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Club Hermanas de Juan Bruno Zayas. Club revolucionario femenino conformado por mujeres patriotas, fundado el 8 de enero de 1897 en la ciudad de Santa Clara durante la guerra del 95, quienes auxiliaron a las tropas mambisas de la región central del país con alimentos, medicinas, vestimenta y otros accesorios para apoyar el logro de la independencia cubana del colonialismo español.   
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'''Club Hermanas de Juan Bruno Zayas'''. Club revolucionario femenino conformado por mujeres patriotas, fundado el [[8 de enero]] de [[1897]] en la ciudad de [[Santa Clara]] durante la [[Guerra del 95|Guerra de 1895]], quienes auxiliaron a las tropas mambisas de la región central del país con alimentos, medicinas, vestimenta y otros accesorios para apoyar el logro de la independencia cubana del colonialismo español.   
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=== Formación de los clubes femeninos en Santa Clara ===
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Como primera mención de un club femenino en Santa Clara puede mencionarse el dirigido por [[Carolina Rodríguez]] durante la [[Guerra Chiquita]], el cual era conformado por ambos sexos, pero dirigido por una destacada patriota fémina de nuestras guerras por la independencia. Durante esta gesta los clubes revolucionarios se dedicaron a recaudar fondos, a enrolar adeptos y no participaron directamente en la guerra. Luego de las bases constituyentes, tanto los clubes antes fundados como los nuevos se asocian al Comité Revolucionario de [[Nueva York]]<ref>Abad, Diana (1995): ''De la Guerra Grande al Partido Revolucionario Cubano''. Editorial Ciencias Sociales, La Habana,  p. 78.</ref>. El Comité tuvo mayor influencia en las asociaciones de la emigración y en la región occidental de Cuba; solo dos clubes en Cuba no eran del occidente, por lo cual no tuvo casi ningún dominio en las regiones central y oriental <ref>Barcia, María del C.; García, Gloria y Torres Cuevas, Eduardo (2006)'': Las luchas por la independencia nacional y las transformaciones estructurales.''1868-1898, t. 2, primera parte, Editorial Félix Varela, La Habana, p. 324.</ref>.
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En la ciudad de Santa Clara fundan, el [[29 de abril]] de [[1879]], el Club No. 48, bajo la orientación de Carolina Rodríguez y formado por humildes artesanos. Esta asociación se subordinó al Comité Cubano de Nueva York y estaba en contacto directo con [[Carlos Roloff]], en el exterior, y con el remediano [[Francisco Carrillo]]. La labor de tal club fue significativa para lograr la preparación del reinicio de la lucha en la región santaclareña, recaudando fondos económicos, material de guerra y reclutando personas para la nueva contienda. Dicho club, en particular, al encontrarse en cabeza de provincia, proyectó la formación de nuevos clubs en la zona. Además, cobró destaque en enviar información acerca de las tropas españolas y de los intentos de lucha por parte de los insurrectos independentistas en la zona central.<ref>Alfonso García, Luis (1999): ''La inteligencia mambisa en Santa Clara.'' Ediciones Capiro, Santa Claral, p. 43.</ref>
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Posteriormente, con la fundación del [[Partido Revolucionario Cubano]] y la preparación de la guerra necesaria varias mujeres profesaban en silencio su determinación por ayudar a libertar a su patria, pues, independientemente de que los comisionados no contactaron con la mujer cubana en la zona central, durante la Guerra de 1895 se fundaron clubes femeninos que apoyaron a las tropas insurrectas.
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=== Club revolucionario Hermanas de Juan Bruno Zayas ===
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La fundación de clubes femeninos durante la Guerra de 1895 ocurre también en Santa Clara por parte de algunas mujeres que también apoyaron desde el principio de la gesta a las tropas insurrectas. Por idea de [[José de Jesús Monteagudo]], el 8 de enero de 1897 [[Carmen Gutiérrez Morrillo]] convoca a una reunión en la casa del matrimonio de Damián Silva y Rosa Blanco, donde se encontraban distinguidas patriotas de la ciudad. Allí acuerdan crear un club denominado Hermanas de Juan Bruno Zayas, por las relaciones familiares y dependientes que tenían con el club Juan Bruno Zayas. Juntas, brindarían más apoyo de recursos y buscarían más informaciones para los mambises en ese año de 1897, tan precario para los cubanos y más para los independentistas. Eligen en esta reunión la membresía de dicho club:
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* Presidenta: Carmen Gutiérrez Morillo (Yara)<ref>Entre paréntesis los seudónimos utilizados por sus miembros, resultado de la cruel represión española.</ref>;
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* Tesorera: Florentina Peláez de Sed (Guisa)
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* Secretaria: Mercedes Estrada de Anido (Baire)
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* Vicepresidenta: María Luisa Morell de Lubián (Tunas)
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* Vocales: Lutgarda de León (Bayamo); Elvira Morales de Alfonso (Villa Clara); Mercedes Nodal de González (Peralejo); Rosa Blanco de Silva (Cacarajícara); Esther Lubián Morell, Concepción Avalos y Marina Anido y Estrada.<ref>Mani, Adriana y Moya, Nereyda (2021): ''Los clubes revolucionarios en Las Villas Occidentales.'' Editorial Mecenas, Cienfuegos, p. 35.</ref>
