Catolicismo
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Catolicismo. Variedad del Cristianismo, difundida sobre todo en los países de Europa Occidental y de América Latina; existe desde 1504.
Historia
El nombre de iglesia católica (o catolicismo) se ha utilizado para referirse a la "Iglesia Universal" desde principios del siglo II, ya que consta la utilización del término por primera vez en las cartas de Ignacio de Antioquía, quien según Juan Crisóstomo, habría sido ordenado por el propio Pedro.
En varias situaciones durante los tres primeros siglos del cristianismo, el obispo de Roma, considerado el sucesor del apóstol Pedro, intervenía en las comunidades para ayudar a resolver conflictos, ejemplos fueron los papas Clemente I, Víctor I y Calixto I. En los primeros tres siglos de su historia, la Iglesia se organizaba en tres patriarcas, los obispos de Antioquía, con jurisdicción sobre Siria, y más tarde sobre Asia Menor y Grecia, Alejandría de la jurisdicción de Egipto, y Roma de la jurisdicción de Occidente.[11] Más tarde los obispos de Constantinopla y Jerusalén se añadieron los patriarcas, por razones administrativas. El Primer Concilio de Nicea en el año 325, consideró al obispo de Roma como el "primus" (primero) entre los patriarcas, estableciéndolo así en sus cuartos, quintos y sextos cánones, "siguiendo la tradición antigua", aunque muchos interpretan que este título como el "primus inter pares" (primero entre iguales). Se consideró también que el patriarca de Roma poseía una autoridad especial debido a su relación con san Pedro, que había muerto y sido sepultado en esta ciudad.
Origen de la Iglesia Católica
Durante los primeros 280 años de la historia cristiana, la cristiandad fue prohibida por el imperio romano, y los cristianos fueron terriblemente perseguidos. Esto cambió después de la “conversión” del emperador romano Constantino. Constantino “legalizó” el cristianismo en el Edicto de Milán en el año 313. Después en el 325 d.C. Constantino convocó al Concilio de Nicea en un intento por unificar la cristiandad.Constantino visualizó el cristianismo como una religión que pudiera unir al Imperio Romano, el cual en ese tiempo comenzaba a fragmentarse y dividirse. Mientras esto hubiera parecido ser un desarrollo positivo para la iglesia cristiana, el resultado fue todo menos positivo. Al igual que Constantino se negó a adoptar de lleno la fé cristiana, sino que continuó con muchas de sus creencias y prácticas paganas; así también la iglesia cristiana que Constantino promovió era una mezcla del verdadero cristianismo con el paganismo romano.
Constantino descubrió que con la gran extensión del Imperio Romano, tan diverso y expansivo, no todos accederían a renunciar a sus creencias religiosas y abrazar el cristianismo en su lugar. Así que Constantino permitió, y aún promovió la “cristianización” de la creencias paganas. Y así, creencias completamente paganas y totalmente antibíblicas le dieron nuevas identidades al “cristianismo”.
El origen de la Iglesia Católica es el trágico compromiso del cristianismo con las religiones paganas que la rodeaban. En vez de proclamar el Evangelio y convertir a los paganos, la Iglesia Católica “cristianizó” las religiones paganas, y “paganizó” el cristianismo. Al mezclar las diferencias y borrar las características distintivas, si, la Iglesia Católica se hizo a sí misma atractiva a la gente del imperio romano. Uno de los resultados fue que la Iglesia Católica se convirtiera en la religión suprema en el “mundo romano” durante siglos. Sin embargo, otro resultado fue la más dominante forma de apostasía del cristianismo del verdadero Evangelio de Jesucristo y la verdadera proclamación de la Palabra de Dios.
Características
Sus particularidades dogmáticas son: Reconocimiento de la procedencia del Espíritu Santo, no solo de Dios Padre, sino además de Dios Hijo; reconocimiento de los dogmas sobre el purgatorio, sobre la dirección del Papa. Las diferencias de culto y canónicas del catolicismo respecto a la Iglesia Ortodoxa son: celibato del clero, singular desarrollo del marianismo (culto a la Virgen).
