Portal:Ciencia/Logros
La ciencia en Cuba entre 1902 y 1958 fue débil y dispersa, con escasos presupuestos, muchas veces auspiciada por patronatos y esfuerzos particulares. No obstante, en ese período descollaron científicos, que en la mayoría de los casos sin apoyo oficial y a partir de grandes sacrificios personales, hicieron aportes de repercusión universal a la ciencia cubana.
Uno de los resultados más relevantes de la Revolución Cubana es sin duda la formación humana y el desarrollo profesional y científico, esbozada como política por el Comandante en Jefe Fidel Castro, el 15 de enero de 1960, cuando planteara: “El futuro de nuestra Patria tiene que ser, necesariamente, un futuro de hombres de ciencia”. En ese contexto se enmarca la creación en 1962 de la Comisión Nacional que tendría como objetivo estructurar la Academia de Ciencias de Cuba. