Usuario:TripleS/Zona 8

Síndrome Urofacial de Ochoa. El síndrome urofacial o de Ochoa consiste en la asociación de una facies típica de inversión de la expresión facial al sonreír (al invertirse la boca, la sonrisa se asemeja al llanto), con una disfunción vesical no neurogénica, ni debida a obstrucción orgánica. Si la disfunción vesical pasa desapercibida o no es tratada, secundariamente, puede aparecer afectación del tracto urinario superior en forma de dilataciones, nefropatía de reflujo (RVU) o incluso insuficiencia renal[1].

Referencias




http://religionyorubagbcoa.es.tl/kari-osha-d-hacerse-santo.htm

Kari Ocha: Ceremonia de hacerse Santo


En muchas ocasiones ustedes habrán escuchado la expresión: “Esa persona tiene santo hecho” o “Tengo hecho Yemayá”, también se puede escuchar frecuentemente cuando alguien dice: “Mi madrina le va a hacer santo a fulano”. Estas y muchas otras expresiones se usan mucho en el ámbito de la santería y lo que quieren decir es que van a consagrar o están consagrados como olochas, en otras palabras, como santeros o santeras. De eso se trata el Kari Ocha, es la ceremonia que logra que la esencia de un oricha se integre al cuerpo y espíritu de una persona. Los motivos para consagrar a una persona en la regla de ocha son básicamente los mismos por lo que se le ponen los collares de fundamento: por salud, por devoción, por tradición, por vocación religiosa o porque un oricha reclama a su hijo para ser consagrado. Hay que regirse por los oráculos de Ifá o por los caracoles para determinar el momento en que la persona debe consagrarse, no puede ser por capricho. Por más que la religión se vea llamativa, siempre hay que esperar el momento adecuado para hacerlo, además es bien sabido que la religión no es para los que no comparten ésta creencia religiosa, por lo tanto no se debe presionar a nadie para que se integre a ella sin motivos, sólo se debe hacer si los oráculos manifiestan la necesidad de realizar los rituales. Inclusive podemos citar el hecho de que en la antigüedad a los que realmente se les hacía santo era a los reyes yorubas, descendientes directos de Oduduwa, y a sus más cercanos contribuyentes. Cuando la religión llegó a América, traída por los esclavos, la situación cambió radicalmente, ya las consagraciones tenían una motivación fundamentada en la sobrevivencia. Actualmente las cosas han cambiado y las puertas de la religión están abiertas para todo el que la necesite pero, como dijimos antes, hay que esperar a que los oráculos determinen el momento para la consagración. Lo primero que se debe hacer antes de consagrarse en santo es saber exactamente cuál es el ángel de la guarda u oricha regente del aleyo o iniciado, ese es el que va a su cabeza en el momento de la consagración, no puede ser otro, por lo que un padrino o madrina responsable debe llevar a su ahijado al “pie de Ifá” para que Orula diga cuál es exactamente el oricha que va a ser coronado. Muchas casas de santo averiguan el ángel de la guarda del aleyo con los caracoles, cosa que no debe ser, debido a que Orula es el que tiene la potestad de hacerlo. Esto nace en el oldun “Osa - Iroso”, donde un patakí cuenta que Obatalá por ser el dueño de las cabezas cada vez que a alguien había que hacerle Kari Ocha, se le hacía Obatalá. Debido a esto los demás orichas se quejaron ante Olofi y éste determino que el ángel de la guarda de los humanos lo determinaría un oricha imparcial, o sea, un oricha que no fuera a la cabeza de nadie, por eso es que Orula es el que determina los ángeles de la guarda, porque Orula no se corona. Ya sabemos que muchas casas lo hacen con los caracoles en estera debido a una costumbre cubana fundamentada en el hecho de que en cierta época, en Cuba, escaseaban los Babalawos y tenían que resolver la situación con sus caracoles. Esta costumbre se ha mantenido en algunas casas pero hoy en día hay suficientes babalawos honestos para que se haga el registro de la manera debida.

