Sexenio Revolucionario

Sexenio Revolucionario
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Con el nombre de Sexenio Revolucionario se conoce el período comprendido entre la sublevación contra Isabel II de la escuadra concentrada en Cádiz y mandada por Topete, el 18 de septiembre de 1868 (Revolución de 1868) y la disolución de las Cortes republicanas por el general Pavía el 3 de enero de 1874, y la posterior proclamación de Alfonso XII como rey.


Sexenio Revolucionario. Con el nombre de Sexenio Revolucionario se conoce el período comprendido entre la sublevación contra Isabel II de la escuadra concentrada en Cádiz y mandada por Topete, el 18 de septiembre de 1868 (Revolución de 1868) y la disolución de las Cortes republicanas por el general Pavía el 3 de enero de 1874, y la posterior proclamación de Alfonso XII como rey.

Historia

La sublevación contra Isabel II encontró un gran apoyo popular. En Zaragoza, a pesar de que la Junta Revolucionaria actuaba en la clandestinidad desde el año anterior, la proclamación del estado de guerra impidió que la ciudad se sumara al movimiento hasta el 29 de septiembre, cuando ya estaba decidida la suerte de la revolución. Al día siguiente la Junta de Zaragoza hizo su primera declaración pública, anunciando el derrocamiento de los Borbones, y ese mismo día se constituyeron las Juntas Revolucionarias de Huesca y Teruel. Las elecciones a diputados de este año dieron en Aragón una amplia mayoría a los republicanos, al contrario de lo que ocurrió en el resto de España.

Las nuevas Cortes aprobaron una Constitución monárquica y proclamaron regente al general Serrano en tanto se elegía nuevo rey, elección que recayó en Amadeo I de Saboya el 16 de noviembre de 1870. El nuevo monarca contaba con simpatías en Aragón, con apoyos de periódicos liberales como el Diario de Zaragoza y El Eco de Aragón, y también de algunas personalidades ilustres, como Gerónimo Borao. A fines de septiembre de 1871 viajó Amadeo a Zaragoza para participar en el acto de entrega de los premios de la Exposición Aragonesa de 1868.

Pero pronto el monarca se encontró aislado y sin partidarios y el 11 de febrero de 1873 renunció a la Corona, siendo proclamada ese mismo día la I República por el Congreso y el Senado. En Zaragoza dimitieron inmediatamente la Diputación y el Ayuntamiento y se celebraron varias manifestaciones de apoyo a la República.

Pronto surgieron fricciones entre los distintos sectores del republicanismo, y el 8 de marzo una comisión de fuerzas políticas visitó al gobernador civil, Víctor Pruneda, para anunciarle la proclamación de la República Federal al día siguiente. Son los momentos del enfrentamiento entre unitarios y federales, y dentro de éstos entre pimargalianos e intransigentes, y del nacimiento del cantonalismo. Son también los de la primera organización del movimiento obrero, dentro de la Asociación Internacional de los Trabajadores.

Finalmente arde la tercera guerra carlista, y en octubre de este año el general Marco y Rodrigo, más conocido como Marco de Bello, es nombrado comandante general carlista. En septiembre se forma un nuevo gobierno del que forma parte el zaragozano Joaquín Gil Berges, que tiene que hacerse cargo de la caótica situación.

En estas circunstancias, cunde la desmoralización, y en la madrugada del 3 de enero de 1874 el general Pavía disuelve las Cortes, no sin oposición de los republicanos, que en Zaragoza levantan barricadas, pero son vencidos por los generales Burgo y Delatre.

Fuentes