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Debido a los prejuicios y discriminaciones decimonónicas, los clubes femeninos estuvieron muy ligados a los miembros de los clubes masculinos de Las Villas Occidentales. Por ejemplo, en el caso de Santa Clara aparece primero el [[Club Revolucionario Juan Bruno Zayas|Club Juan Bruno Zayas]], luego el Club Hermanas de Juan Bruno Zaya; o sea, con una relación familiar con este y dependientes de él en un plan común de auxilio a las tropas mambisas.
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A la interioridad del club tales mujeres eran las esposas, las madres y las hijas de los miembros del Club Juan Bruno Zayas. La esposa de Rafael Lubián (presidente del Club Juan Bruno Zayas); María Luisa Morell de Santa Cruz era la vicepresidenta del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas; Esther Lubián (hija de este matrimonio) era vocal del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas; y su otro hijo, Silvio Lubián, era vocal del Club Juan Bruno Zayas. Con la misma regularidad, la esposa e hija de Agustín Anido, miembro de Club Juan Bruno Zayas: Mercedes Estrada de Anido y Marina Anido y Estrada eran tesorera y vocal del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas, respectivamente.  Se localizan también las esposas de [[Manuel García-Garófalo Morales|Manuel García Garófalo]] y de Enrique del Cañal, miembros de clubes en Santa Clara; Antonia Mesa de García Garófalo y Carmen Payrol de Cañal, como miembros del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas. 
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Entre las cooperantes del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas figuran las hermanas de Carmen Gutiérrez: Dolores y Nicolasa; y su tía, Inés Morillo. Se halla Javiera Consuegra, la madre de [[José de Jesús Monteagudo]]<ref>Consuegra, Wilfredo (1828): ''Diario de campaña. Guerra de Independencia 1895-1898.'' Imprenta y almacén de papel, La Habana, p. 115.</ref>, jefe de la Segunda División del Cuarto Cuerpo del Ejército Libertador, quien fuera conspiradora en la Junta Revolucionaria de Santa Clara, junto a Pastora González, miembro del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas. Aparece [[Marta Abreu|Martha Abreu de Estévez]], una de las personas que más dinero envió a la guerra y dueña del ingenio San Francisco, punto clave para las comunicaciones entre los clubes<ref>Lubián, Silvia (1961): ''El club revolucionario Juan Bruno Zaya.'' Dirección de Publicaciones Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, p. 139.</ref>.
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=== Acciones del club Hermanas de Juan Bruno Zayas ===
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Durante la Guerra Necesaria, debido a la vigilancia y control del régimen español sobre los laborantes, los clubes tuvieron que ser muy cautelosos en la recolección y entrega de los recursos, lo cual en varias ocasiones imposibilitó la remisión constante de recursos de primera necesidad para las tropas de la región central de Cuba. Resultado de la represión española, los miembros de los clubes en los poblados y ciudades ocupadas por los españoles sufrieron denuncias y traiciones que provocaron sus arrestos, por ejemplo: algunas miembros del club “Hermanas de Juan Bruno Zayas”<ref>García Garófalo, Manuel y Gutiérrez Morrillo, M. Carmen (1915): ''Manuel García Garófalo'', (s.e.), La Habana.</ref>  fueron apresadas en la zona del parque de El Carmen, en específico, Carmen Gutiérrez Morillo y sus hermanas.
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A pesar de estas circunstancias el club femenino de Santa Clara auxilio a las tropas de la Segunda División del Cuarto Cuerpo del Ejército Libertador con alimentos, vestimenta, diversos utensilios y con medicamentos. De hecho, la tarea fundamental de las asociaciones femeninas<ref>Posterior al Bando de Reconcentración, los clubes femeninos también auxiliaron a los reconcentrados en las ciudades de Santa Clara, Cienfuegos y Sagua la Grande. </ref> consistía en ayudar a los enfermos y heridos. Según argumenta Monteagudo en la misiva a los miembros del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas, espera que ''“el objetivo de ese club sea única y exclusivamente socorrer a los heridos y enfermos de las fuerzas”''<ref>Fondo Manuel García Garófalo (Archivo Histórico Provincial de Villa Clara), legajo 7, expediente 415.</ref>. Cumplida resultó dicha encomienda cuando suministraban a los hospitales —en la práctica ranchos de madera y pencas de guanos— además de alimentos y medicinas, vestimenta para los enfermos, goteros, colchonetas, armaduras de catres, almohadas, sábanas y cubiertos, a efectos de mejorar las condiciones de semejantes lugares.
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Durante 1898 se acrecentaron el hambre y las enfermedades en el Ejército Libertador, provocado por el hacinamiento de las tropas con el fin de las hostilidades y el bloqueo naval impuesto por los norteamericanos. En esas circunstancias, el apoyo brindado por el club femenino de Santa Clara con el envío de alimentos, medicinas y otros víveres, fue significativo para la supervivencia de las tres brigadas de la región central del país hasta la intervención militar norteamericana y la entrada, con el fin de la contienda, del Ejército Libertador a los poblados del país.
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== Referencias ==
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== Fuentes ==
 
