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'''Los disparates.''' Creados por el artista  [[Francisco de Goya]] probablemente a lo largo de un septenio, entre 1816 y 1823, no fueron editados en vida de éste.  
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'''Los disparates.''' Creados por el artista  [[Francisco de Goya]] probablemente entre 1815 y 1823, no fueron editados en vida de éste.  
 
==Historia==
 
==Historia==
Su primer propietario conocido fue R. Garreta, coleccionista madrileño;  el segundo, el santanderino J. Machén; y el tercero, el actual, la Real  Academia de Bellas                  Artes de San Fernando, que los adquirió en 1862. Eran dieciocho  láminas inglesas de cobre, a las que habría que sumar otras cuatro, que  fueron a parar a Francia, y que                  no forman parte de la edición oficial. La primera publicación, con el  inadecuado título de Proverbios, corrió a cargo de L.  Potenciano, por mandato de la Academia                  (1864). Después fueron estampadas, siempre por decisión de la Academia  y en su gabinete de la Calcografía Nacional, en diez ocasiones más, la  última de ellas en 1983,                  fecha en la que la Docta Corporación acordó no volver a imprimirlas,  para preservar las planchas de cualquier desgaste.
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En 1864, con el título general de ''Los proverbios'', la  Real Academia publicó 18 grabados que hoy se conocen mejor con el nombre  de Los disparates (a  estas 18 habría que añadir cuatro más que  estarían entre los cobres del  pintor romántico, Eugenio Lucas).
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De  todos los grabados de Goya esta  colección de Disparates es la de más  dificil interpretación. Al  publicarla la Academia con el título de ''Los proverbios'', siguiendo la  tradición de series barrocas, indujo a pensar  que cada estampa ilustraba  un proverbio, refrán o dicho. En cualquier  caso, no existe acuerdo  sobre el sentido general de la serie, si es que  tiene algún otro aparte  de ser un conjunto de disparates, y se discute  sobre la totalidad y cada  uno de los grabados.
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Su primer propietario conocido fue R. Garreta, coleccionista madrileño;  el segundo, el santanderino J. Machén; y el tercero, el actual, la Real  Academia de Bellas                  Artes de San Fernando, que los adquirió en [[1862]]. Eran dieciocho  láminas inglesas de [[cobre]], a las que habría que sumar otras cuatro, que  fueron a parar a [[Francia]], y que                  no forman parte de la edición oficial.  
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La primera publicación, con el  inadecuado título de Proverbios, corrió a cargo de L.  Potenciano, por mandato de la Academia                  ([[1864]]). Después fueron estampadas, siempre por decisión de la Academia  y en su gabinete de la Calcografía Nacional, en diez ocasiones más, la  última de ellas en [[1983]],                  fecha en la que la Docta Corporación acordó no volver a imprimirlas,  para preservar las planchas de cualquier desgaste.
  
 
De todos los grabados goyescos han sido, sin duda, los que han  despertado más constante interés. Todos los tratadistas, desde los  pioneros Yriarte y Lefort,                  estudiosos, poetas, artistas o filósofos, tales como Baudelaire,  Huysmans, Carderera, Mélida, A. L. Mayer, Paul Klee, Araujo, E. Nolde,  Blamire Young, F. S. Wight, Aldous                  Huxley, Gómez de la Serna, Camón, Glendinning, Carrete o M. Armstrong  Roche, se han sentido fascinados por esta obra inclasificable, "alegoría  sombría y enigmática", espejo                  de los "pecados y estulticias originales" del ser humano,  carnavalesca, albergue de realismo mágico, expresión de lo Sublime  Terrible, "oscuramente subversiva", cuna del                  expresionismo por su inextricable mezcla de emociones fuertes y de  terror, logrado a veces mediante lo grotesco, que produce vértigo por su  exacerbado pesimismo y en la                  que se produce una auténtica apoteosis de lo irracional.
 
