Madrid

Ciudad de Madrid
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Ciudad de España
Bandera de Madrid
Bandera

Escudo de Madrid
Escudo

Otros nombres: Villa de Madrid, Corte de Madrid
Ubicación de Madrid
Ubicación de Madrid
EntidadCiudad
 • PaísBandera de España España
 •Madrid
 • Fundaciónsiglo IX
Población (2010) 
 • Total3,273,049 hab.
Gentiliciomadrileño/a, matritense

Madrid en Cubadebate

Madrid. Capital de España y de la Comunidad de Madrid, que es uniprovincial. También conocida como La Villa y Corte, es la ciudad más grande y poblada del país, alcanzando oficialmente los 3.213.271 habitantes dentro de su municipio, mientras que la cifra oficiosa del padrón a 1 de enero de 2009 es de 3.273.006 según el ayuntamiento y 6.043.031 en su área metropolitana, siendo por ello la tercera ciudad más poblada de la Unión Europea —por detrás de Berlín y Londres— y la tercera área metropolitana, por detrás de las de París y Londres.

Como capital del Estado, Madrid alberga las sedes del Gobierno, Cortes Generales, Ministerios, Instituciones y Organismos asociados, así como la residencia oficial de los Reyes de España. En el plano económico, Madrid es la cuarta ciudad de Europa, tras Londres, París y Moscú. Es sede del de numerosas empresas nacionales y de varias de las más grandes corporaciones del mundo. En el plano internacional, acoge la sede mundial de la Organización Mundial del Turismo (OMT), la sede de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), y la sede de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).

También alberga las principales instituciones internacionales reguladores y difusoras del idioma español: la Comisión Permanente de la Asociación de Academias de la Lengua Española, la sede de la Real Academia Española (RAE) y la sede central del Instituto Cervantes. Es un influyente centro cultural y cuenta con museos de referencia internacional entre los que destacan el Museo del Prado, sin duda uno de los más importantes del mundo y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Nombre

La teoría más extendida hasta tiempos recientes sobre el orígen del nombre de la ciudad, era la del arabista Jaime Oliver Asín, quien afirmó en 1959 que en el Madrid medieval coexistían dos topónimos muy parecidos: el árabe Maŷriţ o Maǧrīţ (ŷ y ǧ son dos formas de representar el mismo sonido), derivado de maǧra, que significa «cauce» o lecho de un río, y el romance mozárabe, matrice, pronunciado matrich con el significado de «matriz» o «fuente». Ambos aluden a un arroyo que discurría por el barranco que separa los actuales cerros de las Vistillas y la Almudena, en la actual calle de Segovia.

Ambos nombres podrían haber tenido una evolución convergente al incorporar el sufijo romance -it (del latín -etum que indica abundancia (los híbridos árabe-romance fueron frecuentes en al-Ándalus). Sin embargo, en fecha más reciente, el arabista y lingüista Federico Corriente apunta que Maǧrīţ no es en realidad más que la arabización fonética de Matrich, con metátesis de ǧ y ţ y no se relaciona con la palabra árabe maǧra, posibilidad que ya apuntó Oliver Asín pero que descartó por razones no exclusivamente lingüísticas. Ésta es la opinión también del filólogo Joan Corominas.

Historia

Prehistoria

Pese a que no se han encontrado restos fósiles humanos, sí se ha hallado gran variedad de útiles, especialmente en el entorno de Arganda del Rey y del Manzanares, que permiten probar la existencia de asentamientos humanos en las terrazas del río en el lugar que hoy ocupa la ciudad.

Época romana

La conquista y colonización por Roma de la península ibérica, llevada a cabo inicialmente como maniobra militar romana en su larga serie de guerras con Cartago, dura casi 200 años, desde la Segunda Guerra Púnica hasta el 27 a. n. e. en el que completan la pacificación del norte del territorio y lo dividen en tres provincias. La región que actualmente ocupa Madrid se situaría en la Tarraconense.

