Técnicas de regadío

Técnicas de regadío
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Concepto:Es un método de irrigación, que permite la utilización óptima de agua.

Técnicas de regadío. Contribuyen favorablemente al desarrollo de la agricultura, pero son algo más costosas y trabajosas y se han desarrollado menos por esta razón. El mantenimiento del suministro de agua para estos cultivos es algo bastante costoso y complicado, pero aún así tiene sus ventajas, ya que mediante este sistema de canalizaciones, zanjas y terrazas puede hacerse un mayor aprovechamiento del terreno, si este es difícil, angosto, seco, etc.

Por escurrimiento o gravedad

El agua se aplica cubriendo parcialmente el terreno y se escurre infiltrándose en los pequeños cauces llamados surcos (riego por surcos, corrugaciones) o bien se desliza sobre el suelo en delgada lámina que se infiltra en su desplazamiento (riego por inundación). En ambos casos el agua infiltrada moja la zona de raíces del cultivo para que esta pueda aprovecharla.

1) Surcos: El agua agregada escurre por los cauces (surcos) infiltrándose. Se emplea para cultivos en líneas: viñedos, frutales y hortalizas, donde las labores comunes del cultivo preparan el terreno para el riego. Se adapta a todos los suelos, cuando el caudal que se dispone es pequeño. La eficiencia que se logra con este sistema es media y los costos de instalación y operación no son elevados.

La forma y tamaño de los surcos dependen de la maquinaria usada en la labranza oscilando de triangular a rectangular. La distancia entre surcos varía con la clase de suelo y el cultivo (profundidad de raíces). Los perfiles de suelo humedecidos por el riego deben tocarse en la zona de raíces para regar con eficiencia.

Hay necesidad de un menor espaciamiento entre los surcos en suelo arenoso y de uno mayor en arcillosos. El largo del surco depende de la textura del suelo, pendiente y cantidad de agua. En general, es conveniente que disminuya a medido, que los suelos son más livianos (arenosos) y aumenta la pendiente; sin dejar de considerar la planificación agroeconómica de la propiedad. Existen cuadros que recomiendan estos valores.

CUADRO Largo en metros y caudal el l/s., máximos en surcos de riego, según textura y pendiente (E. Blair 1.957) para riego de 500 m3/ha. El caudal a incorporar por surco, en riego con pendiente, debe variarse empleando el máximo no erosivo (sin arrastre de tierra; última columna, cuadro anterior) en el tiempo de escurrimiento.(1/4 del tiempo total de riego). Si la pendiente no es mayor (0,1%) el caudal máximo será 6,3 1/s. En los surcos sin pendiente el caudal será mayor y estará determinado por el tamaño del surco.

Con este caudal se debe llegar al final del surco en la cuarta parte del tiempo total de riego. A continuación se completará el tiempo de riego con un caudal igual a las necesidades de infiltración de todo el surco. En la práctica se regula dejando salir un "hilo" de agua al pie de la parcela.Esta pérdida (escurrimiento) puede ser temporaria, encadenando el riego en el cuartel siguiente.

La dirección de los surcos puede coincidir con la dirección de:

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1) La máxima pendiente hasta un valor de 1 % (mejor entre 0-0,2 %); diagonal a la dirección de la máxima pendiente cuando esta es mayor del 1% y 3) paralelos a las curvas de igual pendiente en terrenos con 2 % hasta el 4 % de pendiente.

2) Corrugaciones: Son disposiciones en el suelo en pequeños surcos paralelos en V, no mayores de 15 cm. de profundidad y distanciados de 40 a 80 cm. según textura de suelo que corre en el sentido de la pendiente.Se adapta a terrenos medianamente irregulares, con suelos medios a pesados, de baja infiltración, con pendiente de hasta el 10% (óptima 1%). Se lo utiliza para cultivos de forrajes y cereales sembrados al voleo y cuando se dispone de un caudal pequeño. El agua llega al campo por medio de las acequias distribuidoras "a nivel" desde donde el líquido se vuelca a los surquitos. El tiempo de riego y escurrimiento se calcula en forma similar al riego por surcos.