El centro mundial único del catolicismo, el Vaticano, se halla ligado ideológica, política y económicamente a la burguesía monopolista. El catolicismo extiende su poder sobre partidos y sindicatos católicos, organizaciones juveniles y femeninas, prensa, editoriales.
Distinguen al catolicismo contemporáneo las tentativas de confirmar su doctrina religiosa falsificando los datos de la ciencia natural, influyendo sobre la vida política a través de la “doctrina social” católica que posee un carácter apologético burgués y demagógico.
El neotomismo ha sido proclamado filosofía oficial del catolicismo.
Sacramentos
El alma de la religión iniciada tan humildemente en establo de Belén se expresa en los sacramentos pues éstos se basan en lo que Jesús hizo y dijo. Los sacramentos marcan, desde la infancia hasta la muerte, las grandes etapas del culto cristiano.
Tanto los católicos romanos como los ortodoxos orientales y muchos protestantes episcopales, reciben los siete sacramentos en su totalidad: Bautismo, Confirmación, Comunión, Matrimonio, Extremaunción, Penitencia y
Ordenación: Algunos episcopales y la mayoría de los protestantes sólo reconocen el bautismo y la comunión como instituidos en forma divina por el propio Cristo.
Un sacramento, dijo San Agustín, es la "forma visible de una gracia invisible". Con la palabra "gracia" San Agustín quiso decir la rebosante misericordia de Dios, y con "forma visible", actos tales como recibir el agua durante el bautismo o el pan en la comunión.
Los católicos sostienen que los sacramentos administrados propiamente dan la gracia inmediata. Los protestantes difieren de los católicos al sostener que los efectos del acto sacramental dependen sólo de la fe del creyente.
Bautismo:Siempre ha sido considerado como el sacramento de iniciación en la iglesia cristiana. Representa el acto de fe de un individuo y lo marca como seguidor de Cristo, a la vez que lava el pecado original (derivado del pecado de Adán). Es reconocido por todas las iglesias que aceptan los sacramentos. Está basado en el pasaje del Evangelio de San Marcos 1:9-11:
"Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él. Y se oyó una voz que venía de los cielos: Tú eres mi Hijo amado; en Ti me complazco."
Para un cristiano lo más importante en su vida es el bautismo que lo convierte en hijo de Dios, llamado por su propio nombre, su nombre cristiano.
En las palabras del servicio episcopal del bautismo, la persona "se bautiza con agua y con el Espíritu Santo, se la recibe en la iglesia santa de Cristo y…se la hace miembro activo de la misma…para que…pueda recibir el perdón del pecado, por regeneración espiritual. Recibidle, Oh Señor. Como lo prometiste por medio de tu bien amado Hijo, al decir, Pedid y obtendréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá. Así pues concédenos ahora a quienes pedimos…; que ese niño pueda gozar de la bendición perpetua de tu lavado celestial, y pueda entrar en el reino eterno que Tú prometiste por medio de Cristo nuestro Señor…y se le haga heredero de la salvación eterna…Concede que toda inclinación pecadora pueda morir en él…Recibimos este niño en la congregación del rebaño de Cristo y lo marcamos con el signo de la cruz, en señal de que en lo futuro no se avergonzará de confesar la fe de Cristo crucificado, y peleará valientemente bajo su bandera contra el pecado, el mundo y el demonio; y continuará siendo fiel soldado y servidor de Cristo hasta el fin de su vida.
A veces se rocían unas cuantas gotas de agua sobre la persona que se bautiza; otras se vierte agua sobre ella, y a veces se la sumerge completamente. Aunque la mayoría de las iglesias bautizan a los niños al nacer, los bautistas y otras sectas esperan hasta la adolescencia o la edad adulta. En todas las formas de bautismo se emplea el agua y el signo de la cruz. Y todas producen un profundo efecto espiritual en los bautizados.