Luego de saber el oricha regente, el padrino o madrina y la Oyugbona prepara el santo, el cual va a durar 7 días. El primer día se hace un ceremonial en donde se le informa a Olofi que una cabeza va a ser consagrada en la Tierra y la que se encarga de dar la información es Ochún. Posteriormente, al día siguiente, se realiza la consagración en donde están presentes la madrina o padrino, la Oyugbona, varios Santeros, uno o más Babalawos y el Obá, quien es el que va a dirigir todo el ceremonial y se va a encargar de llamar, con cantos y rezos en lengua yoruba, a todos los orichas, conjuntamente con los elementos de la Naturaleza para que consagren esa cabeza. Ese día, además de la consagración, nacen los fundamentos secretos del nuevo olocha. Dice la historia que antiguamente se entregaba solamente el secreto del oricha tutelar y el de Elegguá, pero ahora se entregan los todos los orichas principales. El día siguiente es el llamado “día del medio” y es donde se corona al recién consagrado como un nuevo Rey Yoruba. Esto se realiza en un trono hecho con hermosas telas, y todas las personas presentes, consagradas o no, tendrán la oportunidad de compartir junto al Iyawó, un festejo con música, tambores y un gran festín. Posteriormente al “día del medio” viene el “día del Itá” o “lectura del porvenir”. Ese día está destinado para que los orichas hablen por medio de los caracoles y emitan los consejos que el Iyawó deberá tener en cuenta durante el resto de su vida. Los siguientes días son de descanso hasta que llega el “día de la plaza”, en donde el Iyawó va al mercado acompañado de su Oyugbona para comprarle frutas a los orichas. Luego es acompañado hasta su casa, con sus orichas y a partir de ese momento deberá vestir de blanco durante un año, además de seguir y respetar ciertas reglas de las cuales hablaremos en uno de los artículos de nuestro próximo número.

Hacerse el santo ayuda a las personas a encontrar la salud, el bienestar, la prosperidad y la evolución espiritual, pero hay que tener en cuenta que se adquiere un compromiso de respeto hacia los orichas, la religión, los mayores y hasta consigo mismo, porque seguir las normas y consejos que nos dan los orichas a la hora de consagrarnos nos ayudarán, como una eficaz guía para vivir una vida mejor.

http://ifeaxejewelry.com/kari ocha - ceremony.pdf

http://santeriacubana.net/hacerse-santo.php

Hacerse Santo                         

La ceremonia de coronación de santo se llama Kari Ocha y convierte a aleyo en santero o santera. Existen dos formas de recibir santo, Santo coronado y Santo lavado.

Santo Lavado

La ceremonia de Santo Lavado dura solo un día y no conlleva el tiempo de Iyaworaje ni requiere que se afeite la cabeza. Se recomienda recibir santo coronado a aquellas personas que no pretenda realizar funciones de santeros o santeras (consultas, trabajos, etc.). Cuando el ángel de la guarda es Ochun o Chango, se tiene que hacer Santo Coronado pues estos santos no aceptan Santo Lavado.

Santo Coronado

La ceremonia de Santo Coronado es bastante grande y trabajosa, en esta ceremonia el ángel de la guarda del aleyo corona su cabeza, por ellos se llama coronacion de santo. Para coronar santo hay que seguir algunos pasos:

Recepción de los Orichas Guerreros Elegua, Ogun, Ochosi y Ozun.
           

Determinación del Angel de la Guarda a través del Oráculo de Ifá. Orunla es el único método por el cual se puede establecer que oricha es el angel de la guarda o santo que va a coronar el aleyo, solamente en la ceremonia de mano de Orunla se conoce por Orunla cual es el Ángel de la Guarda de la persona. Hay numerosos santeros que afirman que esto no es cierto y engañan a los aleyos para que este nunca tenga acceso a un Babalawo lo que traerá graves repercusiones para quien haya sido víctima de una coronación equivocada e incluso para el santero que la realizó.