3) Inundación o "a manto": Es muy conocido por los agricultores como "enlagunado". Se presta para los cultivos sembrados al voleo (forrajeras: algalfares, tréboles, etc.) para riegos de pre-siembra, lavados de terrenos y en el riego de arrozales. En los departamentos del este se practica en frutales y vid.

Presenta 3 formas de sistematización:

Platabandas o "melgas y bordos". El terreno se encuentra dividido en platabandas (espacio de suelo) separados por bordes. La longitud varía entre 50-200 m. en el sentido de la pendiente y el ancho de 5-20 m. Los bordes serán no menores de 20 cm. de altura y un ancho que permita el paso de la maquinaria. Debe utilizarse en terrenos llanos ya que requiere una pendiente transversal nula y longitudinal baja (no mayor de 0,2 %). De ahí que sea necesario separar cuidadosamente el terreno a fin de que el agua no se "encharque" y corra uniformemente por la melga. El costo de instalación es alto (nivelación) y se compensa con la economía de mano de obra y tiempo, una vez instalado (costo de operación bajo). Se presta principalmente para el algalfares, trébol y cereales; en los suelos de buena infiltración y con un caudal grande (de 50 lts. ).

Si la topografía es irregular y la pendiente es hasta el 2 % se practica el riego en "melga en contorno", los bordos siguen las curvas de nivel (cultivos: forrajeras y cereales). En este caso es necesario disponer de gran caudal, la eficiencia a obtener es baja y los costos medios. Otra forma es por palanganas o tazas empleado para frutales. El terreno queda dividido en una serie de terrazas y a cada una corresponde un número determinado de plantas según la pendiente. Se requiere un terreno llano (0 hasta 0,2 %) y disponer de un gran caudal. Como variante cuando las plantas son chicas; desde un surco lateral se lleva el agua a una palangana ubicada en cada planta. Cantidad de agua a aplicar en cada melga: El caudal a agregar en cada melga se determina relacionando convenientemente el ancho y el largo y la pendiente, con la infiltración, agua a aplicar y el tiempo de riego. Para pendientes mayores úsase melgas más angostas teniendo en cuenta el ancho de la maquinaria Otra variante es el riego por corrimiento usado en parques y jardines con las características anotadas en el cuadro síntesis.

El agua se vierte desde acequias que siguen igual nivel y se infiltra mientras escurre por el suelo recorriendo, pendiente abajo, distancias entre 15 a 50 m. según naturaleza y desnivel del suelo.

Control y distribución del agua de riego por surcos y melgas. En la zona alta del río Mendoza el control del agua incorporada a los surcos se hace a "ojo", distribuyendo de la acequia a la sobre-acequia y por fin a las regueras. Cada una de éstas, abarca 10 surcos y el control se efectúa por medio de cascotes, piedras o "champas". Las compuertas con marcos introducidas en la sobre-acequia permiten distribuir el agua a las "tapadas". Se usan tubos sumergidos aplicados en los surcos desde una acequia distribuidora y sifones o tubos de goma o plástico donde el caudal depende del diámetro de los tubos y de la altura de agua.

En melgas la regulación y control del agua se efectúa con pocos dispositivos. En la gran mayoría de los casos el agua se incorpora desde la acequia o sobreacequia directamente por medio de boquetes. Este procedimiento empírico debe reemplazarse por la utilización de compuertas,caños de hormigón, cajas de derivación, sifones, válvulas, para medir el agua aplicada. Con el mismo sentido el uso de aforadores permitirá suministrar correctamente la cantidad de agua requerida en cada caso.

A medida que se colocan elementos nuevos de aforo y distribución en los métodos tradicionales y con ello se permite transformar el trabajo del artesano en una operación precisa diseñada según la técnica y la regulación mecánica se va transformando el riego tradicional en un método modernizado o mecanizado. Siendo al respecto la expresión máxima el riego por aspersión y goteo.

