Transferencia psicoanalítica

Transferencia psicoanalítica
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Concepto:La transferencia es el pilar central del psicoanálisis. Descubierto por Freud, este concepto califica la relación que une al paciente y su psicoanalista.

Transferencia psicoanalítica. Fenómeno específico del dominio del inconsciente, es diferente a la transferencia que surge en las relaciones interpersonales (vida familiar, laboral, de pareja…) porque tiene unas características muy particulares.

El origen de la transferencia psicoanalítica

La transferencia fue descubierta por el psicoanalista austríaco Sigmund Freud (hacia 1920). Preocupado por saber cómo tratar a sus pacientes histéricos, Freud utilizó la hipnosis para que pudieran recordar. Buscando revivir esas emociones desagradables que se encontraban en el origen de su trastorno, se dio cuenta de la importancia de la relación con sus pacientes.

Estos últimos parecían proyectar en su analista las figuras y las imágenes de su infancia. Define la transferencia como un desplazamiento del afecto de una persona a otra, es decir, el analista…, explica el psicoanalista J.-D. Nasio. Freud la utilizará para hacer que fluyan las emociones del pasado y la transformará en uno de los pilares del psicoanálisis.

Surgimiento

  • Surge en un espacio muy concreto, en el espacio psíquico del paciente y no en el espacio en el que se produce la relación concreta.
  • El analista se convierte en una figura intercambiable que puede desempeñar diferentes papeles en función de la situación en la que esté actuada la transferencia. Puede transferirse a su figura la idea de una madre amorosa, una madre juiciosa y punitiva, etc.
  • Se desarrolla en una relación que es asimétrica porque psicoanalista y paciente tienen dos roles muy diferentes y es una relación en la que la comunicación no es complementaria.

Para entender cómo surge la transferencia tenemos que entender cómo es el diálogo psicoanalítico que se mantiene durante las sesiones. Como antes señalábamos, la relación entre analista y paciente se define por no ser simétrica ni complementaria, lo que viene a ser que el paciente habla pero el analista no siempre contesta, lo que no significa que éste no se mantenga en escucha y atención flotante. Esta situación genera un lugar vacío que pone en juego los fantasmas del paciente (concepto psicoanalítico) y que promueve la transferencia de diferentes personajes hacia la figura del analista. El hecho de que el analista no le conteste y se vea confrontado con el silencio psicoanalítico generará que el paciente comience a cuestionarse qué es lo que dice, a quién lo dice y finalmente llegarán las preguntas sobre su propia identidad. Esto puede generar cierta angustia por lo que el paciente intentará reorganizarse así mismo a través de identificaciones mediante la transferencia que le dará soporte a su identidad.

Tipos de transferencia

  • Transferencia positiva es aquella que permite que el trabajo terapéutico pueda realizarse, se desplaza hacia el analista sentimientos afectuosos débiles.
  • Transferencia negativa puede hacer que sea imposible el [trabajo psicoanalítico] con el paciente ya que se desplazan hacia el analista sentimientos hostiles o se puede dar una transferencia erotizada que es símbolo de resistencia hacia el proceso e impide la asociación libre.

El amor de transferencia hará que el paciente coloque al analista en un lugar del Ideal del yo del paciente, por lo que el paciente tratará de mostrar ante el analista la imagen ideal de sí mismo, lo que puede provocar que se repriman aquellos deseos que no formen parte de esta imagen. “Amando al analista se busca satisfacer sus expectativas de ser amado, de ser alguien y se preguntará qué es lo que desea el analista; por amor, el paciente intenta personificar al analista como alguien del que obtener una respuesta que le dé una definición de ser”. Por otra parte, también nos encontramos con la [neurosis de transferencia] que ha sido descrita como la repetición de la [neurosis infantil], la relación de amor odio con las figuras parentales, en el analista. Es fundamental que se establezca esta [neurosis] en la sesión para poder trabajar de forma óptima.

Virtudes de la transferencia psicoanalítica

De gran importancia en la obra de Freud, la transferencia promueve la vuelta al trauma pasado y las virtudes terapéuticas de esta relación especial que se instaura entre paciente y analista, más allá de la misma interpretación psicoanalítica. El analista desempeña un papel de verdadero agente terapéutico. “Una presencia activa del terapeuta puede alimentar de manera positiva la transferencia para que el paciente pueda descubrirse, conocerse mejor y llegar a curarse”, precisa el psicoanalista. Las cuatro nociones principales de la transferencia son el amor, el deseo, el odio y la angustia, que son los más presentes en el marco de la cura.

Virtudes de la transferencia psicoanalítica

De gran importancia en la obra de Freud, la transferencia promueve la vuelta al trauma pasado y las virtudes terapéuticas de esta relación especial que se instaura entre paciente y analista, más allá de la misma interpretación psicoanalítica. El analista desempeña un papel de verdadero agente terapéutico. “Una presencia activa del terapeuta puede alimentar de manera positiva la transferencia para que el paciente pueda descubrirse, conocerse mejor y llegar a curarse”, precisa el psicoanalista. Las cuatro nociones principales de la transferencia son el amor, el deseo, el odio y la angustia, que son los más presentes en el marco de la cura.

Exceso de transferencia psicoanalítica

Tras la transferencia, llega la revelación del objeto. Aunque la transferencia facilita el desarrollo correcto de la cura y alivia a la persona, puede aparecer rápidamente otro problema: el exceso de transferencia. El psicoanalista despertará en el paciente determinadas emociones, a las que podemos un afecto real, el sentimiento amoroso e incluso el deseo. La transferencia supone entonces un problema.

El hecho de que un paciente se enamore de su analista pone de manifiesto que la transferencia ha sido mal gestionada: se trata de una hipertrofia de la relación, lo cual no es deseable. Será el terapeuta el encargado de poner fin a una transferencia de naturaleza amorosa o erótica. La buena gestión de la transferencia es una de las tareas principales del terapeuta que debe ser consciente de esta singular relación y tener cuidado de no avivar un sentimiento. Una relación paciente/analista orientada hacia una relación amorosa, una relación sexual o de odio, representa un gran obstáculo en el camino de la curación.

En realidad, la transferencia es el centro de toda relación paciente/médico, sean cuales sean las nuevas formas que adopta hoy la terapia. “Por esta razón, la supervisión, representa una valiosa red de la que deberían disponer todos los equilibristas de la psique”, concluye J.-D Nasio, que ha afirmado que es un trabajo de alto riesgo y que requiere una buena vigilancia.

Fuentes