Visitas de Fidel Castro a Tacajó

Visitas de Fidel Castro a Tacajó
Información sobre la plantilla
Fidel llega a la empresa.JPG
Llegada de Fidel al Central Fernando de Dios


Visitas de Fidel Castro a Tacajó. El pueblo tacajoense recuerda cada año de manera especial las visitas de el máximo lider de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz en las fechas 28 de enero de 1970 y 28 de mayo de 1996, como acontecimientos históricos de gran importancia.

Historia de la primera visita

El 28 de enero de 1970, coincidiendo con el 117 aniversario del natalicio de el héroe nacional José Martí, se recibe una llamada desde el puesto de mando de zafra que radicaba en Los Pinos, Negritos, donde se informa que el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, había estado allí y que se dirigía a Deleite y se desconocía si en su recorrido visitaría el central “Fernando de Dios”. Se mantuvieron tranquilos, pero con la esperanza de contar aquí con la presencia del máximo líder de la Revolución. José Aguilera en esa época era el secretario del Administrador del central Amauri Gómez, y se mantuvo al lado del teléfono todo el tiempo. El despacho del Administrador estaba contiguo a su oficina, sólo los separaba una puerta. Recuerdo que frente a él se encontraba . Edilberto Palao Domínguez ,Alingue, ya fallecido que estaba esperando un despacho que había solicitado al Administrador para tratar sobre los embarques de azúcar en su condición de responsable de entrega de productos. El mismo se encontraba próximo a la puerta esperando ser llamado.

De pronto, frente a la oficina parqueó un jeep y de él bajaron 5 ó 6 compañeros vestidos de civil. En cuestión de minutos aquellos hombres rodearon el local de la oficina. luego 2 de ellos entraron en la oficina, saludaron y le dieron la mano al compañero Alingue y a José Aguilera. Se trataba de oficiales de la guardia personal de el comandante en jefe . Transcurridos 25 o 30 minutos la puerta de la oficina que daba al frente se abrió y a ella entró Fidel, saludo y les dio la mano a los allí presentes y acto seguido empujó la puerta y entró a la oficina del administrador, que era entonces el compañero Amauri Gómez. Los dos compañeros que habían entrado a la oficina antes de llegar Fidel le solicitaron al secretario utilizar el teléfono para hacer una llamada a la Habana. Él le explicó que el servicio de Larga Distancia era a través de un centro telefónico que radicaba en Cueto y que las llamadas que se solicitaban tardaban mucho.

Eso a ellos no les preocupó. Solicitaron a la compañera operadora del centro telefónico que los pusiera con el centro de Cueto, cuando comunicaron dieron una clave y un número, con el que querían hablar en la Habana y no tardo ni tres minutos en el que los mismos establecieran comunicación.

El compañero Alingue continuó de pie en la oficina y el secretario permaneció sentado en la silla de su buró y las dos manos sobre el. Uno de los dos compañeros de la guardia personal le dijo: Compañero, si usted tiene que extraer algún documento de las gavetas del buró puede hacerlo. Nosotros sabemos quien es usted y su confiabilidad. El les respondió: Compañero no tengo que sacar nada del buró y continuó con las manos sobre el buró.

El secretario nunca supo lo que Fidel habló con el administrador. El compañero Amauri solicitó la presencia de algunos de los cuadros de dirección para que dieran respuesta a las palabras del comandante. La entrevista con el administrador duro unos 20 min. Concluida esta Fidel salió acompañado de los presentes y se dirigió al central.

La noticia de la presencia del Fidel en el central se conoció enseguida y la población del batey de Tacajó comenzó a acudir y aglomerarse frente a la garita de entrada para esperar su salida y saludarlo ,era una multitud congregada.

Fidel dentro de la fábrica se dirigió primeramente a la sala de control de zafra para observar los gráficos expuestos sobre el comportamiento de los indicadores de producción. Allí conversó con los trabajadores e hizo preguntas. Luego se dirigió al laboratorio, después a las áreas de molino, hornos piso de azúcar y centrífugas.

En cada departamento visitado dialogó con los trabajadores. Al concluir su recorrido por la fábrica se dirigió de nuevo a los molinos, subió la escalerilla que conduce al puesto de trabajo del maquinillero, se detuvo y observó, entonces se dirigió al operador que en ese momento era Valeriano Ávila León, alias Nano, ya fallecido y le expreso: Un hombre no debe permanecer durante 8 horas con su cabeza y cuello inclinado hacia arriba, eso afecta el cerebro. Este puesto de trabajo por su continuidad debe planificarse para 6 horas, que es suficiente. Y a partir de ese momento se planificaron 4 turnos de 6 horas.

Frente al laboratorio se concentró un gran número de trabajadores que no estaban en esos momentos frente a sus máquinas y equipos de operación. Fidel se dirigió a ellos, los felicitó por el trabajo que venían realizando y los exhortó a continuar con el mismo entusiasmo y responsabilidad ante el puesto de trabajo para lograr una zafra eficiente, aportando la parte que les correspondía en la zafra de los 10 millones. Se despidió y les prometió que le haría una nueva visita al Fernando de Dios.

Historia de la segunda visita

26 años después el 28 de mayo de 1996, por haber cumplido el central su plan de producción de azúcar y haber brindado con sobrecumplimiento su aporte al plan de la provincia realizó Fidel la segunda visita a Tacajó, lo acompañaron Jorge Luis Sierra Cruz , primer secretario de la provincia en ese momento y otros funcionarios del Partido y la delegación del azúcar. Los periodistas que le acompañaban dejaron constancia gráfica del encuentro de Fidel con los trabajadores. El periódico Gramma unos días después publicó algunas fotos.

Fidel en Tacajó.JPG


Todo el pueblo acudia emocionado para ver a su lider , las calles  abarrotas de personas , nadie quería perder dicha oportunidad.

Pueblo emocionado.JPG

Los trabajadores de la actual empresa azucarera hacen real las palabras del comandante cuando expresó: "Fernando de Dios" No es un coloso, un gigante en la producción material de caña y de azúcar; pero es un coloso en lo moral, es un coloso como ejemplo de lo que es capaz de hacer un colectivo de hombres y mujeres con sentido de la disciplina, de la responsabilidad y con un fuerte sentimiento patriótico.

Fuente

  • Documentos de Archivo del Museo Municipal Báguano.

Enlaces externos