Época musulmana

En la segunda mitad del siglo IX, el emir de Córdoba Muhammad I (852-886) construye una fortaleza en un promontorio junto al río con el propósito de vigilar los pasos de la sierra de Guadarrama y ser punto de partida de razzias contra los reinos cristianos del norte. Junto a la fortaleza se desarrolla, hacia el sur, el poblado. Esta población recibe el nombre de Maǧrīţ, que parece ser una arabización del nombre romance Matrice, «matriz», en alusión a un arroyo de ese nombre que cruzaba la primitiva ciudad.

De los diversos trabajos arqueológicos desarrollados en la ciudad desde mediados del siglo XIX en adelante, han hallado restos como: la muralla árabe de la Cuesta de la Vega, la atalaya de la Plaza de Oriente y los vestigios de un viaje de agua de la Plaza de los Carros. En el Madrid árabe, nació en el siglo X Maslama al-Mayriti, llamado «el Euclides andalusí», notable astrónomo y fundador de una escuela matemática en Córdoba.

Cristianismo

Con la caída del reino taifa de Toledo en manos de Alfonso VI de León y Castilla, la ciudad fue tomada por las fuerzas cristianas en 1085 sin resistencia, probablemente mediante capitulación. La ciudad y su alfoz quedaron integrados en el reino de Castilla como territorios de realengo. Los cristianos sustituyen a los musulmanes en la ocupación de la parte central de la ciudad, quedando los barrios periféricos o arrabales, que en el periodo anterior eran habitados por una comunidad mozárabe, como morería. Durante el siguiente siglo, Madrid sigue recibiendo embates de los nuevos poderes musulmanes de la península, los almorávides, que incendian la ciudad en 1109 y los almohades, que la someten a sitio en 1197. La victoria cristiana de Las Navas de Tolosa aleja definitivamente la influencia musulmana del centro de la península.

De esta época proceden dos destacados hechos religiosos que marcan el desarrollo de la personalidad del cristianismo popular de Madrid: el «descubrimiento» de la imagen de la Virgen de la Almudena y la "milagrosa" vida de Isidro Labrador, que más tarde sería canonizado.La ciudad va prosperando y recibe el título de villa en 1123.[33] Siguiendo el esquema repoblador habitual en Castilla, Madrid se constituye en concejo, cabeza de una comunidad de villa y tierra, la comunidad de villa y tierra de Madrid.

El gobierno de la ciudad recae en todos los madrileños con el rango de vecinos, reunidos en concejo abierto hasta que en 1346, el rey Alfonso XI implanta el regimiento, en el cual ya sólo representantes de la oligarquía local, los regidores, gobiernan la ciudad. En 1152, el rey Alfonso VII estableció los límites de la comunidad de villa y tierra, entre los ríos Guadarrama y Jarama. En 1188, una representación de Madrid participa por primera vez en las Cortes de Castilla. En 1202, Alfonso VIII le otorgó su primer fuero municipal, que regulaba el funcionamiento del concejo, y cuyas competencias fueron ampliadas en 1222 por Fernando III el Santo.

En 1625, Felipe IV derriba la muralla de la ciudad, ya sobrepasada y edifica la que será la última cerca de Madrid. Esta cerca, construida exclusivamente por razones fiscales (impuesto de portazgo) limitará el crecimiento de la ciudad hasta el siglo XIX. Las tareas de gobierno se centralizan en el Alcázar Real, conjunto de edificaciones situadas en los terrenos que más adelante ocuparán el Palacio Real y la Plaza de Oriente.

Paralelamente, se aumentan la superficie de otro palacio en el extremo este de la ciudad, más allá de la cerca. Se trata del Palacio del Buen Retiro, empezado a construir por los Reyes Católicos (que también trasladaron a sus proximidades el monasterio de los Jerónimos de Belém, situado anteriormente cerca del Manzanares, zona de la Estación del Norte), del que se conservan sus jardines, el Salón del Reino y el Salón de Baile, conocido, este último, como el Casón del Buen Retiro y utilizado por el Museo del Prado.

Ilustración y Neoclasicismo

El cambio de dinastía traería cambios importantes para la ciudad. Los monarcas de la nueva dinastía la encontraron como una población oscura, de calles angostas, masificada, sin sistemas de alcantarillado y pestilente. Los Borbones se plantean la necesidad de equiparar Madrid a otras capitales europeas. El incendio del Alcázar Real en 1734(suceso desgraciado que causa la desaparición de una tercera parte de la colección real de pinturas) dio lugar a la construcción del Palacio Real.

