Diferencia entre revisiones de «Adoquines de Camagüey»
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| + | '''Adoquines de Camagüey.''' De menor antigüedad que los tinajones, los adoquines que pavimentan las principales calles de [[Camagüey]], constituyen otro toque distintivo de la ciudad. | ||
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| + | La palabra adoquín procede del árabe y significa “piedra escuadrada” y es una piedra dura, de granito, tallada a mano y procesada de diversas formas.Mundialmente al adoquín se le conoce con diferentes nombres; en francés es Pavé, en italiano Trasta; en ingles Paving Stone. Pero todas significan lo mismo, piedra empleada para empedrar calles y carreteras. | ||
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| + | La historia del adoquín tiene milenios pues las antiguas ciudades cartagineses y romanas lo utilizaban para fortalecer sus calzadas. | ||
| + | [[Camagüey]] fue la primera ciudad del país, luego de [[La Habana]] en el [[1900]], en adoquinar sus calles. Con 18 kilómetros de adoquines y aún se conservan en perfectas condiciones. Posee adoquines rectangulares, cuadrados, octagonales y hasta triangulares. Es de suponer que en aquellos imperios la confección de adoquines lo hacían los esclavos, lo que debió ser una tarea difícil. La primera ciudad de [[España]] en tener adoquines fue [[Córdova]], allá por el año 850 de nuestra era durante el reinado de los moros. | ||
| − | + | En la ciudad de Camagüey, según la prensa de la época, los primeros adoquines se plantaron a las 9 a.m del [[3 de julio]] de [[1921]], y se colocaron primero en la esquina de las calles de Avellaneda y Van Horne, frente al [[Hotel Plaza]]. La inauguración de esa obra, con la que se inició el alcantarillado de las calles, la hizo el alcalde de la ciudad [[Andrés Morán Cisneros]] y también discursó el Presidente del Tribunal Supremo Dr. [[Ángel Ciro Betancourt]], quien vino a nombre del Presidente de la República. Estuvo presente el Ministro de Obras Públicas y el presidente del Senado, así como periodistas de los principales periódicos del país porque esa obra tuvo repercusión en el nacional. | |
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| − | Los adoquines de la ciudad proceden de los volcanes de Noruega, con un valor promedio de 18 centavos cada uno, y que entraron a Cuba por el puerto de Nuevitas, de donde se trasladaron por ferrocarril a Camagüey. | + | Los adoquines de la ciudad proceden de los volcanes de [[Noruega]], con un valor promedio de 18 centavos cada uno, y que entraron a Cuba por el puerto de [[Nuevitas]], de donde se trasladaron por ferrocarril a Camagüey. |
Manos hábiles los dispusieron. Adaptaron su geometría al caprichoso trazado urbano de la ciudad, tejiendo una urdimbre de hermosas figuras que aún hoy pisan los pies de nativos y visitantes. | Manos hábiles los dispusieron. Adaptaron su geometría al caprichoso trazado urbano de la ciudad, tejiendo una urdimbre de hermosas figuras que aún hoy pisan los pies de nativos y visitantes. | ||
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* [http://www.pprincipe.cult.cu/valor-patrimonial/acerca-adoquines.htm Portal Cultural Príncipe] | * [http://www.pprincipe.cult.cu/valor-patrimonial/acerca-adoquines.htm Portal Cultural Príncipe] | ||
* [http://panoramaciudad.blogspot.com/2010/11/los-adoquines-en-camaguey.html Panorama] | * [http://panoramaciudad.blogspot.com/2010/11/los-adoquines-en-camaguey.html Panorama] | ||
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Revisión del 09:52 24 feb 2014
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Adoquines de Camagüey. De menor antigüedad que los tinajones, los adoquines que pavimentan las principales calles de Camagüey, constituyen otro toque distintivo de la ciudad.
Definición
La palabra adoquín procede del árabe y significa “piedra escuadrada” y es una piedra dura, de granito, tallada a mano y procesada de diversas formas.Mundialmente al adoquín se le conoce con diferentes nombres; en francés es Pavé, en italiano Trasta; en ingles Paving Stone. Pero todas significan lo mismo, piedra empleada para empedrar calles y carreteras.
Historia
La historia del adoquín tiene milenios pues las antiguas ciudades cartagineses y romanas lo utilizaban para fortalecer sus calzadas. Camagüey fue la primera ciudad del país, luego de La Habana en el 1900, en adoquinar sus calles. Con 18 kilómetros de adoquines y aún se conservan en perfectas condiciones. Posee adoquines rectangulares, cuadrados, octagonales y hasta triangulares. Es de suponer que en aquellos imperios la confección de adoquines lo hacían los esclavos, lo que debió ser una tarea difícil. La primera ciudad de España en tener adoquines fue Córdova, allá por el año 850 de nuestra era durante el reinado de los moros.
En la ciudad de Camagüey, según la prensa de la época, los primeros adoquines se plantaron a las 9 a.m del 3 de julio de 1921, y se colocaron primero en la esquina de las calles de Avellaneda y Van Horne, frente al Hotel Plaza. La inauguración de esa obra, con la que se inició el alcantarillado de las calles, la hizo el alcalde de la ciudad Andrés Morán Cisneros y también discursó el Presidente del Tribunal Supremo Dr. Ángel Ciro Betancourt, quien vino a nombre del Presidente de la República. Estuvo presente el Ministro de Obras Públicas y el presidente del Senado, así como periodistas de los principales periódicos del país porque esa obra tuvo repercusión en el nacional.
Hacia la primera mitad del Siglo XIX, las polvorientas calles y plazas de las zonas céntricas de Puerto Príncipe fueron pavimentadas con ladrillos o piedras (empedradas, al decir de la época).
Al correr de los años, las obras del acueducto, el alcantarillado y el tendido de la línea del tranvía en las principales arterias urbanas terminaron por deteriorar aquel pavimento original, que en algunos lugares no debió diferir del que aún se observa en Trinidad.
Las calles adoquinadas de Camagüey tienen una durabilidad eterna que asombra la perfección y simetría de esa obra, estuvo a cargo de los ingenieros camagüeyanos Armando Pradas de la Torre y Benito Antonio Rodríguez, quienes utilizaron cuadrillas de cubanos y españoles que por años se habían dedicado a reparaciones de caminos y carreteras y que tenían experiencias en esta dura labor, que en este caso les llevó realizarla unos cinco años.
Los adoquines de la ciudad proceden de los volcanes de Noruega, con un valor promedio de 18 centavos cada uno, y que entraron a Cuba por el puerto de Nuevitas, de donde se trasladaron por ferrocarril a Camagüey.
Manos hábiles los dispusieron. Adaptaron su geometría al caprichoso trazado urbano de la ciudad, tejiendo una urdimbre de hermosas figuras que aún hoy pisan los pies de nativos y visitantes.
