Viveros móviles

Definición

Viveros móviles
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Concepto:El vivero en bolsa consiste en plantar las posturas o estacas en bolsas de polietileno.


Viveros móviles o en bolsas. Son aquellos en que las semillas se siembran directamente en la bolsa, haciéndose raleos posteriormente si fuera necesario. La práctica ha demostrado que el uso de la bolsa tiene una serie de ventajas que supera con creces el vivero estacionario.

Ventajas

  • El vivero en bolsa puede situarse donde sea más conveniente, independiente del suelo, sin tener en cuenta su naturaleza y calidad; sólo que el lugar de asentamiento no sea anegadizo.
  • Las plantas no sufrirán en el momento del trasplante, ya que no experimentan mutilación en su sistema radicular y el tanto por ciento de plantas "presas" o "prendidas" después de efectuado el trasplante, será considerablemente superior.
  • Se ahorra el trabajo difícil y costoso del moteo.
  • Se economizan fertilizantes y el área de terrenos dedicada al vivero.
  • Se adelanta el ciclo de las posturas en la fase del vivero.
  • En caso de necesidad imperiosa, son más fáciles de proteger que si están en vivero estacionario.

Preparación de la mezcla para las bolsas:

Las bolsas que se utilicen para el vivero deben ser de buen tamaño, las de 30 por 38 cm se usan satisfactoriamente; las de mayor tamaño, son difíciles de manipular. El éxito del vivero radica, en gran parte, en la preparación de la mezcla para el llenado de las bolsas, la cual es fundamental en la obtención de posturas de buena o mala calidad. Para preparar la mezcla es necesario que el abono orgánico esté totalmente descompuesto y que la tierra que se utilice en ella no sea demasiado plástica, ya que un alto grado de plasticidad dificulta el desarrollo de las posturas, a causa de la gran humedad y poca aeración de la zona radicular, por lo que se recomienda una tierra suelta, preferiblemente roja, para mezclar con la materia orgánica. Para preparar la mezcla se recomienda cernir, separadamente, la tierra y la materia orgánica; estas se mezclarán en la proporción de una parte de materia orgánica y dos partes de tierra. Esta mezcla se hará lo más homogénea posible para ofrecer a las raíces un medio adecuado para su desarrollo. Después de llenadas las bolsas, deben colocarse en grupos de dos, en forma de hilera, y se dejará un espacio de unos 50 ó 60 cm entre estas hileras. La disposición de las hileras responde a una técnica muy parecida a la que se utiliza en el vivero tradicional, o sea, dejar espacios funcionales para las operaciones de cultivo y tratamientos fitosanitarios. Se hacen cinco hileras, se deja una calle de 2,50 m, después de nueve hileras y otra faja de 2,50 m, y así sucesivamente, hasta terminar el lote. El largo de las hileras nunca debe ser superior a 30 m.

Plantación de vivero móvil:

Para plantar en bolsas, como primera medida, estas serán regadas con anticipación de 12 horas. Al momento de plantar se abre con una púa un hueco profundo y ancho en el centro de la bolsa y se coloca la postura; luego, con ayuda de la púa, se le va echando tierra de los lados y se va apretando poco a poco. Si es necesario, se le dará un pequeño halón hacia arriba para que las raíces queden en una posición correcta, y el cuello quede al nivel del suelo. Lo más importante es que las raíces en su posición normal, ni hacia arriba, ni demasiado apretadas. Esta operación deberá realizarse en forma correcta para garantizarse éxito. Las labores de cultivo y transportación serán iguales a las aplicadas en viveros estacionarios. Otras labores que se realizan en viveros móviles son:
a. Debe removerse la tierra en las bolsas para evitar el endurecimiento que se produce al regarlas.
b. El riego debe hacerse en las horas más frescas, utilizando la tubería perforada o manguera.
c. Las bolsas hay que moverlas tantas veces como sea necesario para evitar que las raíces pasen el envase y se fijen en el suelo.

Enlaces externos

Red MES, SUM Sierra de Cubitas.[1]

Fuente

  • Guenkov, Guenko: Fundamentos de la horticultura cubana, Ed. Instituto del libro, La Habana, 1969.
  • Pastor Morales Estupiñán, Juan y Otros: Compendio de Agronomía 2do año, 2da parte, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1992.