== Fuentes ==
 
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* Abad, Diana (1995): ''De la Guerra Grande al Partido Revolucionario Cubano''. Editorial Ciencias Sociales, La Habana.
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* Alfonso García, Luis (1999): ''La inteligencia mambisa en Santa Clara.'' Ediciones Capiro, Santa Clara.
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* Barcia, María del C.; García, Gloria y Torres Cuevas, Eduardo (2006)'': Las luchas por la independencia nacional y las transformaciones estructurales.''1868-1898, t. 2, primera parte, Editorial Félix Varela, La Habana.
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* Consuegra, Wilfredo (1828): ''Diario de campaña. Guerra de Independencia 1895-1898.'' Imprenta y almacén de papel, La Habana.
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* García Garófalo, Manuel y Gutiérrez Morrillo, M. Carmen (1915): ''Manuel García Garófalo'', (s.e.), La Habana.
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* Lubián, Silvia (1961): ''El club revolucionario Juan Bruno Zaya.'' Dirección de Publicaciones Universidad Central de Las Villas, Santa Clara.
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* Mani, Adriana y Moya, Nereyda (2021): ''Los clubes revolucionarios en Las Villas Occidentales.'' Editorial Mecenas, Cienfuegos. 
 
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Club Hermanas de Juan Bruno Zayas
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Cuba Bandera de Cuba
Fundación:8 de enero de 1897
País:Cuba Bandera de Cuba
Dirección:Santa Clara

Club Hermanas de Juan Bruno Zayas. Club revolucionario femenino conformado por mujeres patriotas, fundado el 8 de enero de 1897 en la ciudad de Santa Clara durante la Guerra de 1895, quienes auxiliaron a las tropas mambisas de la región central del país con alimentos, medicinas, vestimenta y otros accesorios para apoyar el logro de la independencia cubana del colonialismo español.

Formación de los clubes femeninos en Santa Clara

Como primera mención de un club femenino en Santa Clara puede mencionarse el dirigido por Carolina Rodríguez durante la Guerra Chiquita, el cual era conformado por ambos sexos, pero dirigido por una destacada patriota fémina de nuestras guerras por la independencia. Durante esta gesta los clubes revolucionarios se dedicaron a recaudar fondos, a enrolar adeptos y no participaron directamente en la guerra. Luego de las bases constituyentes, tanto los clubes antes fundados como los nuevos se asocian al Comité Revolucionario de Nueva York[1]. El Comité tuvo mayor influencia en las asociaciones de la emigración y en la región occidental de Cuba; solo dos clubes en Cuba no eran del occidente, por lo cual no tuvo casi ningún dominio en las regiones central y oriental [2].