Confirmación: La confirmación completa la obra del bautismo y permite a la persona (que generalmente se encuentra entre los 7 y los 14 años de edad), asumir mayores responsabilidades espirituales.
El sacramento parte de las primeras tareas evangélicas de los apóstoles de Cristo: "Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaria había aceptado la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo." (Hechos 8:14-17).
Tanto en la iglesia católica como en la episcopal, el obispo es generalmente quien confirma. Dado que se considera que el origen de la confirmación proviene de los apóstoles y no es divino, los protestantes no reconocen la confirmación como sacramento, aunque es reconocida como sacramento "menor" por los episcopales. Los luteranos por su parte, la practican como un rito que recuerda a los niños la promesa del bautismo y los prepara para la comunión, no como sacramento.
Comunión: Rememora la Última Cena, acto culminante de la vida de Jesús, y es el más noble de los sacramentos, alrededor del cual, giran todos los demás. Conmemora
Su sacrificio por la humanidad.
"Mientras estaban comiendo, tomó Jesús
pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus
discípulos, dijo: <Tomad, comed, éste es
mi cuerpo.> Tomó luego una copa y, dadas las gracias,
se la dio diciendo: <Bebed de ella todos, porque esta es
mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para
perdón de los pecados. Y os digo que desde ahora no
beberé de este producto de la vid hasta el día
aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi
Padre.> Y cantados los himnos, salieron hacia el monte
de los Olivos (Mateo 26:26-30)
Todos
los relatos bíblicos de la Última Cena hacen
evidente que la cena en la Habitación de Arriba, en
Jerusalén, la noche antes de que Cristo fuese crucificado
se convertiría en una fuente de fortaleza espiritual
y de ayuda y comprensión para los sucesores de Cristo.
En la comunión, el pan del devoto u hostia (que es
lo que reciben los seglares católicos ya que el vino
es reservado para el sacerdote que celebra el oficio), representa
el cuerpo de Cristo. El vino (algunas veces sólo jugo
de uva en algunas sectas protestantes como las metodistas),
representa la sangre de Cristo. Algunos grupos, en especial
entre las iglesias ortodoxas orientales, toman una combinación
de pan y vino.
Hay que mencionar que los ortodoxos orientales tienen una
costumbre singular: confirman a los niños y les dan
la comunión inmediatamente después del bautismo.
Los católicos sean romanos u ortodoxos llaman "Sagrada
Eucaristía" al sacramento de la comunión
y creen que cuando el pan y el vino es consagrado por un sacerdote,
estos transubstancian, es decir, se convierten en el cuerpo
y la sangre de Cristo, sin cambiar su apariencia exterior.
La mayoría de los protestantes creen que el cuerpo
y la sangre están representados sólo espiritualmente,
y algunos de ellos consideran la comunión simplemente
como un acto conmemorativo.
Matrimonio
Tanto los católicos como la iglesia ortodoxa oriental
consideran el matrimonio como sacramento, apoyando su creencia
de que fue instituido por Cristo señalando Su presencia
en las bodas de Caná de Galilea, donde realizó
Su primer milagro. Los protestantes, sin negar la importancia
del matrimonio, lo catalogan como una ceremonia o rito de
categoría inferior a la del sacramento.
Consagrando la unión entre hombre y mujer, el matrimonio
santifica el amor humano y la procreación y educación
de los hijos. Las iglesias siempre han sentido que tienen
alguna responsabilidad en la educación, tanto seglar
como religiosa. Muchas de ellas, en especial la católica,
se preocupan por atenderla manteniendo sistemas educativos
propios muy bien organizados.
La iglesia romana y la ortodoxa son estrictas en cuanto al
divorcio. La romana lo prohibe, permitiendo la separación
de marido y mujer solamente por causas extremas. El matrimonio
puede invalidarse por anulación, declarándolo
inexistente desde el principio.