Puentes, hospitales, parques, fuentes, edificios para el uso científico, ordenanzas de alcantarillado y otras actuaciones fueron promovidas por este último monarca, (quien recibe el título popular de «mejor alcalde de Madrid»), con la colaboración de arquitectos y urbanistas de gran categoría profesional y artística: Francesco Sabatini, Ventura Rodríguez Tizón, Juan de Villanueva entre otros.

No siempre la relación del «rey alcalde» con sus súbditos-vecinos fue buena: varias medidas de su programa de modernización fueron contestadas de manera violenta durante el motín de Esquilache de 1766 aunque en el cual, confluyeron además causas más complejas.

Del siglo XVIII al siglo XX

El levantamiento del pueblo de Madrid en contra de las tropas francesas el 2 de mayo de 1808 marca el principio de la guerra de la Independencia. El rey José Bonaparte realizó reformas en la capital, siendo frecuentes sus órdenes de derribar conventos para hacer plazas, por las que adquiere el mote de Pepe Plazuelas. El devenir de la guerra le forzó en dos ocasiones a huir de Madrid pero la liberación de la ciudad se saldó con la destrucción de valiosos recintos, como el Palacio del Buen Retiro.

La desamortización supuso un cambio drástico en el sistema de propiedad inmobiliaria, además de concentrar una gran colección de arte que aumentará los fondos de instituciones culturales importantísimas: el Museo del Prado (creado durante el reinado de Fernando VII en el edificio previsto para Gabinete de Ciencias) y la Biblioteca Nacional. También supone la creación en Madrid de la Universidad Central, que conservará el nombre de Complutense ya que proviene del traslado físico y jurídico del claustro y alumnos de la renombrada Universidad de Alcalá a la cercana capital.

En 1860 se derriba por fin la cerca de Felipe IV y la ciudad puede crecer, en principio de una forma ordenada, gracias al plan Castro y la realización de los ensanches. Se establece un moderno sistema de abastecimiento de aguas (el Canal de Isabel II) y se establece la comunicación por ferrocarril que convertirá a Madrid en el centro de la red radial de comunicaciones, lo que también deja su huella en la trama urbana.

En los primeros 30 años del siglo XX, la población madrileña llega casi al millón de habitantes. Nuevos arrabales como las Ventas, Tetuán o el Carmen daban acogida al recién llegado proletariado, mientras en los ensanches se instalaba la burguesía madrileña. Estas transformaciones fomentaron la idea de la Ciudad Lineal, de Arturo Soria. Paralelamente se abrió la Gran Vía, con el fin de descongestionar el casco antiguo y se inauguró el metro en 1919.

Historia reciente

Segunda República

Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 suponen un gran triunfo de la conjunción republicano-socialista en Madrid, obteniendo el 69,2% de los votos (90.630 votos para la conjunción y 31.616 para los monárquicos, que se tradujeron en 15 concejales socialistas y 15 republicanos frente a 20 concejales monárquicos). Pedro Rico, del Partido Republicano Democrático Federal, fue elegido alcalde por la corporación municipal.

El triunfo republicano en Madrid y la mayoría de las capitales de provincia supone la descomposición de la monarquía y el advenimiento de la Segunda República Española, apenas dos días después. El comité republicano asumió el poder el día 14 por la tarde, proclamando la República en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol, sede del Ministerio de la Gobernación, ante una multitud enfervorizada. La Constitución de la República promulgada en 1931 fue la primera que legisló sobre la capitalidad del Estado, estableciéndola explícitamente en Madrid.

La aplicación de las reformas encontró serios obstáculos de parte de las fuerzas conservadoras y del ejército, incluso un fallido golpe de Estado encabezado por el general José Sanjurjo. Los grupos de derecha decidieron organizarse en contra de las medidas gubernamentales y en marzo de 1933 formaron la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), bajo el liderazgo de José María Gil Robles, en tanto que cobraban fuerza los partidos de corte fascista, como las Juntas de Ofensiva Nacional—Sindicalista (JONS) y la Falange Española (FE), creada por José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador del mismo nombre. Los miembros de estas organizaciones constituyeron grupos paramilitares uniformados que, con camisas azules, actuaban en las calles a imitación de los grupos de asalto nazis (camisas pardas) o de los fascistas italianos (camisas negras).

