Surgimiento del Indio

Surgimiento del Indio
Información sobre la plantilla
Historia-de-los-Indios-1024x785.jpg
Concepto:Indios, reducciones indígenas o cabeceras de doctrina fueron asentamientos de indígenas que existieron durante la Colonización española en América. Fueron fomentados por las autoridades españolas en la segunda mitad del siglo XVI, a partir de la Real Cédula de 1545.


Historia

A lo largo de 500 años de conjunción con agentes culturales europeos, los pueblos americanos resultaron profundamente afectados, sus sociedades fueron remoldeadas desde la base, se vio alterada su composición étnica y degradada su cultura.

De esta forma, se logró la transformación de una multiplicidad de pueblos autónomos, poseedores de tradiciones auténticas en unas pocas sociedades de cultura alienada.

América

Los europeos al invadir América introdujeron una carga de conceptos y preconceptos (algunos ya mencionados) referidos a sí mismos y a los demás pueblos. Estos últimos, además de perder su riqueza (acumulada por siglos) y de convertirse en mano de obra esclava, sufrieron la degradación de asumir como imagen propia la visión despectiva de los europeos que los consideraban racialmente inferiores. A través de esta visión, se explicaba el atraso de los pueblos indígenas derivando de sus características innatas como la pereza, la falta de ambición.

Estos son los motivos por los cuales los aborígenes se acostumbraron a verse a sí mismos como pueblos infrahumanos destinados a un papel subalterno, debido, según los europeos, a la pérdida de virtudes resultante del mestizaje, al clima tropical.

De esta forma, el invasor colonialista impone su dominio y a la vez se autodignifica degradando la imagen étnica del aborigen.

La iglesia católica del imperio salvacionista ibérico tuvo gran relevancia en la construcción del indio como ente cultural alienado, ya que la religión cristiana se mezcla en él con creencias africanas y aborígenes, formando cultos sincréticos. Estos llenaban satisfactoriamente su cometido de dar a conocer al indígena la gloria de la vida eterna ultraterrena, para consolarlo ante la miseria de su destino terreno y a la vez justificar el dominio europeo, induciéndolos a una actitud pasiva y resignada.

Todas estas justificaciones de la dominación colonial y cultural constituyen la más pesada herencia dejada por la civilización occidental y cristiana a los pueblos conquistados. Actuaron en conjunto como cristales deformadores que le han impedido a estos pueblos crear una imagen auténtica del mundo y una visión genuina de sí mismos.

Fuentes