Tuberculosis de los peces

Tuberculosis de los peces .
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Clasificación Científica
Reino:Animalia

Tuberculosis de los peces . La tuberculosis de los peces conduce no pocas veces a muertes fulminantes en masa, especialmente en viveros o en grandes instalaciones comerciales. A continuación se exponen los síntomas externos y las lesiones que ocasiona esta enfermedad .

Características de la enfermedad

Se trata de una infección bacteriana provocada por Mycobacterium piscium Ber-gey et al. En la actualidad se citan [Myco. marinum], Myco. anabanti, [Myco. platypoecil], [Myco. fortuitum] y [Myco salmoniphilum].

La enfermedad puede iniciarse a través de comida en mal estado, a través del contacto con peces enfermos, mediante la ingestión de cadáveres afectados, directamente del agua al remover los fondos contaminados, etc. En los ovo-vivíparos el contagio puede realizarse durante el desarrollo embrionario si se produce en el interior de una hembra enferma. En todos estos casos juega un papel importantísimo la capacidad de defensas (anticuerpos), del individuo. Así, un pez sano se sobrepondrá a una infección débil, más si está bien alimentado y en agua limpia y saludable. De ahí la importancia de unas mínimas medidas de profilaxis, o sea, una población no mayor de un pez por cada 5 l de agua, una temperatura adecuada y, sobre todo, constante (muchos casos de desencadenamiento de esta mortal enfermedad se deben a un bajón en las temperaturas, ya que entonces disminuyen las defensas, mientras las bacterias no merman su capacidad de multiplicación) y guardar una determinada cuarentena, ya que los cambios de equilibrios epidemiológicos pueden provocar que unos peces sanos en su lugar de origen, se conviertan en enfermos incurables y fatalmente contagiosos.

Los órganos internos afectados suelen ser el bazo, el hígado, el riñon, la vejiga natatoria y el intestino. En ellos pueden aislarse, bacterias en forma de bastón de entre 2 a 10 mieras, Gram positivas y ácidos resistentes. Pueden cultivarse bien en agar a unos 20 a 25 °C. Con el tiempo forman en dichos órganos unos acúmulos o nodulos tuberculosos, que luego degeneran en los llamados granulomas pigmentados, que son el resultado de la destrucción y necrosis de esos tejidos. La enfermedad es mortal.

Síntomas externos

  • Adelgazamiento interno tan consuntivo que los peces parecen tener un hueco en el vientre.
  • [Inapetencia].
  • Palidez de los colores.
  • Defectos en las escamas y caídas de las mismas.
  • Deformación de las mandíbulas y de la columna vertebral
  • Nado de modo apático, suelen golpearse con los bordes del estanque o piscina.
  • Aleta caudal caída y vientre descolgado.

Lesiones

  • Úlceras superficiales abiertas.
  • Destrucción de las aletas.
  • En la superficie de los órganos internos se pueden apreciar unos nódulos blandos, de color gris sucio y de tamaño de un grano de adormidera.

Tratamiento

No se conoce un tratamiento realmente eficaz. Sólo cabe el recomendar que se tomen las medidas de profilaxis general para evitarla, así como el fijarse al máximo en el comportamiento de los peces que se vayan a adquirir. El pez neón, uno de los más sensibles a esta enfermedad, muestra dos puntos amarillentos en la base del pedúnculo caudal. No se cree que existan posibilidades de contraer esta enfermedad por contacto con peces tuberculosos, pero se han citado algunas infecciones cutáneas a nivel de las manos y brazos, por lo que se recomienda consultar al [médico] si se observan algunas de estas anomalías.

Los acuarios en que se hayan desencadenado graves infecciones deben desinfectarse a fondo antes de volverlos a Poblar. Sin asegurar el éxito, se citan a continuación los tratamientos que más suelen utilizarse contra la tuberculosis.

En los primeros estados de la enfermedad puede tratarse con estreptomicina y PAS (ácido paraaminosalicílico) unos 650 mg por cada 5 1. También puede utilizarse sulfanoami-das. La Kanamycina al 0,01 % en la alimentación o en baños 0,02-0,05 g/1, ha sido citada como bastante eficaz. Una alimentación a base de comida viva, protozoos y mantener a los peces en una solución de 2,5 g de acriflavina y 2 g de azul de metileno por cada 1000 1 de agua durante unos quince días, puede dar abundantes casos de curaciones. Tal vez el tratamiento más eficaz es la aureomicina (26 mg/1) durante cuatro días, repitiendo la dosis el segundo día.

Fuentes