De la misma manera que Mussolini encontraba en el antiguo Imperio Romano un modelo para su Estado fuerte, el fascismo español representado por las JONS y la Falange, poseía nacionalismo exacerbado basado en una visión reduccionista de la historia que tenía sus raíces en la época de formación del Imperio Hispánico, durante el reinado de los Reyes Católicos.

Guerra Civil

El conflicto se inició el 17 de julio de 1936, con el alzamiento de una fracción del ejército encabezada por los generales Mola y Francisco Franco, quienes se trasladaron desde el Marruecos Español para ponerse al frente de las operaciones militares, con el propósito de acabar con el gobierno republicano constitucional, dirigido en ese momento por la coalición del Frente Popular.

El bando sublevado representaba a las fuerzas de derecha y extrema derecha, es decir, a la España rural católica tradicional de los grandes propietarios agrarios, así como al gran capital conectado con numerosos intereses extranjeros. Mientras que los pequeños propietarios campesinos reclutados en la Falange y los grupos carlistas (los llamados "requetés") constituían el apoyo de los rebeldes. Los miembros de las clases medias favorecieron a uno u otro bando en función de su ubicación geográfica.

A pesar de que los sublevados se autodenominaron "nacionales", en referencia a su propósito de unificar al país bajo un gobierno central que enalteciera la "patria castellana", recibieron —desde los primeros momentos y a lo largo del conflicto— el auxilio de tropas italianas y alemanas, además de suministros de armamento y muni­ciones. Por su parte, la ayuda soviética y la oleada de simpatía que despertó la causa de la República en Europa y América (en México y Cuba particularmente) dieron paso a la formación de unidades de voluntarios extranjeros de diversas nacionalidades, deno­minadas brigadas internacionales, integradas por soldados veteranos de la Primera Guerra Mundial, obreros, estudiantes o intelectuales que se trasladaron a España para luchar contra el fascismo.

Pero mientras la intervención nazi—fascista en apoyo de los sublevados fue inme­diata, las fuerzas republicanas que defendían al gobierno democrático de España no pudieron contar con la ayuda de las potencias occidentales (Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña), que no parecían dispuestas a apoyar la República por temor al establecimiento del socialismo en España, decidieron adoptar una política de "no intervención" y pidieron que ésta fuera secundada por las demás naciones, actitud que resultó en beneficio de los fascistas.

El 28 de marzo de 1939, las tropas franquistas entraban en Madrid y tres días más tarde caían las últimas plazas leales al gobierno republicano. La guerra se dio por terminada el 1 de abril de 1939; la República se desmoronó y sus representantes huyeron al extranjero, estableciendo un gobierno republicano en el exilio. Pero el fin de la guerra civil no sig­nificó que España recuperara la paz. Al establecerse en todo el país el gobierno de Franco, dio comienzo una etapa de atroces represalias en contra de los vencidos; sólo quedaron a salvo de la represión los que marcharon al exilio y de éstos particularmente los que marcharon a América precedidos por los niños que durante la guerra habían sido enviados a México; los exiliados que se dirigieron a Francia se salvaron sólo de forma momentánea hasta que este país fue ocupado por los nazis.

La principal consecuencia de la Guerra Civil Española fue la gran cantidad de pérdidas humanas (casi un millón), no todas atribuibles a las acciones propiamente bélicas y sí muchas de ellas relacionadas con los bombardeos sobre las poblaciones civiles.

En el aspecto político, el resultado fue el brusco cambio de un gobierno emanado de las urnas electorales a otro surgido de las armas; es decir, el final de la democracia para dar paso a una férrea dictadura que se prolongaría hasta la muerte de Francisco Franco en 1975. Las principales consecuencias en el plano económico fueron: pérdida de reservas materiales y financieras, disminución de la población activa, destrucción de infraestructura, disminución de la producción y reducción en el nivel de ingresos.

