Valle de México con la calzada de los Misterios (Cuadro)

Valle de México con la calzada de los Misterios (Cuadro)
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Cuadro del pintor Español José María Velasco donde recibe el nombre esta calzada de "Misterios" debido a los monumentos que recreaban los Misterios del Rosario, que fueron construidos durante la época colonial.
Datos Generales
Autor(es):José María Velasco
Año:1894
País:México

La Calzada de los Misterios, cuenta la historia que su nombre se debe desde los tiempos precolombinos, a ya que los ciudadadnos lo consideraban como un lugar místico y de carácter religioso, antes de la aparición de la Virgen de Guadalupe. Actualmente es una importante y larga avenida que se ubica al norte de la Ciudad de México y cuyo trayecto conecta al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe con el Paseo de la Reforma.

Historia

El trazo actual de la calzada fue hecho por los mexicanos, con el fin de unir México Tenochtitlan con el resto de la cuenca del Valle de México, esta calzada, ubicada al norte, conectó a la ciudad con el pueblo de Tepeyacac, el cual estaba ubicado al pie del Cerro del Tepeyac, en la actual Sierra de Guadalupe.

La historia de este poblado figura de importancia para el pueblo porque en él se encontraba un pequeño templo dedicado a la diosa Tonantzin (quien en la mitología mexica es considerada como la madre de los dioses), era el templo más visitado al igual que la actual Basílica, por personas de toda Mesoamérica y recorrían la antigua calzada para llegar al templo.

Era usada también como un dique el cual separaba el agua dulce que caía de los cerros del agua salada del lago de Texcoco.

Terminada la conquista fueron destruidas muchas obras de ingeniería levantadas por la mano indígena, y que comunicaban a la ciudad mexica con tierra firme, esta vía al igual que las demás siguió aún vigente dada su importancia a lo largo del periodo colonial.

A inicios de la época colonial la calzada fue mejorada ya que a raíz de las apariciones de la Virgen y la construcción de su templo en las faldas del cerro del Tepeyac, la población de la pequeña Villa de Guadalupe aumentó y requirió de una mejor forma de comunicarse con la cercana ciudad, donde se realizaban peregrinaciones hacía el Santuario Mariano desde el inicio del culto a la Virgen de Guadalupe, ya sea para venerarla o para pedir el término de las variadas inundaciones que azotaron a la entonces capital virreinal y por otro lado era el camino de acceso de los Virreyes a su llegada a la capital. En esta época la calzada se llamaba Santa Ana o Calzada de Piedra, aunque también era conocida como Calzada de Guadalupe.

En 1604 la Calzada sufrió daños debido a una inundación. Fue reconstruida en cinco meses, habiendo intervenido en la obra dos mil trabajadores. El Virrey y Arzobispo Fray Payo Enríquez gastó considerables sumas en su reparación, conservación y embellecimiento.

En 1741 se construyeron los puentes que atravesaban el Río Consulado y Río Guadalupe, este último de tres arcos y con una garita que daba acceso a la Villa, la nueva Calzada de Guadalupe al ser abierta en 1786 perjudicó y dañó a la antigua calzada la cual en ese tiempo era de piedra y se encontraba un poco dañada. La importancia de la Calzada de Guadalupe llegó al punto que en el Siglo XIX se veían planos donde el puente del Río Guadalupe ya no existía en Calzada de los Misterios.

En 1854 la Calzada de los Misterios fue remodelada y se construyó la vía del Ferrocarril Mexicano a Veracruz la cual dañó seriamente a los monumentos; aunado a eso algunos traficantes y ladrones robaron pedazos de los monumentos, con lo que se destruyeron siete.

De 1997 a 1999 se edificaron siete nuevos misterios para sustituir a los misterios destruidos anteriormente. Conjuntamente con la construcción de los nuevos misterios se mandó levantar una cruz monumental de 22 metros de alto, nombrada Monumento a los peregrinos, que fue bendecido por el Papa Juan Pablo II en 1999.

La pintura y sus personajes

El pintor naturalista mexicano José María Velasco lleva a cabo una serie de investigaciones para realizar la pintura que se volvería su obra maestra. Las mismas fueron de índole científica y botánica ya que él quería lograr plasmar la naturaleza y su anatomía a través de la pintura, es por eso que sus pinturas se utilizaban como ilustraciones para revistas científicas pues su exactitud y similitud con las especies reales es casi idéntica lo que funcionó para el estudio de las especies, cosa que no cualquier pintor podía lograr realizar en aquellos años.

El pintor solía acampar cuando dibujaba el Valle de México se sentaba y pintaba “la región más transparente”, y sus pinturas de paisaje se convirtieron en símbolo de identidad nacional.

Sus pinturas no pertenece al abandono sino al equilibrio, a esa pausa en la que todo cesa y se detiene brevemente, antes de transformarse en otra cosa”, en ellas podemos ver la Ciudad de México antes de ser esto, y por qué se infatuó Velasco con su topografía y su cielo.

Síntesis biográfica del autor

José María Velasco nació el 6 de julio de 1840 en Temascalcingo, Estado de México, según se lee en su fe de bautismo, recibió los nombres de José María Tranquilino Francisco de Jesús Velasco y Gómez-Obregón.

Fue el primero de 5 hijos de don Felipe Velasco y de doña María Antonia Gómez-Obregón de Velasco. En el año de 1849 su familia se trasladó a la Ciudad de México, en donde a los 5 meses de su llegada murió don Felipe, padre de José María, víctima de una epidemia de cólera morbo que asoló a la ciudad en el año de 1850.

A partir de la muerte de su padre, comenzó a trabajar como dependiente de una tienda de ropa, al mismo tiempo que hacía sus estudios en el Colegio Lancasteriano de Santa Catarina Mártir, en donde empezó a sentir una gran afición por el dibujo y también a mostrar grandes aptitudes.

Mientras vendía rebozos entró a tomar clases a la Escuela de Bellas Artes de la Academia de San Carlos en su horario nocturno. Ahí fue alumno del italiano Eugenio Landesio que lo llevó por los caminos del realismo y el arte del paisaje.

Por ese entonces sufrió un ataque al corazón, pero no se deja vencer por la enfermedad y sigue pintando. En el año de 1902 deja la clase de Perspectiva en la Academia de San Carlos. A partir del año de 1905, aunque su producción sigue siendo cuantiosa, pinta casi exclusivamente en su casa de la Villa de Guadalupe Hidalgo, donde muere el 26 de agosto de 1912. Fue sepultado en el panteón del Tepeyac.

Fuentes