En esta forma se eliminan las pérdidas por infiltración en las acequias distribuidoras y la aplicación del agua a la parcela es inmediata,siendo necesaria la nivelación del suelo para que la eficiencia sea alta.

Métodos sin escurrimiento

El agua se aplica por partes y se infiltra directamente en la zona de raíces sin escurrir en superficie. En este grupo se encuentra el riego por aspersión en el cual el agua se asperja semejando una lluvia. Este sistema mecanizado se ha difundido en el exterior en forma explosiva en los últimos 30 años.

El riego por aspersión se presta principalmente para terrenos irregulares, con fuertes pendientes hasta el 25 %; suelos livianos (arenosos), superficiales. Se lo emplea en cultivos forrajeros, cereales de gran producción y hortalizas. Igualmente en frutales, pero en viñedos la contra-espaldera impide el traslado de las cañerías lo cual es un inconveniente. En los parrales el uso de aspersores sub-arbóreos que mojan debajo del nivel del follaje, es una solución al desarrollo de las enfermedades de hongos, en las variedades de vid más sensibles.

E1 caudal a utilizar debe ser pequeño de >8 l/s con largas horas de riego (hasta 24 horas al día). La fuente de agua debe ser propia y constante, subterránea o bien procedente de embalses reguladores o bien manantiales.

La eficiencia de aplicación obtenida es alta (85-90 %) mientras que en riegos por escurrimiento como máximo se alcanza al 70%.

a) Un conjunto motobomba: que aspira el agua desde la fuente y la impulsa por las cañerías hasta los aspersores, creando la presión necesaria. Las bombas más empleadas son las centrífugas con motor eléctrico o de combustión interna;

b) Las cañerías: que conducen al agua hasta los aspersores. Pueden ser fijas, semifijas y móviles. Las fijas pueden ser metálicas o de fibrocemento mientras que un ala móvil está constituida generalmente por tubos de aluminio en tramos de 6 m. de largo por 2" a 8" de diámetro. Los tramos se unen con accesorios de acoplamiento rápido;

c) Los aspersores o rociadores: pueden ser fijos o giratorios. Estos últimos son los más usados; de mediana presión (3 a 4,5 atmósferas) de trabajo. La lluvia que suministra es fina de 2 a 8 mn/h.

d) Accesorios: manguera de aspiración, llaves de paso, uniones, curvas vas, reducciones, etc. El diseño del riego por aspersión es distinto para cada propiedad y debe proyectarse teniendo en cuenta "muchas horas de riego con pocas horas de traslado de cañerías". Por este sistema deberá considerarse la calidad del agua disponible. Esta debe ser óptima sino producirá quemaduras en el follaje.

El otro riego mecanizado es el de goteo que es un medio que da la técnica para resolver ciertos problemas (de pequeños volúmenes de agua y calidad mediocre). El estudio crítico lo desarrollará el Ing. Agr. T. Castro en el tema siguiente. Se entiende por riego mecanizado el que utiliza para la conducción y aplicación del agua a la parcela de riego medios mecánicos: riego por medio de caños con pequeñas compuertas de salida regulable; riego con caños perforados; riego con tuberías de hormigón subterráneas y válvulas; el riego por aspersión en sus formas variadas: cañerías de traslado normal, cañerías fijas, cañerías sobre ruedas y aspersión directa con cañones regadores desde acequias; riego por cañerías subterráneas y riego por goteo.

Las ventajas del riego mecanizado comparado con el tradicional son:

1) Un mayor rendimiento del agua de turno y/ó subterránea por su menor gasto de agua (mayor eficiencia).

2) Menor costo de las labores de regadío.

3) Mayor aprovechamiento de la tierra.

4) Convierte al riego en una operación precisa. Es decir permite programar al riego aplicando las cantidades necesarias según lo exige el suelo y la planta y el momento oportuno del riego. Las experiencias demuestran que en estas condiciones los rendimientos aumentan.

La mecanización del riego surge como una necesidad de aplicar más racionalmente el escaso recurso disponible y reducir la mano de obra.