En las ceremonias de coronacion de santo deben participar un mínimo de 8 santeros y un babalawo (para el Akunaldo), a todos los santeros y babalwos presentes se le ha de mostrar alto respeto y de agasajar con comida y atenciones durante los ceremoniales. El ceremonial de coronación de santo dura 7 días, durante los cuales se ha de permanecer aislado en el Bordun o cuarto de Santo. Desde el primer día se le rasura la cabeza y se le trata como a un bebé, pues se considera que ha renacido y comienza a establecer su armonía con su orisha. En dependencia del ángel de la guarda se reciben diferentes Orishas, sin embargo, siempre se reciben los orichas Obbatalá, Changó, Yemayá y Ochún. Una de las partes más importantes de esta ceremonia es el Itá, que és la parte de la ceremonia en donde los orishas se comunican con el aleyo y le informan sobre su destino y que debe hacer para vivir una vida más próspera. Despues de esta primera semana, comienza el Iyaworaje, que es un período de 1 año durante el cual la persona ha de cumplir con ciertas reglas, entre las cuales está la de usar vestimenta blanca siempre que la situación lo permita, no salir de noche, comer en el suelo, no usar maquillaje, no dejarse ver la cabeza por los primeros 3 meses, comer en el suelo por 3 meses, sólo usar cuchara para comer. Durante el Iyaworaje la persona se deshace de las energías negativas que interfieren en su vida y desarrolla gran parte de la armonía que le brindará una nueva relación con su entorno y una aproximación diferente en su vida. En la coronación de santos se reciben a los siguientes orishas: Elegguá, el que abre los caminos.

 Ogún el dueño del trabajo y el quirófano  médico.
 Ochosi el cazador universal y garante de la  libertad.
 Ozún el dueño de la estabilidad y vigilante  del hogar.

Luego de estas ceremonias ya se está iniciado en la Santería. Tanto hombres como mujeres podrán conocer posteriormente mediante sus signos si podrán ascender a Ifá. Despues de Coronar Santo el aleyo puede consultar, hacer trabajos como ebo, tener ahijados, dar collares, y realizar otras actividades. La coronacion de saton es un ritual que da una posición importante en la religión a quien la recibe.

http://www.santeriacuba.com/hacerse-santo.html



                                                                        Hacerse santo                                                                 
                                                                
                       
                                                                                                                                                          
                                               
                                                                                                                                                                                               
                                       
                                                                                   

En la Santería, la ceremonia de coronación de santo, o asiento, o Kari Ocha, no es mas que el proceso por el que se pasa para convertirse en sacerdote o sacerdotiza, es decir santero o santera. Para llegar a coronarse o hacerse santo se deben pasar primero algunos pasos. Estos son:

Recibir los Orichas guerreros, estos son Elegua, Ogun, Ochosi y Ozun. Determinar a través del Oráculo de Ifá quien es el angel de la guarda o el santo que se va a coronar. Algunos reciben los collares antes de coronarse santo, ya que a veces sus medios económicos no les permiten coronarselo, y con los collares se obtiene una protección temporal. También antes de coronarse santo es recomendable recibir al Oricha Orula, este se puede recibir junto con los Orichas guerreros, durante esta ceremonia se recibe la mano de Orula, que es una protección general. Luego de esta ceremonia ya se está iniciado en la Santería y las mujeres reciben la denominación de apetebbí, ambos conocen a través de los signos que le salgan si luego pueden pasar a convertirse en Sacerdotes o Sacerdotisas de Ifá. Antes de coronarse santo se debe hacer también una misa espiritual, para mediante un o una medium conocer quienes son los muertos familiares que protegen a la persona, y si es necesario realizarles alguna ofrenda, así como se les da conocimiento de lo que la persona va a realizar.