Penitencia
Mediante este sacramento el cristiano confiesa sus pecados
y se le otorga la absolución o el perdón completo
de los mismos. Esto puede hacerse por pecados específicos,
como los católicos que se confiesan a un sacerdote,
o en general, como los episcopales en su servicio eclesiástico
ordinario, aun cuando no consideran la penitencia como sacramento
mayor.
La penitencia se origina en parte en la facultad de curar
de Cristo. El realizó sus milagros no solamente para
alivio de los que sufrían sino para evidenciar Su misión
en la tierra: liberar a la humanidad del pecado.
La penitencia entraña dos actos necesarios: 1) la confesión,
acompañada de la contrición o arrepentimiento
sincero, y 2) la absolución. Los protestantes recalcan
el arrepentimiento y a los católicos, que consideran
de igual valor la absolución, sólo se les permite
la comunión si han sido absueltos previamente.
Extremaunción
Las bases teológicas para la unción, el sacramento
de la curación, fueron establecidas por el Apóstol
Santiago:
"¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame
a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él
y le unjan con óleo en el nombre del Señor.
Y la oración de la fe salvará al enfermo, y
el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido
pecados, le serán perdonados." (Santiago 5:14-15)
Entre los católicos romanos, la unción se administra
sólo cuando hay peligro de muerte. Precisamente por
ello se le llama extremaunción. Completando la obra
de la penitencia, infunde al alma la divina gracia durante
sus últimos momentos en la tierra.
En las iglesias ortodoxas orientales la unción puede
administrarse tantas veces como sea necesario tanto para curar
como para dar alivio a las personas en sus casas.
Para los protestantes la unción no es un sacramento,
no obstante, la iglesia episcopal la ofrece como sacramento
"menor" en cooperación con las autoridades
médicas, ayudando a reducir el sufrimiento físico
en un gran número de casos.
Para los católicos romanos, la extremaunción
tiene cuatro resultados: la remisión (perdón)
de la culpa de los pecados que la persona pueda haber cometido;
la remisión de todo residuo de pecados anteriores;
el fortalecimiento del alma al despertar la confianza en Dios;
y la posible recuperación de la salud corporal.
Ordenación
Al dar aliento espiritual, la facultad de administrar los
sacramentos es sagrada. Las iglesias católica, ortodoxa
y anglicana confiere esta facultad mediante el sacramento
de la ordenación, por el cual los prelados de mayor
jerarquía "ordenan" ministros o sacerdotes.
"Como el Padre me envió, también yo os
envío" (Juan 2:21)
Los apóstoles a su vez, eligieron a otros a quienes
ordenar, y el proceso ha continuado durante 2000 años
con el nombre de Sucesión Apostólica.
En el Nuevo Testamento, los profetas y maestros de la iglesia
de Antioquía eligieron a Pablo y a Bernabé para
las tareas misioneras con la imposición de manos. Aun
los protestantes, que declaran que la Biblia no estipula ningún
sacramento de ordenación, emplean la imposición
de manos como forma significante de transmitir el ministerio,
perpetuando así para siempre la iglesia y palabra de
Dios.
Navidad y Pascua de Resurrección
Son los dos días más grandes del año
cristiano y son celebrados de diversas maneras en los distintos
países. Los servicios eclesiásticos que caracterizan
estos solemnes días varían desde una impresionante
Misa de Medianoche en Navidad hasta un apacible servicio de
Pascua al amanecer, en campo abierto. Pero lo que une a todos
los fieles, como une a todo el mundo cristiano en conjunto,
es la fe única, enardecida en Tierra Santa hace 20
siglos por la vida, muerte redentora y la resurrección
de Jesucristo.
Fuente
- Rosental, M. y Iudin, P. Diccionario Filosófico. Ediciones Universo, Argentina. 1973
- origen de la Igleasia Católica
- Sacramentos