En las zonas de regadío es más fácil mejorar los métodos tradicionales comenzando por:


1) Perfeccionar la entrega de agua a las propiedades (volúmenes programados en los ríos con embalses compensadores).

2) Aumentando, en las fincas, la difusión y el uso de las formas adecuadas de control y distribución del caudal de las regueras a los surcos (marcos, sifones, caños de hormigón y/ó válvulas).

Al mismo tiempo asesorando convenientemente al productor sobre la técnica del riego.

El (19,20) que en zonas de riego integral, sean muchos los casos en que la aspersión reemplace al riesgo por superficie cuando éste funcione satisfactoriamente porque sería duplicar las inversiones (costo de instalación en aspersión y costo de sistematización del suelo, nivelación, impermeabilización de cauces, compuertas aforadoras, etc. en riego superficial).

Podría ser utilizado só1o en aquellos casos donde el riego tradicional ya existente tropiece con problemas serios de suelo y/ó nivel. La lógica lo indica como económico en todas las nuevas exploraciones donde la nivelación del suelo y la escasez de agua en carecería al riego superficial.

El sistema de por aspersión por cañería rodante y auto propulsado (19) no se han difundido en el país porque tropiezan con dos inconvenientes: Su elevado costo, la cañería rodante es casi el 100 % más cara que la de traslado manual y el autopropulsado el 200 %, lo que se compensa con el ahorro de mano de obra obtenido.


No son utilizables en viña y parral y se los limita a suelos con un piso de buena sustentación para que no se entierren las ruedas.

Subterráneo o sub-irrigación

En este sistema el agua llega a la parte inferior de la zona de raíces por medio de cañerías enterradas perforadas desde una acequia o cañería principal. Como cada caño tiene perforaciones el agua en contacto con el suelo, asciende por las fuerzas del suelo a las capas superiores.

Teóricamente el método es muy eficiente pero en la práctica se complica porque las raíces de las plantas van trepando las cañerías del agua.

Aplicaciones concretas al conocimiento o manejo del fenómeno en la región Andina.

Si se mide la respuesta de las especies más importantes a distintos regímenes de riego se comprueba que cuando este es óptimo los rendimientos de los cultivos aumentan hasta un 30 % comparándolo con el del riego menos frecuente.

Como conclusión se obtuvo que las plantas de duraznero reaccionaron a los riegos más frecuentes, produciendo más con el mayor consumo de agua. En la experiencia el tratamiento A (riego más frecuente produjo en promedio 29.188 kg./ha y el tratamiento C (menos frecuente) 22.140 kg./ha. La diferencia 7.048 kg./ha a favor del tratamiento A representa, el kg. de duraznos y al mismo tratamiento sólo le correspondió un consumo de 2.000 m3/ha más de agua.

Los datos experimentales en cuanto a las pérdidas de agua en las parcelas son variables según lugar y método de riego. Romanella (1966) calcula para la zona alta del río Mendoza un eficiencia de aplicación en la parcela del 60 % que técnicamente puede aumentarse al 80% (18). En otro trabajo del mismo autor (1965) cita que se pierde, como consecuencia de la disminución de la infiltración de terrenos con alta pendiente, superior al 1%, hasta el 73 % del agua por escurrimiento al pie de cada parcela.

En la misma situación la pérdida se reduce al 30 % con tiempos de riego, de larga duración controlados con caudales óptimos, según naturaleza del suelo y pendientes como lo han comprobado Oriolani y Grassi (1962). Estos autores comparan el riego por surco con el de aspersión y obtiene para este último una pérdida de agua en la aplicación del 11,5% .

En cambio en riesgos por gravedad, pero en terrenos sistematizados (pendientes hasta 0,1 %) se han registrado eficiencia de aplicación del 74 % al 87 %.

Se han comparando distintos métodos de riego colocándolos en sus condiciones óptimas de funcionamiento. El riego por surco, melga, aspersión y goteo, tratando de medir la respuestas de la vid conducida en parral en cuanto a producción, eficiencias, consumo de agua.

Fuente