El indio del agujero

El "indio del agujero"
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El "indio del agujero" cuyo nombre era una incógnita dio la vuelta al mundo. Su existencia había estado marcada por las masacres que lo dejaron como único sobreviviente de su pequeña tribu perpetradas por pistoleros presuntamente contratados por hacenderos que buscaban explotar el prístino bosque tropical.

Historia

Durante más de dos décadas vivió en soledad en un rincón de la selva virgen, alimentándose de nueces, frutas y la caza de animales. En 2018, la decisión de Brasil de publicar vídeos de pueblos indígenas aislados del Amazonas generó debate sobre la peligrosidad de que el mundo pusiera el foco en estas tribus, que nunca han buscado esa atención.

En aquel momento, reflejó una inquietud creciente entre las autoridades, debido a que podría estar agotándose el tiempo para proteger a las últimas tribus «no contactadas» y sus hogares selváticos. Con este objetivo, el departamento de asuntos indígenas de Brasil, Funai, publicó dos vídeos grabados durante expediciones de campo para supervisar y proteger a los pueblos indígenas que viven en reservas aisladas del mundo exterior.

En el primero podía verse a un hombre robusto talando un árbol en las profundidades del bosque. Un equipo del Funai, a cargo de su protección, lo grabó a escondidas desde poca distancia. El hombre llevaba entonces 22 años viviendo solo en el territorio indígena Tanaru de 77 kilómetros cuadrados, en el frenético estado occidental brasileño de Rondônia.

También cavaba agujeros profundos en las cabañas con techo de palma que construía a medida que vagaba solo por la reserva. Los agentes del Funai descubrieron decenas de viviendas como esa en el transcurso de sus labores de supervisión, cada una con el mismo hoyo excavado en el centro. Las autoridades, perplejas por las excavaciones, creen que podrían ser un vestigio de las prácticas espirituales de su tribu. Sin saber el nombre de su tribu, las autoridades se han referido a él como o índio do buraco, algo así como «el indio del agujero».

A casi 800 kilómetros de distancia, en la reserva de Tanaru, el superviviente siguió rehuyendo durante años del contacto directo con los forasteros, de las autoridades del Funai que seguían sus movimientos, le daban semillas y herramientas, y patrullaban el perímetro de la reserva para mantener a raya a los intrusos que pudieran ponerlo en peligro o a las explotaciones que rodean su terreno.

Fallecimiento

Ahora, el último indígena de esta tribu ha sido hallado muerto por Altair Algayer, el indigenista que le ha seguido la pista durante 26 años por encargo de las autoridades. El fallecimiento de este indígena significa también la desaparición de su tribu desconocida. Las autoridades creen que murió por causas naturales.Tras ser hallado muerto en su hamaca y cubierto de plumas, como esperando la muerte, Funai trasladó sus restos para someterlos a análisis forense y las autoridades pretenden enterrarlo en la tierra donde vivió. El "indio del agujero", hallado muerto en una hamaca, simbolizaba la resistencia de los indígenas aislados en la Amazonía brasileña.

Medidas para proteger las tribus

La reserva se delimitó para protegerlo de los madereros y los ganaderos que, supuestamente, aniquilaron al resto de su tribu en brotes de violencia durante los años 80 y 90. Nadie sabía el nombre del único superviviente ni el de la tribu a la que pertenecía. El "indio del agujero", su decisión de vivir en soledad desde hace un cuarto de siglo le hizo uno de los indígenas más conocidos de Brasil.

Los misterios abundan en el caso de este último superviviente de Rondônia, y también en otros casos como el de los flecheiros de Vale do Javari, ya que ningún grupo había establecido contacto directo pacífico con el mundo exterior.

Repercusión

La integridad de estas sociedades es un motivo de preocupación, no solo para los brasileños, sino para toda la humanidad», afirmó Felipe Milánez, profesor de humanidades en la Universidad Federal da Bahía, que acompañó en dos ocasiones a las autoridades del Funai en expediciones de investigación en el territorio donde vive el indígena solitario.

«No deberían verlo como un ermitaño que se oculta de la sociedad. Este hombre ha sobrevivido a un genocidio. No escogió vivir solo»

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Semanas después de las primeras publicaciones, el departamento brasileño de indígenas aislados publicó un vídeo grabado con un dron en el que se veía a varias personas desplazándose por un gran claro de la selva donde había cultivos. Entre ellos, se ve a un hombre con un arco y un carcaj con flechas de bambú. Las autoridades afirmaron que se grabó en 2017 durante una misión de investigación en las profundidades del terreno indígena Vale do Javari, en el extremo occidental de Brasil, para investigar las alegaciones de una masacre contra la tribu, conocida por los forasteros como los flecheiros. Los líderes indígenas brasileños han aplaudido la decisión del Funai como un paso adelante para proteger a las comunidades aisladas, que siguen siendo susceptibles a las enfermedades contagiosas y que son víctimas de la violencia por parte de los forasteros.

El hecho de que estos grupos no hayan sido contactados los hace especialmente vulnerables porque son invisibles para la mayoría del público.

Fuentes