En la ciudad de Santa Clara fundan, el 29 de abril de 1879, el Club No. 48, bajo la orientación de Carolina Rodríguez y formado por humildes artesanos. Esta asociación se subordinó al Comité Cubano de Nueva York y estaba en contacto directo con Carlos Roloff, en el exterior, y con el remediano Francisco Carrillo. La labor de tal club fue significativa para lograr la preparación del reinicio de la lucha en la región santaclareña, recaudando fondos económicos, material de guerra y reclutando personas para la nueva contienda. Dicho club, en particular, al encontrarse en cabeza de provincia, proyectó la formación de nuevos clubs en la zona. Además, cobró destaque en enviar información acerca de las tropas españolas y de los intentos de lucha por parte de los insurrectos independentistas en la zona central.[3]

Posteriormente, con la fundación del Partido Revolucionario Cubano y la preparación de la guerra necesaria varias mujeres profesaban en silencio su determinación por ayudar a libertar a su patria, pues, independientemente de que los comisionados no contactaron con la mujer cubana en la zona central, durante la Guerra de 1895 se fundaron clubes femeninos que apoyaron a las tropas insurrectas.

Club revolucionario Hermanas de Juan Bruno Zayas

La fundación de clubes femeninos durante la Guerra de 1895 ocurre también en Santa Clara por parte de algunas mujeres que también apoyaron desde el principio de la gesta a las tropas insurrectas. Por idea de José de Jesús Monteagudo, el 8 de enero de 1897 Carmen Gutiérrez Morrillo convoca a una reunión en la casa del matrimonio de Damián Silva y Rosa Blanco, donde se encontraban distinguidas patriotas de la ciudad. Allí acuerdan crear un club denominado Hermanas de Juan Bruno Zayas, por las relaciones familiares y dependientes que tenían con el club Juan Bruno Zayas. Juntas, brindarían más apoyo de recursos y buscarían más informaciones para los mambises en ese año de 1897, tan precario para los cubanos y más para los independentistas. Eligen en esta reunión la membresía de dicho club:

  • Presidenta: Carmen Gutiérrez Morillo (Yara)[4];
  • Tesorera: Florentina Peláez de Sed (Guisa)
  • Secretaria: Mercedes Estrada de Anido (Baire)
  • Vicepresidenta: María Luisa Morell de Lubián (Tunas)
  • Vocales: Lutgarda de León (Bayamo); Elvira Morales de Alfonso (Villa Clara); Mercedes Nodal de González (Peralejo); Rosa Blanco de Silva (Cacarajícara); Esther Lubián Morell, Concepción Avalos y Marina Anido y Estrada.[5]

Debido a los prejuicios y discriminaciones decimonónicas, los clubes femeninos estuvieron muy ligados a los miembros de los clubes masculinos de Las Villas Occidentales. Por ejemplo, en el caso de Santa Clara aparece primero el Club Juan Bruno Zayas, luego el Club Hermanas de Juan Bruno Zaya; o sea, con una relación familiar con este y dependientes de él en un plan común de auxilio a las tropas mambisas.

A la interioridad del club tales mujeres eran las esposas, las madres y las hijas de los miembros del Club Juan Bruno Zayas. La esposa de Rafael Lubián (presidente del Club Juan Bruno Zayas); María Luisa Morell de Santa Cruz era la vicepresidenta del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas; Esther Lubián (hija de este matrimonio) era vocal del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas; y su otro hijo, Silvio Lubián, era vocal del Club Juan Bruno Zayas. Con la misma regularidad, la esposa e hija de Agustín Anido, miembro de Club Juan Bruno Zayas: Mercedes Estrada de Anido y Marina Anido y Estrada eran tesorera y vocal del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas, respectivamente. Se localizan también las esposas de Manuel García Garófalo y de Enrique del Cañal, miembros de clubes en Santa Clara; Antonia Mesa de García Garófalo y Carmen Payrol de Cañal, como miembros del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas.

Entre las cooperantes del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas figuran las hermanas de Carmen Gutiérrez: Dolores y Nicolasa; y su tía, Inés Morillo. Se halla Javiera Consuegra, la madre de José de Jesús Monteagudo[6], jefe de la Segunda División del Cuarto Cuerpo del Ejército Libertador, quien fuera conspiradora en la Junta Revolucionaria de Santa Clara, junto a Pastora González, miembro del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas. Aparece Martha Abreu de Estévez, una de las personas que más dinero envió a la guerra y dueña del ingenio San Francisco, punto clave para las comunicaciones entre los clubes[7].

Acciones del club Hermanas de Juan Bruno Zayas

Durante la Guerra Necesaria, debido a la vigilancia y control del régimen español sobre los laborantes, los clubes tuvieron que ser muy cautelosos en la recolección y entrega de los recursos, lo cual en varias ocasiones imposibilitó la remisión constante de recursos de primera necesidad para las tropas de la región central de Cuba. Resultado de la represión española, los miembros de los clubes en los poblados y ciudades ocupadas por los españoles sufrieron denuncias y traiciones que provocaron sus arrestos, por ejemplo: algunas miembros del club “Hermanas de Juan Bruno Zayas”[8] fueron apresadas en la zona del parque de El Carmen, en específico, Carmen Gutiérrez Morillo y sus hermanas.