De todos los grabados goyescos han sido, sin duda, los que han  despertado más constante interés. Todos los tratadistas, desde los  pioneros Yriarte y Lefort,                  estudiosos, poetas, artistas o filósofos, tales como Baudelaire,  Huysmans, Carderera, Mélida, A. L. Mayer, Paul Klee, Araujo, E. Nolde,  Blamire Young, F. S. Wight, Aldous                  Huxley, Gómez de la Serna, Camón, Glendinning, Carrete o M. Armstrong  Roche, se han sentido fascinados por esta obra inclasificable, "alegoría  sombría y enigmática", espejo                  de los "pecados y estulticias originales" del ser humano,  carnavalesca, albergue de realismo mágico, expresión de lo Sublime  Terrible, "oscuramente subversiva", cuna del                  expresionismo por su inextricable mezcla de emociones fuertes y de  terror, logrado a veces mediante lo grotesco, que produce vértigo por su  exacerbado pesimismo y en la                  que se produce una auténtica apoteosis de lo irracional.
  
A diferencia de lo que sucede con otras series, no se sabe de cierto  cuál hubiera sido la secuencia concreta que Goya pensaba asignar a estas  fantásticas                  creaciones basadas en el carnaval de Madrid. Dato relevante porque,  como sucede a veces en los Caprichos, la contigüidad de ciertas  estampas ayuda a interpretar                  su intención. Se conocen 20 dibujos preparatorios, hechos mediante  sanguina y aguada roja, a menudo muy reformados en la plancha definitiva  y que no ayudan al esclarecimiento                  de los últimos significados que Goya quiso dar a sus portentosas y  atormentadas creaciones. Los Disparates están, pues, destinados  a ser objeto de continuada reflexión                  por parte de sus espectadores, que hallarán en ellos una inagotable  fuente de inquietudes y cuestiones sobre la naturaleza profunda del ser  humano.
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A diferencia de lo que sucede con otras series, no se sabe de cierto  cuál hubiera sido la secuencia concreta que Goya pensaba asignar a estas  fantásticas                  creaciones basadas en el carnaval de [[Madrid]]. Dato relevante porque,  como sucede a veces en los Caprichos, la contigüidad de ciertas  estampas ayuda a interpretar                  su intención.  
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Se conocen 20 dibujos preparatorios, hechos mediante  sanguina y aguada roja, a menudo muy reformados en la plancha definitiva  y que no ayudan al esclarecimiento                  de los últimos significados que Goya quiso dar a sus portentosas y  atormentadas creaciones. Los Disparates están, pues, destinados  a ser objeto de continuada reflexión                  por parte de sus espectadores, que hallarán en ellos una inagotable  fuente de inquietudes y cuestiones sobre la naturaleza profunda del ser  humano.
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==Descripción de la obra==
 
==Descripción de la obra==
 
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Los grabados están realizados al  aguafuerte y aguatinta, con retoques a  punta seca y buril, tienen unas  dimensiones de 24,5 por 35 centímetros  y parece que [[Goya]] empezó a  realizarlos a partir de [[1815]] y los  terminaría en [[1823]], en [[cobre]]s que  pertenecían al mismo lote que los de  La Tauromaquia, por eso dicen que  se parecen tantos (en algunos el  parecido es evidente, como en Disparate de Tontos, con figuras de  toros  volando).
  
 
==Datos del  autor==
 
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==Enlaces relacionados==
 
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*[http://www.ecured.cu/index.php/Francisco_de_Goya  EcuRed]
 
*[http://www.ecured.cu/index.php/Francisco_de_Goya  EcuRed]
 
  
 
==Fuentes==
 
==Fuentes==

Revisión del 11:51 9 feb 2012

Los disparates
Información sobre la plantilla
Datos Generales
Autor(es):Francisco de Goya
Año:Entre 1815 y 1823
País:Bandera de España España
Técnica:Grabados en Cobres
Localización:Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) Bandera de España España

Los disparates. Creados por el artista Francisco de Goya probablemente entre 1815 y 1823, no fueron editados en vida de éste.

