo sólo el ritmo del viento y su propio canto, se decía que su baile había sido a menudo presenciado por viajeros perdidos o atrasados, algunos de ellos eligiendo unirse a él, seducidos por la belleza de su canto y rostro, sólo para morir de agotamiento al amanecer, cuando las samodivas finalmente desaparecieron.
Al igual que la Vila en el folclore eslavo , se cree que el poder de una samodiva proviene principalmente de su pelo largo (generalmente rubio). Una samodiva a veces le daba una pequeña parte a su amante para fortalecer su control sobre él a través de sus efectos mágicos. Sin embargo, si su pelo está dañado de alguna manera, ella desaparecerá totalmente o será despojado de sus poderes y belleza.
En el folklore eslavo, una samodiva puede cegar a cualquier persona que la mire. No se sabe si el acto de cegamiento es o no metafórico (enamorarse de la samodiva) o una maldición que tiene una manifestación física real.
En el folclore búlgaro, la estrecha conexión de Samodiva con el bosque la hace conocedora de las hierbas y curas mágicas para todas las enfermedades. Se dice que si una persona logró escudriñar una reunión de Samodivas también podría adquirir conocimiento de estos remedios. En muchas historias esto es exactamente lo que el héroe se ve obligado a hacer para salvar a un ser querido, como un Samodiva nunca compartir sus secretos de buena gana.
La mitología balcánica sostiene que las samodivas eran en realidad las hijas de Lamia . Esto, combinado con su naturaleza principalmente nocturna, los lleva a ser considerados más o menos negativos, o en el mejor de los casos, neutrales en su naturaleza.
Historia
La evidencia escrita más temprana de las samodivas se remonta al siglo XIII y se presume que se desarrollaron a partir de tradiciones y mitos balcánicos. Los investigadores también han encontrado influencias de otros folclore eslavo. Es ampliamente considerado que la imagen de la samodiva y su comportamiento es en realidad basada en antiguas leyendas de Tracia, especialmente las relacionadas con el culto de Orfeo, que incluía canciones y bailes realizados por las sacerdotisas del fuego.
