Xenicus de Lyall
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Xenicus de Lyall. Especie era un ave paseriforme perteneciente a la familia Acanthisittidae, que vivía en la isla Stephens, ubicada entre las dos islas principales de Nueva Zelanda. Este ejemplar se extinguió a finales del siglo XIX. En el momento en que fue descubierto por los científicos en 1894, su último refugio era la isla Stephens, situada en el estrecho de Cook. Fue detallado en 1895 por Lionel Walter Rothschild y Walter Buller, que se lo dedicó a David Lyall, guardián del faro de la isla Stephen. Los cucaracheros de Lyall vivos solo fueron avistados en dos ocasiones. El farero describió al «cucarachero de roca», como él lo llamó, como casi nocturno, «corriendo entre las rocas como un ratón y tan rápido en sus movimientos que no podía acercarse lo suficiente para golpearlo con un palo o una piedra». Actualmente, se conocen entre 16 y 18 especímenes (sin contar los huesos subfósiles), siendo recolectados por el gato del farero, por los propios fareros y por coleccionistas profesionales. El guardián del faro, quien era un gran aficionado a la ornitología, decide guardar las pieles y enviarlas a ornitólogos como Rothschild, el cual recibió ocho ejemplares, y Walter Buller. A partir de entonces no se encontraron más ejemplares, por lo que esta ave es considerada un caso único en la historia de especie que se extingue casi al mismo tiempo de ser descubierta para la ciencia.
Características físicas
Presentaba una envergadura pequeña, de igual forma, era un ave rechoncha, de cola y alas cortas, y al parecer incapaz de volar. Poseía un plumaje marrón oliva con una franja amarilla que le atravesaba el ojo. Su parte inferior era gris en las hembras, mientras que era amarillo parduzco en los machos, y las plumas de su cuerpo estaban ribeteadas de marrón.
Distribución
Gracias a los registros subfósiles, podemos establecer que se distribuyó por las dos islas principales de Nueva Zelanda. Comprobadamente, el cucarachero de Lyall se encontraba únicamente en la isla Stephens. Prehistóricamente, se había extendido por toda Nueva Zelanda antes de que los maoríes se establecieran en la tierra. Sus huesos se pueden encontrar en cuevas y depósitos dejados por búhos risueños en ambas islas principales. La presencia de un ave no voladora en una isla a 3,2 km del continente, junto con la rana de Hamilton, que puede morir por exposición al agua salada, puede parecer desconcertante, pero la isla Stephens estuvo conectada al resto de Nueva Zelanda durante la última glaciación, cuando los niveles del mar eran más bajos.
Causas que provocaron su extinción
Una de las supuestas causas que propiciaron la extinción del Cucarachero de la Isla Stephens radica en que era una especie extinta por culpa del gato del farero, llamado Tibbles, sin embargo, el cucarachero fue víctima de la rata polinesia y los numerosos gatos salvajes que habitaban la isla. Gran parte de lo que generalmente se ha establecido sobre la extinción de esta especie es erróneo o ha sido malinterpretado, empezando por el relato de Rothschild (1905), quien afirmó que un solo gato había matado a todas las aves. Gracias a Galbreath, Brown y Medway se ha revelado gran parte de la historia real del ave durante el poco tiempo que fue conocida por los investigadores.