Historia

En 1864, con el título general de Los proverbios, la Real Academia publicó 18 grabados que hoy se conocen mejor con el nombre de Los disparates (a estas 18 habría que añadir cuatro más que estarían entre los cobres del pintor romántico, Eugenio Lucas).

De todos los grabados de Goya esta colección de Disparates es la de más dificil interpretación. Al publicarla la Academia con el título de Los proverbios, siguiendo la tradición de series barrocas, indujo a pensar que cada estampa ilustraba un proverbio, refrán o dicho. En cualquier caso, no existe acuerdo sobre el sentido general de la serie, si es que tiene algún otro aparte de ser un conjunto de disparates, y se discute sobre la totalidad y cada uno de los grabados.

Su primer propietario conocido fue R. Garreta, coleccionista madrileño; el segundo, el santanderino J. Machén; y el tercero, el actual, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que los adquirió en 1862. Eran dieciocho láminas inglesas de cobre, a las que habría que sumar otras cuatro, que fueron a parar a Francia, y que no forman parte de la edición oficial.

La primera publicación, con el inadecuado título de Proverbios, corrió a cargo de L. Potenciano, por mandato de la Academia (1864). Después fueron estampadas, siempre por decisión de la Academia y en su gabinete de la Calcografía Nacional, en diez ocasiones más, la última de ellas en 1983, fecha en la que la Docta Corporación acordó no volver a imprimirlas, para preservar las planchas de cualquier desgaste.

De todos los grabados goyescos han sido, sin duda, los que han despertado más constante interés. Todos los tratadistas, desde los pioneros Yriarte y Lefort, estudiosos, poetas, artistas o filósofos, tales como Baudelaire, Huysmans, Carderera, Mélida, A. L. Mayer, Paul Klee, Araujo, E. Nolde, Blamire Young, F. S. Wight, Aldous Huxley, Gómez de la Serna, Camón, Glendinning, Carrete o M. Armstrong Roche, se han sentido fascinados por esta obra inclasificable, "alegoría sombría y enigmática", espejo de los "pecados y estulticias originales" del ser humano, carnavalesca, albergue de realismo mágico, expresión de lo Sublime Terrible, "oscuramente subversiva", cuna del expresionismo por su inextricable mezcla de emociones fuertes y de terror, logrado a veces mediante lo grotesco, que produce vértigo por su exacerbado pesimismo y en la que se produce una auténtica apoteosis de lo irracional.

A diferencia de lo que sucede con otras series, no se sabe de cierto cuál hubiera sido la secuencia concreta que Goya pensaba asignar a estas fantásticas creaciones basadas en el carnaval de Madrid. Dato relevante porque, como sucede a veces en los Caprichos, la contigüidad de ciertas estampas ayuda a interpretar su intención.

Se conocen 20 dibujos preparatorios, hechos mediante sanguina y aguada roja, a menudo muy reformados en la plancha definitiva y que no ayudan al esclarecimiento de los últimos significados que Goya quiso dar a sus portentosas y atormentadas creaciones. Los Disparates están, pues, destinados a ser objeto de continuada reflexión por parte de sus espectadores, que hallarán en ellos una inagotable fuente de inquietudes y cuestiones sobre la naturaleza profunda del ser humano.

Descripción de la obra

Los grabados están realizados al aguafuerte y aguatinta, con retoques a punta seca y buril, tienen unas dimensiones de 24,5 por 35 centímetros y parece que Goya empezó a realizarlos a partir de 1815 y los terminaría en 1823, en cobres que pertenecían al mismo lote que los de La Tauromaquia, por eso dicen que se parecen tantos (en algunos el parecido es evidente, como en Disparate de Tontos, con figuras de toros volando).

Datos del autor

Pintor y grabador español considerado uno de los grandes maestros de la pintura. Marcado por la obra de Diego Velázquez, habría de influir, a su vez, en Édouard Manet, Pablo Ruiz Picasso y gran parte de la pintura contemporánea.

Enlaces relacionados

Fuentes