Vicenta Moguel

Vicenta Moguel
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Fue la primera escritora vasca, la primera en traer las fábulas a la literatura vasca y la primera autora de la literatura infantil Juvenil vasca
NombreMogel Elguezábal, Bizenta Antonia
Nacimiento6 de junio de 1782
ciudad de Azcoitia, junta general de Deba-Urola,
comarca de Urola-Costa,
provincia de Guipúzcoa,
País Vasco,
Reino de España Bandera del Imperio Español
Fallecimiento29 de septiembre de 1854 (72 años)
ciudad de Abanto y Ciérvana,
junta general de Encartaciones,
partido judicial de Baracaldo,
comarca del Gran Bilbao,
provincia de Vizcaya,
País Vasco,
Reino de España Bandera del Imperio Español
Nacionalidadvasca
Ciudadaníaespañola
Ocupaciónescritora

Vicenta Moguel (provincia de Guipúzcoa, 6 de junio de 1782 - provincia de Vizcaya, 29 de septiembre de 1854) fue una escritora española en idioma vascuence.

Síntesis biográfica

Vicenta Moguel Elgezabal nació en 1782 en Azkoitia, localidad en la que su padre ejercía la medicina.[1]

Es considerada la primera mujer escritora en euskera, en una época en la que apenas les estaba permitido recibir clases, y desde pequeña mostró gran inclinación por la lectura.[2]

Siendo niña quedó huérfana y tuvo que mudarse con su hermano a casa de su tío paterno Juan Antonio Moguel, cura y escritor, residente en Marquina (Vizcaya).[3]

Con ocho años le pidió a su tío, el sacerdote Juan Antonio Moguel, que le enseñara latín. Este no quería, pero cuando vio que los verbos se los aprendió de tirón se dio cuenta de que era una niña lista y accedió. Por aquel entonces circulaban por Europa una colección de fábulas. El tío de Vicenta utilizaba estas fábulas para enseñar religión. Vicenta empezó a traducirlas y adecuarlas al lenguaje infantil y al euskera. A modo de ejercicio, las pasaba del dialecto vizcaíno al guipuzcoano. Su intención no era, como en el caso de su tío, enseñar religión con estas fábulas, sino una especie de código para hacer las cosas bien, y reescribió los cuentos para los hijos de los campesinos. La escritora opinaba que las historietas que a ella le habían contado de pequeña no eran muy cultas ni buenas, y quería darle una vuelta a este asunto. En casa de su tío estudió los clásicos, además de francés y filosofía. Tenía muchas ganas de aprender.[1]

Allí aprendió a leer y escribir en euskera, castellano y latín. De inteligencia poco común, aprendió bien el latín con ocho años por sí misma, animada al ver a su hermano Juan José Moguel, futuro sacerdote, diputado y autor vasco, estudiarlo con su tío, el también sacerdote Juan Antonio Moguel (Éibar, 1745 - Marquina, 1804), erudito y autor de la primera novela en vasco, Peru Abarca (1802), entre otras obras, amigo de Samaniego.[4]

En 1804, cuando contaba 22 años, publicó una traducción al vasco de una cincuentena de fábulas de Esopo en latín, Ipui onac, ceintzuetan arquituco dituzten euscaldun necazari ta gazte gueiac eracaste ederrac beren vicitza zucentzeco (‘buenas historias, hermosas lecciones para los campesinos vascos y los jóvenes que las escucharán para mejorar sus vidas’). Acababa de fallecer su tío Juan Antonio, del que incluye unas cuantas fábulas originales. La traducción se reimprimió en Bilbao en la editorial Euskal-Zale (1899) y en la editorial Euskal-Esnalea (1912).[4]

El libro de Vicenta presupone conocimientos humanísticos que le inculcó su tío; Vicenta, por demás, conoció personalmente y sostuvo correspondencia en 1805 con el ilustrado José Vargas Ponce (Cádiz, 1760 - Madrid, 1821),[5] amigo de su tío, y se relacionó con la Sociedad Vascongada de Amigos del País. En el año 1820 tradujo al euskera la Carta pastoral del primado de las Españas, publicada en Bilbao.[4]

Obra

Fue la primera escritora vasca, la primera en traer las fábulas a la literatura vasca y la primera autora de la literatura infantil juvenil vasca.

Tradujo y adecuó 50 fábulas de Esopo, les escribió moralejas rimadas y un pequeño glosario con los nombres de los animales que aparecen en su libro, con notas etimológicas y traducción al castellano, como se hacía entonces.[1]

Vicenta Moguel quería llevar las luces de la ilustración a su pueblo, Azkoitia. Así pues, la autora ofrece su obra a los niños y niñas y a los campesinos. Con este trabajo empieza la literatura infantil y juvenil en lengua vasca. Según recoge la Enciclopedia Auñamendi, escribió otras obras, como Gabonetaco cantia bizkaitar guztientzat (‘Canción de Navidad para todos los vizcaínos’), en 1819, tonada recogida en la antología de Mahn.[1]

En 1820 tradujo la pastoral episcopal con el título de Espaiñako gotzaiburuaren artzai idazkia (Carta pastoral del primado de las Españas); y colaboró en la corrección de los textos del alavés José Pablo de Ulíbarri, archivero-contador de la Anteiglesia de Abando (Vizcaya).[6]

Ejerció como profesora en la Sociedad de Amigos del País.

Fue una mujer adelantada a su tiempo. Ipui onak se publicó en 1804. Para entonces, su tío tenía escrito Peru Abarka, pero no vería la luz hasta 1881. El libro de Vicenta Moguel tiene dos prólogos, uno dirigido al lector vascohablante. Al final de la publicación hay otro añadido titulado “Adigarria” (‘explicación’), donde ―con buenas dosis de atrevimiento― explica que estaba más a gusto discutiendo sobre libros en las reuniones de su tío y escribiendo que haciendo los quehaceres propios de una mujer de la época. Se daba perfecta cuenta de que se salía de la norma.

En 1817 contrajo matrimonio en Marquina con Eleuterio Basozabal, un conocido comerciante y representante de compañías de Abando, lugar al que pronto cambió su residencia. Eleuterio Basozabal aparece como cargo público de Abando en compañía de José Pablo Ulibarri. Las relaciones entre las tres personas, Ulibarri, Basozabla y Vicenta Moguel, no se detienen en el aspecto político, sino que llegan al literario. Entre 1819 y 1832 Vicenta Moguel escribe y publica los Gabon Cantac [Canciones de Navidad, Villancicos] que se cantaban en la Iglesia de Santiago y en el convento de San Francisco de Bilbao. Algunas de esas canciones fueron firmadas de forma casi anónima “emacume batec ateriac, 1819. Urtian Abandoco elexatian” [“Publicadas por una mujer en 1819 en la anteiglesia de Abando”].[7]

Su ideología tradicionalista y carlista le acompaña en sus años de residencia en Abando y prueba de ello es su traducción de Espaiña-ko Gotzai-buruaren Artzai idazkia (1820) de Luis Borbon y Valllabriga. Al parecer, aunque el dato no está probado, fue traductora de la Diputación de Vizcaya, pero se conserva un texto de la Diputación cuya traducción es de Vicenta Moguel.[7]

Murió el 29 de setiembre de 1854 en Abando, a la edad de 71 años.[7]

En su localidad natal, Azkotia, hay un concurso de cuentos con entregas de premios a su nombre.

Fuentes