Sistema:Letras de Canciones

Pablo Milanés

Comienzo y final de una verde mañana

Déjame despertarte con un beso
en la verde mañana que te espera
déjame celebrar la primavera
en el hermoso largo de tu cuerpo.

Déjame recorrer ese universo
que conozco sin limites y fronteras
déjame descansar sobre tu pecho
que calienta mi piel como una hoguera.

Déjame repasar tus accidentes
detenerme a palpar cada medida
humedecer tus ojos y tus fuentes
y penetrar al fondo de tu vida.

Déjame demostrar que diez noviembres
purifican el alma y el deseo
que al abrazarte aún mi cuerpo tiemble
y relajado en paz me duerma luego.

Déjame al despertar tener la dicha
de hablar y compartir nuestros anhelos
y en la mañana verde que termina
volver a repetir que te quiero.

Como el largo de tus ríos que te riegan

Como el largo de tus ríos que te riegan,
y tu don milenario de pelear,
así viven constantes tus ideas,
así vas a llegar hasta el final.

Como un ave nació de sus cenizas,
como un pan que un señor multiplicó,
así vas a brotar con la sonrisa
del que tanto la vida defendió.

Una bomba lanzaron en tu vientre,
una bomba que en odio se tornó,
cuantas bombas caerán sobre tu frente,
tanto odio mortal los derrotó.

Una mano curando tus heridas
otra mano que el tiempo regresó,
muchas manos volaron a tu vida
y tu viento la senda despejó.

Como el largo de tus ríos que te riegan
y tu don milenario de pelear,
así viven constantes tus ideas,
así vas a llegar hasta el final.

Como en Vietnam

Es muy difícil establecer comparación
cuando se trata de hablar del valor
de cierto pueblo hermano, lejano.
Primera línea el horror,
primera línea en dolor,
primera línea en trabajo diario,
primera línea del sol
primera línea en amor,
primera línea en quemar
la mano externa que los emplazó.

Es muy difícil establecer comparación.
Es alto, es mucho, ya no queda por decir.
Sólo aspiramos a ser como son.
Ésa es la voz del hombre de hoy:
hacer y ser mejor.

Cómo hacer para empezar

Ya no vuelven esas tardes
que llenaban de color
mi soledad;
ya no caen como abrigo,
ya no inundan la ciudad.

Cuando entrabas en el alba,
cada imagen de inquietud se iba a volar.
Mi guitarra sonaba a ser feliz
de tu calma tan singular de mí.
Tu vida me inundó todos los tiempos.
Cada momento que fuimos juntos
parecía ser mejor.
Mi casa se agrandó,
el alma me estalló,
mi cuerpo enloqueció,
la risa perduró.

Cuando huiste de mis besos,
una nube de tristeza se echó a andar
¿Qué silencio, qué lamento,
qué vacío te apartó sin consultar?
Y hoy ya sé por qué te has ido.
No lo puedo remediar.
¿Cómo hacer para el olvido,
cómo hacer...?
Y hoy ya sé por qué te has ido.
No lo puedo remediar.
¿Cómo hacer para el olvido,
cómo hacer para empezar?

Como un campo de maíz

Solo, sin fe, sin llorar,
otra historia a comenzar,
tener valor a enfrentar
el amor que un día fue,
el amor que vendrá tal vez.

Pienso que no cambiaré,
suerte de ser como soy,
como un campo de maíz
yo te cosecharé,
y que seas como tú, también.

Cómo conozco ya tu piel,
cómo presiento ya lo que vas a decir,
cómo conozco tu mirar,
cómo me place confirmar
que los amores no siempre son a primera vista.

Cómo conozco ya tu piel,
cómo presiento ya lo que vas a decir,
cómo conozco tu mirar,
cómo me place confirmar
que los amores no siempre son a primera vista,
amor.

Como una bendición

Deja que en tu pecho me quede dormido
Y el sueño tranquilo que tanto anhelaba pueda ver
Deja que esto sea como nunca ha sido
Y que tus latidos me marquen el ritmo de lo que ha de ser

Con cuánta ternura tú me envuelves en la necesidad
De descubrir la mañana a la medida de tu frescura
Transcurre segura casi como tu generación
Qué hermosa lección para el que tuviera dudas

La tarde serena va cayendo como una bendición
La sombra se hace canción y en el espacio tu risa plena
La noche que llega no me dura ya una eternidad
Qué felicidad, cómo me entrego y se entrega

Cuando lejos estás inalcanzable

Cuando lejos estás, inalcanzable
y me quemo por dentro en mi agonía
palpo tu carne al tacto de la mía
y me invade un placer inevitable.

Marco un ritmo de amor y en la nostalgia
crece en mis manos toda la esperanza
de ese momento eterno que se alcanza
cuando entregas feliz toda tu sabia.

Cada cadencia evoca una silueta
tierna, dulce, febril, desesperada
tu bella desnudez desde la nada
va naciendo a la luz que me embelesa.

La violencia de un rayo me atraviesa
clara, impoluta mi alma, surge pura
fuegos artificiales te saludan
derramándose en mí como una fiesta.

Calmo, sediento, lento, relajado,
llega un sueño feliz que me ennoblece
mientras canto y tu rostro reaparece
y me guarda en la noche, enamorado.

Cuando llegas ausente a mí

Cuando llegas ausente a mí puedo ver
lo presente que vive en ti otro ser,
el abrazo que no terminas,
la mirada a ningún lugar
y el sonrojo inevitable de tu piel.

Es tu cuerpo de madrugada al volver
un deshecho de la frescura de ayer,
vano intento de lograr algo
entre el llanto y el placer
que confunden mi agonía y tu desdén.

Pero un día sucederá lo inesperado
otro nombre pronunciarás cuando me llames.
Yo responderé "sí, amor" aunque me acabe
de morir en mi interior con mi dolor.

Cuando hoy llegas ausente a mí puedo ver
lo presente que sigue en ti otro ser,
el abrazo que no terminas,
la mirada a ningún lugar
y el silencio que me ahoga sin llorar.