Sarcófago de Elena
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Sarcófago de Elena. Sarcófago datado aproximadamente en el año 320 d.C., perteneciente al Arte medieval, en concreto al Arte paleocristiano.
Historia
Se construyó para albergar los restos de Flavia Julia Helena (también conocida como Santa Elena o Elena de Constantinopla). Fue una emperatriz romana y madre de Flavio Valerio Aurelio Constantino (también llamado Constantino I o Constantino el Grande). El sarcófago fue depositado en el Mausoleo de Elena, un mausoleo imperial situado en el complejo de edificios "Ad Duas Lauros", en "Tor Pignattara", entre la vía Prenistina y la Vía Labicana (Italia). Hasta que en el año 1777 d.C. el sarcófago fue trasladado a los Museos Vaticanos dónde fue restaurado por los restauradores italianos Gaspare Sibilla y Giovanni Pierantoni. Cabe resaltar que aparte de la restauración, el sarcófago fue colocado sobre cuatro leones que fueron esculpidos por el escultor y restaurador italiano Francesco Antoni Franzoni.
Características
Tiene una altura 242 cm. Esta fabricado en pórfido rojo, mediante las técnicas de incisión y tallado. Se trata de un sarcófago compuesto por un cuerpo rectangular y una tapa de cuatro vertientes, además se encuentra decorado con escenas en bajorrelieve. La tapa o cubierta de cuatro vertientes se encuentra ornamentada con figuras de medio bulto de victorias aladas y amorcillos que sostienen guirnaldas. También en los laterales hay representados dos leones (uno en cada lado), uno de los leones esta dormido y el otro acurrucado.
En el cuerpo con forma rectangular hay representadas escenas militares, en las que los caballeros romanos ataviados con túnicas cortas, yelmos, lanzas y algunos con escudos, están sometiendo a prisioneros bárbaros. Además en la parte central situados en las esquinas superiores: izquierda y derecha hay representados dos bustos, aunque se desconoce su identidad. Subrayar que algunos investigadores piensan que debido a que la decoración presenta un tema militar y era poco utilizado en un entierro femenino, hace suponer que el sarcófago fue pensado originalmente para un componente masculino de la familia imperial.