A pesar de estas circunstancias el club femenino de Santa Clara auxilio a las tropas de la Segunda División del Cuarto Cuerpo del Ejército Libertador con alimentos, vestimenta, diversos utensilios y con medicamentos. De hecho, la tarea fundamental de las asociaciones femeninas[9] consistía en ayudar a los enfermos y heridos. Según argumenta Monteagudo en la misiva a los miembros del Club Hermanas de Juan Bruno Zayas, espera que “el objetivo de ese club sea única y exclusivamente socorrer a los heridos y enfermos de las fuerzas”[10]. Cumplida resultó dicha encomienda cuando suministraban a los hospitales —en la práctica ranchos de madera y pencas de guanos— además de alimentos y medicinas, vestimenta para los enfermos, goteros, colchonetas, armaduras de catres, almohadas, sábanas y cubiertos, a efectos de mejorar las condiciones de semejantes lugares.

Durante 1898 se acrecentaron el hambre y las enfermedades en el Ejército Libertador, provocado por el hacinamiento de las tropas con el fin de las hostilidades y el bloqueo naval impuesto por los norteamericanos. En esas circunstancias, el apoyo brindado por el club femenino de Santa Clara con el envío de alimentos, medicinas y otros víveres, fue significativo para la supervivencia de las tres brigadas de la región central del país hasta la intervención militar norteamericana y la entrada, con el fin de la contienda, del Ejército Libertador a los poblados del país.

Referencias

  1. Abad, Diana (1995): De la Guerra Grande al Partido Revolucionario Cubano. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, p. 78.
  2. Barcia, María del C.; García, Gloria y Torres Cuevas, Eduardo (2006): Las luchas por la independencia nacional y las transformaciones estructurales.1868-1898, t. 2, primera parte, Editorial Félix Varela, La Habana, p. 324.
  3. Alfonso García, Luis (1999): La inteligencia mambisa en Santa Clara. Ediciones Capiro, Santa Claral, p. 43.
  4. Entre paréntesis los seudónimos utilizados por sus miembros, resultado de la cruel represión española.
  5. Mani, Adriana y Moya, Nereyda (2021): Los clubes revolucionarios en Las Villas Occidentales. Editorial Mecenas, Cienfuegos, p. 35.
  6. Consuegra, Wilfredo (1828): Diario de campaña. Guerra de Independencia 1895-1898. Imprenta y almacén de papel, La Habana, p. 115.
  7. Lubián, Silvia (1961): El club revolucionario Juan Bruno Zaya. Dirección de Publicaciones Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, p. 139.
  8. García Garófalo, Manuel y Gutiérrez Morrillo, M. Carmen (1915): Manuel García Garófalo, (s.e.), La Habana.
  9. Posterior al Bando de Reconcentración, los clubes femeninos también auxiliaron a los reconcentrados en las ciudades de Santa Clara, Cienfuegos y Sagua la Grande.
  10. Fondo Manuel García Garófalo (Archivo Histórico Provincial de Villa Clara), legajo 7, expediente 415.

Fuentes

  • Abad, Diana (1995): De la Guerra Grande al Partido Revolucionario Cubano. Editorial Ciencias Sociales, La Habana.
  • Alfonso García, Luis (1999): La inteligencia mambisa en Santa Clara. Ediciones Capiro, Santa Clara.
  • Barcia, María del C.; García, Gloria y Torres Cuevas, Eduardo (2006): Las luchas por la independencia nacional y las transformaciones estructurales.1868-1898, t. 2, primera parte, Editorial Félix Varela, La Habana.
  • Consuegra, Wilfredo (1828): Diario de campaña. Guerra de Independencia 1895-1898. Imprenta y almacén de papel, La Habana.
  • García Garófalo, Manuel y Gutiérrez Morrillo, M. Carmen (1915): Manuel García Garófalo, (s.e.), La Habana.
  • Lubián, Silvia (1961): El club revolucionario Juan Bruno Zaya. Dirección de Publicaciones Universidad Central de Las Villas, Santa Clara.
  • Mani, Adriana y Moya, Nereyda (2021): Los clubes revolucionarios en Las Villas Occidentales. Editorial Mecenas, Cienfuegos.