Mario Abreu
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| Datos personales |
Mario Abreu (Turmero, Aragua, 22 de agosto de 1919 - Caracas, 20 de febrero de 1993) fue un artista plástico venezolano.
Sumario
Biografía
Mario Abreu no es un pintor desconocido, impenetrable o lleno de manías. Tampoco fue un payaso exhibicionista de salones y bienales. Su trabajo estético obtuvo el reconocimiento oficial, sólo que se le ha colocado como un pintor más, cuando en realidad fue un pintor "otro", un pintor que tenía la plena convicción que el arte poseía cierta capacidad crítica, cierta posibilidad para transformar la sociedad.
Nació en Turmero, estado Aragua, Venezuela, un 22 de agosto del año 1919. Hijo de Georgina Abreu y de Ramón Pérez Guerrero. Parte de su infancia la pasó al lado de su madrina Amelia Borges, inclinada a la magia y al culto de los santos populares.
En el año 1928 trabaja en la bodega de Tomás Belmonte como dependiente. Cuando ya era un pintor reconocido en alguna entrevista reconoció esta etapa de su vida y lo crucial que fue para la concepción de los objetos mágicos o como él mismo lo explicó: "En la pulpería yo disfrutaba organizando la estantería, colocaba latas de sardinas, dulces, refrescos. Por cierto recuerdo la cerveza alemana que tenía un perrito dibujado en la lata. Todas las tardes organizaba esos estantes porque no resistía verlos vacíos, los ponía bonitos. Yo digo que esos fueron los primeros objetos mágicos que empecé a percibir". A mediados del año 1940 reside en Caracas. Trabaja como obrero en la Casa Benzo. Estudia de noche y termina sus estudios primarios. Luego asiste de 9 a 11 de la noche a los cursos nocturnos de la escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas, dirigida por Antonio Monsantos. Tiene como profesores a Pedro Ángel Gonzáles, Vicente Fabianni, Luis Alfredo López Méndez, Francisco Narváez, César Prieto y Marcos Castillo. En el año 1942 gana un concurso de pintura y obtiene una beca de 100 bolívares mensuales lo que permite dejar el trabajo en el almacén Benzo y asistir a los cursos diurnos de la escuela. Sus compañeros de clase son: Alejandro Otero, Mateo Manaure, Carlos Cruz Diez, Luis Guevara Moreno, entre otros. En 1947 egresa de la Escuela de Artes Plásticas y en 1975 obtiene el premio Nacional de Artes Plásticas. En el trabajo pictórico de Mario Abreu posee elementos constantes como el exhuberante y explosivo tratamiento del color, la figura como sacada del álbum de los sueños y el paisaje tratado desde la sutileza de lo imaginativo. Aunque consustanciado con firmeza con el realismo social su pintura expresa su crítica desde otros parámetros menos trillados. El color transgrede las normas académicas y la atmósfera onírica en algunos de sus cuadros trastoca esa percepción, siempre limitada y prejuiciosa, que tenemos de la realidad.
En sus pinturas iniciales el paisaje en la pintura de Abreu tuvo siempre un tratamiento poco convencional. Un ejemplo de esto son sus cuadros "Paisaje de Yaracuy"(1950) y "Flora"(1948).
Cuadros como "Esqueletos verdes"(1948) puede tenerse como el preámbulo de su obra posterior. Y aunque en las siete(o seis) figuras (hay una figura que simula un árbol o algo parecido) poseen un dramatismo distante, acentuado con colores fríos como el azul y el verde, pueden percibirse pequeños toques de color blanco y rojo. Hay en el cuadro como una fuerza contenida. Con su pintura "El gallo" el color estalla en la tela. Amarillos, ocres, naranjas, verdes y rojos se desbordan en la retina del espectador. El motivo central del cuadro (un gallo con innegables acotaciones cubistas) parece cobrar vida y movimiento.
A principio de los años 50 Abreu, viaja a Europa. Se establece en París. Su periplo de aprendizaje lo lleva a varios museos importantes. Conoce y contacta a pintores de varias partes del mundo. En París comprende que la actividad de un artista no puede estar sujeta a ningún tipo de parámetro. El paso del lienzo a los ensamblajes de objetos y la escultura trabajada desde esa visión de Duchamp, quien intervenía objetos comunes y corrientes hasta transformarlos en objetos estéticos, se gesta durante este periplo parisino. También adquiere Abreu en París una visión renovada de su espacio. Sus cuadros "Dama vegetal" (1954-68) y "Selva Amazónica"(1956-60) son característicos de esta etapa. En el primero el estallido del color denota vitalidad y alegría. La dama que reposa posee cierto misterio. Estos contraste le dan a la tela su gran atractivo. Estas posiciones de calma y euforia encontradas se armonizan de manera impecable. En el segundo, el paisaje se presenta algo compacto. El color parece ocultarse y la luz parece comprimida. Pueden distinguirse algunos animales y flores de aspecto extraño.