Dictadura de Franco

Terminada la guerra, la ciudad sigue su imparable crecimiento espacial, al tiempo que restaña las heridas que la contienda había dejado en la ciudad, especialmente en su fachada oeste. Cientos de miles de españoles emigran del campo a la ciudad. Madrid (junto con Barcelona o Bilbao) es una de las ciudades que más se benefician de estos movimientos de población. A partir de 5 de junio de 1948, comienza el proceso de anexión a Madrid de hasta trece municipios limítrofes, que termina el 31 de julio de 1954 (Aravaca, Barajas, Canillas, Canillejas, Chamartín de la Rosa, Fuencarral, Hortaleza, El Pardo, Vallecas, Vicálvaro, Villaverde, Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo), pasando su extensión de 66 km² a los 607 km² actuales y ganando unos 300.000 nuevos habitantes.

Tras la muerte de Franco

Ana Botella, esposa del expresidente del gobierno español, José María Aznar y actual alcaldesa de la ciudad de Madrid

Tras la muerte del general Franco, Madrid fue uno de los escenarios principales durante el periodo de la Transición. Los primeros meses del año 1977 destacaron por la agitación política y social, con huelgas, manifestaciones y contramanifestaciones violentas con víctimas mortales. Otros graves acontecimentos fueron los dos secuestros por parte del GRAPO y el episodio de la Matanza de Atocha de 1977 que resultó en el asesinato por parte de miembros de la ultraderecha de los abogados laboralistas en un despacho situado en esta calle. Con la consolidación del régimen de partidos, la constitución de 1978 confirma a Madrid como capital de España en cuyo apoyo tendrían lugar las manifestaciones multitudinarias tras el desbaratado golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

En el siglo XXI, la ciudad sigue abordando nuevos retos: mantenimiento de la población dentro del núcleo urbano (Madrid es el municipio de España en el que el aumento del precio de la vivienda ha sido mayor); expansión de la ciudad (con la creación de nuevos barrios con Plan de Actuación Urbanística: Ensanche de Vallecas, Pau de Carabanchel, Montecarmelo, Arroyo del Fresno, Las Tablas, Sanchinarro, Valdebebas...); remodelación del centro histórico; absorción e integración de la inmigración que acude a la ciudad.

Demografía

Población

La población de Madrid ha ido experimentando un importante aumento desde que se transformó en capital. Este aumento es especialmente significativo durante el periodo de 1940 a 1970, debido a la gran cantidad de inmigración interior. Este acelerado crecimiento y la falta de planificación urbana produjo que se organizaran núcleos de infraviviendas y zonas residenciales, principalmente en los distritos del sur, en las que los servicios públicos no llegarían hasta muchos años después.

A partir de los años setenta, este aumento se desacelera en favor de los municipios de zona metropolitana y Madrid incluso comienza a perder población. Desde 1995 el crecimiento poblacional es de nuevo positivo, debido principalmente a la inmigración exterior. Según los datos disponibles, a 1 de enero de 2007 la población de Madrid ascendía a 3.132.463 habitantes, frente a los 2.938.723 del censo de 2001.

Gentilicio

El gentilicio de los habitantes de Madrid es «madrileño» o «matritense». No obstante, históricamente, a los habitantes de Madrid se les ha apodado también «gatos» debido a que, según la leyenda, la conquista de la ciudad por las tropas de Alfonso VI a finales del siglo XI, se realizó mediante el asalto de la muralla por la que treparon las tropas castellanas. Otras leyendas señalan en cambio que este apelativo de «gatos» les fue otorgado a los ciudadanos de Madrid en la Edad Media por su gran habilidad a la hora de trepar por murallas y acantilados con las manos desnudas.

Geografía

Ubicación

La ciudad de Madrid se encuentra en la zona central de la Península Ibérica, a pocos kilómetros al norte del Cerro de los Ángeles, centro geográfico de ésta. Las coordenadas de la ciudad son 40°26′N 3°41′O / 40.433, -3.683 y su altura media sobre el nivel del mar es de 667 m, siendo así una de las capitales más altas de Europa.

