William M Dickey

William M Dickey
Datos personales
Nombre completo	William M Dickey
Fecha de nacimiento	6 de junio de 1907
Lugar de nacimiento	Bastrop, Luisiana, Estados Unidos
Nacionalidad	Estado Unidense
Fecha de fallecimiento	12 de noviembre de 1993
Lugar de fallecimiento	Little Rock, Arkansas, Estados Unidos
Peso	84 kg
Carrera
Deporte	Béisbol

William M Dickey. Fue un jugador y entrenador de béisbol de Grandes Ligas. Jugó toda su carrera para los New York, donde disputó nueve Series Mundiales ganando ocho de ellas. Fue elegido para el Salón de la Fama en 1954.

Sintesis Biográfica

William M Dickey fue una figura paradigmática de los temibles conjuntos yanquis de la década de los treinta y los cuarenta. Este consistente receptor, que nació el 6 de junio de 1907 en Brastrop, Los Angeles, supo conducir con maestría sin par a un conjunto cuajado de estrellas monticulares durante sus 17 años de carrera en la Gran Carpa.

Dickey no solo mascoteaba magistralmente, tiraba con presión, y guiaba con prestancia a los serpentineros, sino también era un bateador fuera de serie cuando la victoria dependía de su madero. Todo ello hizo exclamar al destacado periodista Dan Daniel: «¡Bill Dickey no solo es un receptor, es un equipo de pelota!.

Bill, que siempre fue miembro de los Yankis de Nueva York, medía 6,1 pies y pesaba 185 libras. Su debut con esa franquicia tuvo lugar en 1928 y solamente se desempeñó en 10 desafíos, en los que compiló un average de 200 en quince veces al bate.

Relevancia como jugador

A partir de 1929, Dickey ocupó la receptoría regularmente y en esa segunda temporada bateó para 324 producto de 145 indiscutibles en 447 veces al rectángulo, con el valor añadido de 10 cuadrangulares y 65 carreras empujadas. Era tan combativa su actitud detrás del plato, tan dedicado al equipo su proceder en cada momento, así como innatas sus condiciones de líder dentro del conjunto, que hubiese tenido capacidad para capitanear el mismo de no haber estado ese cargo ocupado por otro superestrella llamado Lou Gehrig.

Dickey creó un patrón bate en mano a partir de entonces, pues en el decenio de 1930 a 1939 conectó por encima de los míticos .300 en nueve ocasiones. Logró 123 indiscutibles o más en cada uno de ellos, e incluso desde 1936 hasta 1939 impulsó más de cien anotaciones hacia el plato. Detrás del jon este jugador, calificado como todo un caballero dentro y fuera del terreno, mostraba una agudeza mental y un nivel de intimidación del contrario que, a su vez proporcionaba a sus lanzadores un grado de confianza adicional.

Solo fue expulsado del diamante en una oportunidad debido a un lapso mental. Ello ocurrió el 4 de julio de 1932 en un desafío contra los Senadores. El encuentro marchaba reñido y hubo una jugada en que el jardinero del Washington Carl Reynolds se lanzó hacia el plato en barrida e inmediatamente se acercó otra vez para verificar su había pisado la goma. Dickey tomó equivocadamente esas acciones como una señal de pelea, y no pensó dos veces para descargar su puño derecho sobre Carl, quien fue a la grama con mandíbula fracturada y Dickey fue multado con mil dólares amén de recibir una suspensión de 30 días Dickey, arrepentido, nunca pudo explicar después el motivo de tamaña exaltación.

Pero el número 8 de los yanquis tuvo también, contra los propios Senadores, muchos momentos felices d elos cuales enorgullecerse. Es una oportunidad el mentor de los Nats, Walter Johnson, movió dos veces al jardinero central hacia su derecha cuando Bill vino a empuñar, y en ambas ocasiones este encendió sendos triples entre left y center.

Cuando Dickey fue al bate por tercera vez, Johnson repitió la operación y el bateador conectó un batazo similar que entonces hubiese empatado una marca de triples para un encuentro, pero fue tanta la gracia propiciada a Bill por ese batazo, que sus incontrolables carcajadas solo le permitieron llegar hasta segunda para un doblete.

Bill tomó parte en su primera SM en 1932 y allí estuvo colosal. Baste decir que su promedio de bateo general fue 438 con siete inatrapables en 16 oportunidades al bate con lo que se consolidó en su naciente estrellato.

Estilo de Bateo

Su estilo de bateo era impacable y se ajustaba fácilmente tanto a tiradores zurdos como derechos. Y no sería 1932 la única ocasión en que Dickey batearía por encima de los 400 en clásicos otoñales, ya que igualmente repitió esa hazaña en 1938 al encender seis hits en quince veces al cajón.

Puede decirse que el bate de Bill siempre se mantuvo encendido, como demuestra su promedio de 351 en 1943, cuando ya tenía muchos años de duro batallar sobre él. Para no ser menos, en la SM terminó con promedio de 278 debido a sus cinco inatrapables en 18 veces. Su promedio general durante las 17 temporadas fue 313 producto de 1969 hist en 6300 turnos con 202 cuadrangulares, 930 carreras anotadas y 1209 empujadas.

Pero si extraordinario fue su derrotero al bate, su defensiva era de otra galaxia. En alarde de durabilidad, Bill estableció la marca de la Liga Americana de actuar como receptor trece campañas consecutivas.

Algo que ayudaba a Bill sobremanera era su memoria telegráfica. Cierta vez después de un encuentro, un hombre que vestía uniforme militar estaba en un elevador y se viró hacia Dickey, a quien expresó: seguro no te recuerdas de mi. Bill estudió a l militar por un momento le confesó: no recuerdo tu nombre, pero sí tengo mente que lanzábamos adentro y alto. El quien había jugado dos temporadas para los Atléticos de Filadelfía.

Este fue Dickey, que también brindó muchas lecciones de receptoría a su sucesor Yogi berra, qien igualmente utilizó durante su ilustre carrera, el número 8, retirado del roster de los Yanquis en 1972 junto con el de su maestro Bill.

Fallecimiento

Bill, que accedió al Salón de la Fama de Cooperstown en 1954, falleció en Little Rock, Arkansas, el 12 de noviembre de 1993 a la madura edad de 86 años. Se inmortalizó así por siempre el pionero de una pléyade de grandes enmascarados Yanquis, porque tras él vinieron Yogi Berra, Elston Howard y Thurman Munson.

Fuentes

• Baseball
• Directorio Deportivo
• Enciclopedia del Caribe
• Aquí se habla de Segundos Inning – Autor Rogelio A. Letusé La O, Pág 63.64,65,66 – Editorial José Martí