Mario Abreu tuvo presente que la pintura debía cumplir un rol social y político. En una entrevista expresó: "La pintura en América está condicionada por estructuras económicas que imponen sus criterios de valor, que nada tienen que ver con lo artístico en sí. Los mecanismos oficiales que sirven de instrumento para la difusión de la cultura, están plegados colonialísticamente a esas mismas estructuras. Las capillas, los clanes, los grupos y los intereses, en un momento político dado, imponen las modas, sus líderes y las directrices del arte".
De nuevo en Venezuela Mario Abreu retoma un tema que fue clave en su infancia: la religiosidad popular. En el año 1963 su exposición en el museo de Bellas Artes de Caracas le permite mostrar sus nuevos enfoques estéticos. Ahora mezcla pintura con objetos y relieves. Presenta ensamblajes con objetos disímiles donde da cuenta de las creencias populares. Sintetiza los altares de santos caseros y los somete a su visión crítica creando de esta manera varias piezas artísticas conocidas como "objetos mágicos".
Se podría argumentar que los "objetos mágicos" representan una de las etapas plásticas más sobresaliente de Abreu. Son ensamblajes (sobre soportes circulares o en cajas rectangulares) donde lo onírico, la crítica, lo lúdico y un sentido espiritual se entremezclan para ofrecer al espectador una visión barroca y poética de la realidad religiosa. El significado que posee un objeto mágico puede ser muy rico y variado, pero dejando cualquier especulación retórica Mario Abreu fue exacto cuando dijo: "Busco a través de las ordenaciones plásticas y de los contrasentidos, y en las oposiciones de fuerza, develar el acto mágico; sacrificando los estados complacientes para crear fuerzas vivas y de esta manera animar los objetos; en ellos aporto la evidencia de mi propia demarcación en la geografía física y psíquica." En objetos como "Ángel de la creación"(1966) y "El hijo de Mandrake" (1965-77) se aprecia esa reunión anárquica de objetos. No obstante conjugados y yuxtapuestos alcanzan una inquietante armonía. Objetos donde hay humor, pasión y dolor. Su objeto "Recuerdo de Hiroshima" nos trae a la memoria aquella foto donde unos niños corren asustados, gritando, por una carretera vietnamita luego de un bombardeo. En esa foto hay una niña desnuda que grita debido a que el napalm quemó gran parte de su espalda. Los objetos mágicos también nos recuerdan los santuarios domésticos realizados por la madre, la tía o la abuela. Sólo que los altares objetuales de Abreu nos inquietan, sacuden nuestra modorra religiosa y nuestra apática espiritualidad. No sin razón Abreu decía: "construyo mis propios santuarios desvirtuando los viejos santuarios,." Marta Traba con respecto a los objetos mágicos escribió: "Los objetos fetiches de Abreu, además, emplearon los recursos más triviales para generar conjuntos mucho más divertidos, creativos y surrealistas que las cajas de los europeos como Arman y Ben". Para el año 1973 Abreu traza nuevos derroteros en su quehacer artístico. De esta fecha es su famoso autorretrato. Es un cuadro con recursos pictóricos bastante rudimentarios y simplificados. El retrato es bastante fidedigno sólo algunos detalles le proporcionan características especiales: de la pipa no sale humo, sino una columna totémica hecha de cascabeles, luego tenemos una rosa plástica que se prende de la camisa (no pintada, sino incorporada al cuadro) los anteojos borran los ojos. Otra obra peculiar es "Las flores del mal". Un arreglo de flores plásticas sobre una silla como de mimbre. Mal gusto y cursilería cuestiones tan postmodernas hoy ya Abreu las trabajaba con menos pomposidad publicitaria
No descansaba en eso de asumir nuevos retos plásticos. En sus últimos años retomó el paisaje, pero desde una óptica más límpida y luminosa, parecen paisajes de cuentos y leyendas,"La selva y resplandor" (1990). De los objetos pasa a las cajas ("Los pasos de la noche"). Su obra "Un pie en abanico" transforma un viejo mueble de madera (especie de platera) en una escultura de incuestionable méritos estéticos. No puede faltar su "Toro constelado", donde el color y la fuerza de la tauromaquia adquiere visos de innegable poesía.
Sencillo, lúcido y de espíritu crítico, Mario Abreu nunca tuvo pretensiones de pertenecer a ese círculo de artistas que viven haciendo genuflexiones para figurar en las páginas sociales de diarios y revistas promocionando como un gran artista o como él mismo lo ha manifestado: "la verdad que como no me dedico a cultivar las relaciones públicas y digo lo que pienso y siento, no soy bien visto por la "claqué" que vive en grandes mansiones. A este tipo de personas es muy difícil que les interese mi pintura. Un objeto mágico no se puede ver con la misma comodidad con que se observa una obra cinética".
Mario Abreu fue un prestidigitador noble y sencillo. La deuda de Zerpa, de Javier Téllez, Víctor Julio González, de Francisco Sevilla y muchos otros es innegable con Abreu, quien tuvo el arte como una posibilidad para cruzar los espejos, que trató de aprender la magia secreta de los objetos, que intentó dignificar ese ritual de vivir con la lucidez que sólo brinda el corazón.