El contexto geográfico y climático de Madrid es el de la Submeseta Sur, dentro de la Meseta Central. La ciudad está situada a pocos kilómetros de la Sierra de Guadarrama e hidrográficamente se encuentra emplazada en la cuenca del Tajo.

Clima

El clima de Madrid es un clima mediterráneo continental y está muy influido por las condiciones urbanas. La temperatura promedio es de 12 °C.

Los inviernos son fríos, con temperaturas inferiores a los 4-5 °C, heladas frecuentes y nevadas ocasionales. Los veranos son calurosos con medias en torno a los 24 °C en julio y agosto y con máximas que a veces superan los 35 °C.

Economía

La ciudad de Madrid tenía en 2003 un Producto Interior Bruto de 79.785.000.000 €, suponiendo el 10% de la renta nacional. De los sectores económicos de la ciudad, el más importante es el terciario o sector servicios, que representa ya un 85,09% de la economía de la ciudad. Dentro de este sector destacan los servicios financieros (31,91% del PIB total) y las actividades comerciales (31,84% del PIB total). El resto del PIB lo aporta la industria (8,96% del PIB total), el sector de la construcción (5,93% del PIB total). La agricultura tiene un carácter residual, de manera que apenas aporta un 0,03% del total.

Turismo

Madrid fue en el año de 2006 la sexta ciudad más visitada de Europa y la segunda de España al acoger a más de 3,9 millones de turistas ese año. Es además sede de la Organización Mundial del Turismo y de la Feria Internacional del Turismo — FITUR.

Cultura

Literatura

Aunque no son pocas las referencias a Madrid en la literatura medieval, e incluso hay célebres madrileños en ella, como Ruy González de Clavijo, es desde la literatura del siglo de Oro cuando las referencias a Madrid son muy abundantes, bien por ser el escenario de obras literarias o aparecer en sus títulos (El Acero de Madrid o Las Ferias de Madrid, de Lope de Vega) o bien por referirse en concreto a la villa, sus costumbres y moradores, entre los que se encontraban los propios Miguel de Cervantes, Lope de Vega (él mismo natural de Madrid), Quevedo, Góngora (inquilino y enemigo mortal de aquél, que se dio el gusto de desahuciarle).

Las calles entre Atocha y la Carrera de San Jerónimo concentran la mayor parte de los lugares de vida y enterramiento de estos genios, incluyendo el local donde se imprimió el Quijote, y son conocidas como Barrio de las Letras o Barrio de Las Musas (a no confundir con el homónimo situado en San Blas). Dos corrales de comedias (el Corral del Príncipe, precedente del Teatro Español, y el de los Caños del Peral, precedente del Teatro de la Ópera de Madrid) se repartían la audiencia popular, rivalizando en estrenar a Tirso de Molina o a Calderón de la Barca (ambos madrileños).

El siglo XVIII significó una decadencia de la calidad de la literatura, incluida la escénica, aunque el público madrileño se deleitaba con los sainetes de Ramón de la Cruz, de ambiente castizo (uno de los cuales acuñó el término Manolo), o las más intelectuales producciones de los Moratín (padre e hijo)

Museos

Madrid cuenta con importantes museos, entre los que destacan las pinacotecas, las cuales constituyen una de las principales atracciones turísticas de la ciudad. El llamado Triángulo del Arte concentra próximos uno de otro, tres centros de referencia: el Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza, y el Museo Reina Sofía.

Educación

Deportes

El deporte estrella en Madrid (como en el resto de España) es el fútbol, representado en la Primera División de la Liga española de fútbol por:

Escudo del Real Madrid

Real Madrid Club de Fútbol

Con sede en el Estadio Santiago Bernabéu, con capacidad para 80.354 espectadores, es el estadio más seguro de Europa.

Escudo del Club Atlético de Madrid

Club Atlético de Madrid

El tercer equipo de la ciudad es el Rayo Vallecano, cuyo estadio es el Teresa Rivero.

También es popular el baloncesto. Los dos equipos más representativos de la ciudad, ambos en la liga ACB, son el Real Madrid de Baloncesto y el Estudiantes.

A imagen del Tour de Francia, la Vuelta ciclista a España tradicionalmente finaliza en Madrid.

Véase también

Fuentes