La ceremonia de coronación de santo dura 7 días, durante los cuales se debe permanecer en una habitación, ya que desde el primer día se considera que la persona ha renacido por lo que se le trata como a un bebé, donde se le trae todo lo que necesita en esta habitación y comienza la purificación y la alineación con el Oricha.

Según sea el angel de la guarda se reciben Orichas diferentes, sin importar cual sea este, siempre se reciben los Orichas Obatalá, Changó, Yemayá y Ochún. Luego de coronarse Santo se entra en un período de un año conocido como Iyaworaje, donde la persona debe cumplir ciertas normas, una de las cuales es estar vestido completamente de blanco, siempre que la situación lo permita. Durante este período la persona pasa por un proceso de purificación y las malas energías, así como todo lo que obstaculiza su vida en ese momento le es apartado de su camino. ¿Para qué coronarse Santo? Coronarse santo da protección de los Orichas, además que permite conocer durante una adivinación conocida como Itá los consejos que estos nos dan, así como las cosas que nos prohiben para que tengamos una vida plena y feliz. El hacerse santo no conlleva a que la persona deje de ser cómo es o que tenga que modificar drásticamente sus hábitos de convivencia social. Ni renunciar a su condición humana natural, como así sucede con otros Sacerdotes de líneas más exigentes. Todo lo contrario.

Quién llega a esta sagrada unción experimenta gradualmente muchos cambios o modificaciones en todo su entorno, en su salud y en su psicología, todo esto a favor del interesado, convirtiéndolo en un ser pleno, socialmente útil, con una guía que lo llevará por la vida con más conocimiento de los eventos que están por acontecer en su transcurso.

Generalmente quién tiene que "hacerse santo" es por lo siguiente:

1.- Por destino, karma o cumplimentación espiritual. 2.- Por desórdenes emocionales, físicos y sociales extremosos e incontrolables. 3.- Por estabilidad general. 4.- Para evitar peligros inesperados marcados en su destino. 5.- Por amor y entrega a la misión. 6.- Por protección general.

Todo Olosha o Santero cuando se inicia, experimenta, gradualmente, un cambio o metamorfosis total en su vida, que va desarrollándose paulatinamente y en silencio durante los cinco años posteriores a su iniciación. Va alcanzando la armonía anhelada a través de disciplinas, fórmulas y consejos que se le ofrecen como Sacerdote o Sacerdotisa. La vida le cambia favorablemente en todos los órdenes.

Es un soberano error creerse que cuando uno llega a la unción está protegido absolutamente de todos los eventos marcados e irreversibles en el destino individual. La Santería, se vuelve en un apoyo o sostén para evitar los efectos dañinos extremos de esos eventos, pero no para quitarlos radicalmente de nuestras vidas.

Tampoco sirve para solapar hechos o actitudes antisociales. La Santería tiene poder para cambiar los malos hábitos, no para sostenerlos o aprobarlos con complicidad. Muchos creen, erróneamente, que haciendo santo uno se vuelve en súper hombre o súper mujer y eso no es cierto. Quién propaga esa lamentable información propagandística, sólo engaña y transmite una falsa imagen de nuestro oficio místico.

La Santería está para crear, como Madre Absoluta del Misticismo Yoruba, a hombres y mujeres socialmente útiles y para establecer un orden que proporcione equilibrio y una felicidad especial, si se saben entender los códigos y normas a los que estamos sujetos todos los seres humanos en este plano terrenal.

La Santería, facilita igualmente, con todo lo anterior, un crecimiento espiritual incomparable que hace al ser que la admite una persona diferente al común denominador existente. Coronarse santo es una experiencia maravillosa, y a medida que pasa el tiempo la comunicación con los Orichas y la protección que estos nos brindan traen a nuestra vida dicha y prosperidad, así como ayudan a superar los obstáculos de la vida.