Obras de Mario Abreu
Capataz. 1949 El gallo. 1951 Mujer vegetal. 1954 Sin título. 1954 Flora y arlequín. 1956 Personajes vegetales. 1956 Selva Amazónica. 1956 Cauda de la flora. 1956 Manuel Espinoza. 1959 Sucesión lunar. 1960 El ojo mágico. 1960 El mundo del agua. 1960 Gestación. 1960 Ajedrez. 1963 Recuadro. 1963 La eterna bondad del subconsciente. 1964 Tótem crucificado. 1964 Tótem vertebrado. 1964 Extractor de conciencia. 1964 Stop senos prohibidos. 1964 El hijo de Mandrake. 1965 Rastros Indígenas. 1965 Recuerdo de Hiroshima. 1965 Yo, Mario el Saltaplanetas. 1966 El ataúd del brujo. 1966 Recuerdo de los años 20. 1967 Velorio de un ángel. 1967 La piedad guardada por los arcángeles. 1977 Ventanas al infinito. 1977 Huevo cósmico. 1978 La caja negra. 1980 Dama atrapada por los fantasmas. 1982 Dama búho. 1982 Desnudo blanco. 1984 La dama en oro. 1985 Buho en oro. 1986 Cafetera erótica. 1991
Exposiciones individuales
1951 MBA 1963 MBA 1965 "Objetos mágicos", MBA / "Objetos mágicos", Ateneo de Valencia, Edo. Carabobo 1966 Sociedad Maraury, Petare, Edo. Miranda / Museo de Arte Moderno, Bogotá / Museo de Arte Moderno La Tertulia, Cali, Colombia 1970 Galería de Artes Visuales, Maracay 1971 Galería Inciba, Caracas / "Primera exposición de dibujos, 1952-1962", Galería La Otra Banda, Mérida 1972 Sala de Exposiciones, Plaza Bolívar, Caracas 1973 Galería Universitaria Rafael Monasterios, Barquisimeto 1975 Galería Durban, Caracas 1976 Galería Durban, Caracas / LUZ 1977 "Muestra retrospectiva de Mario Abreu", Galería Ángel Boscán / "Grafismos, espejos y plumas de piache", Galería del Conac / "Grafismos, espejos y plumas de piache", Paseo Colón, Lima 1980 "El mundo mágico de Mario Abreu", Galería Durban, Caracas 1985 "Las puertas del reino", Galería G, Caracas 1990 "Exposición antológica de Mario Abreu", Galería Municipal de Arte, Maracay
Exposiciones póstumas
1994 "Mario Abreu, ceremoniales: dibujos. Selección retrospectiva 1947-1987", Museo Arturo Michelena, Caracas / Galería Díaz Mancini, Caracas / "Homenaje al gran mago", MACMMA 1996 Museo de Barquisimeto 2001 "La corte femenina. Mario Abreu", Centro Cultural Provincial, Caracas
Premios
1951 Accésit al Premio Oficial de Pintura, XII Salón Oficial / Premio Federico Brandt, XII Salón Oficial / Premio Andrés Pérez Mujica, IX Salón Arturo Michelena / Tercer premio de pintura, IV Salón Planchart 1953 Premio Antonio Edmundo Monsanto, XI Salón Arturo Michelena 1964 Premio Antonio Esteban Frías, XXV Salón Oficial 1967 Accésit al Premio Nacional de Pintura, XXVIII Salón Oficial 1975 Premio Nacional de Artes Plásticas, Caracas 1985 Premio Armando Reverón, AVAP
Colecciones
Ateneo de Valencia, Edo. Carabobo / GAN / MACCSI / MACMMA / Mamja / MBA / MRE / Museo de Anzoátegui, Barcelona, Edo. Anzoátegui / Museo de Arte Moderno La Tertulia, Cali, Colombia / Museo de Arte Moderno, Bogotá / Museo Soto
Bicliografia
Balza, José. Mario Abreu: el fiero (y dulce) instinto terrestre (catálogo de exposición). Caracas: Galería G, 1985. Cinap, A 2. Chacón, Alfredo. "La verdadera magia de Mario Abreu". En: Cal, 45. Caracas, 1965. Chacón, Katherine. "Semblanza del artista". En: Imagen Latinoamericana. Caracas, abril de 1993, pp. 43-44. Da Antonio, Francisco. Mario Abreu (catálogo de exposición). Caracas: MBA, 1963. Da Antonio, Francisco. Textos sobre arte (Venezuela 1682-1982). Caracas: Monte Ávila-GAN, 1982. Guevara, Roberto. "Artes plásticas: la fatiga de los brujos". En: El Nacional. Caracas, 21 de octubre de 1980. Herrera, Luisa. "El gusanito de la pintura se me pegó con Fantoches". En: Suplemento Cultural de El Siglo. Maracay, 2 de diciembre de 1990.
Créditos
Galería de Arte Nacional (GAN) http://www.gan.gob.ve
Fuente
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Mario_Abreu&action=edit
http://vereda.ula.ve/wiki_artevenezolano/index.php?title=Abreu,_Mario&oldid=3609
