Un chiquillo sentado

Un chiquillo sentado
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Datos Generales
Autor(es):Víctor Manzano y Mejorada
Año:1859
País:Bandera de España España
Datos de la Pintura o dibujo
Técnica:Óleo Lienzo
Dimensiones:106 X 83 cm
Localización:Museo del Prado(No expuesto)

Un chiquillo sentado. Es Óleo sobre lienzo pintado por Víctor Manzano y Mejorada en 1859.

La obra

Un muchacho, vestido con ropas humildes y descalzo, está sentado en el suelo junto a su sombrero, con las piernas recogidas. Con la cabellera revuelta y el rostro serio, mira fijamente al espectador con una serena melancolía en su gesto, mientras sostiene en el regazo un libro abierto, sobre el que posa la mano.

Aunque, a pesar de su prematura muerte, Víctor Manzano cuajó una sólida carrera como pintor de cuadros de composición de distintos géneros, erigiéndose con toda justicia como una de las personalidades más relevantes de la pintura española de los años centrales del siglo XIX, fue también hábil retratista y pintor de tipos costumbristas, facetas de las que el Prado conserva un conjunto notable de lienzos legados por el hijo del artista y trabajador del Museo, entre los que esta pintura es sin duda su obra más sobresaliente y seductora. En efecto, lejos del pintoresquismo anecdótico y superficial con que los pintores de su tiempo representaron a los tipos populares de pobre condición en los últimos ecos del Romanticismo, Manzano interpreta a su modelo con una cercanía respetuosa y digna, de una ternura íntima, verdaderamente emocionante. Así, le hace posar en una actitud serena y tranquila, de un ponderado clasicismo, huella del rigor académico en que se formó el artista, que demuestra aquí sus excepcionales dotes como dibujante, su maestría en el manejo del claroscuro y la sutil elegancia de su sentido del color, sobrio y escueto, que definen su estilo más personal.

Por otra parte, Manzano dignifica a su joven modelo al colocar en sus manos un libro abierto como muestra de su instrucción a pesar de su condición humilde, pretendiendo indicar con ello su capacidad de leer, facultad que en el siglo XIX suponía un nivel de educación todavía raro incluso en las clases medias. El cuadro es además espléndido ejemplo de la exquisita depuración técnica que caracteriza toda la obra de Víctor Manzano, en la que muestra siempre una comprensión profunda del arte de Velázquez, incluso varios años antes de que artistas como Rosales encaminaran definitivamente la dirección de la pintura española hacia la tradición de los grandes maestros del pasado.

Fuente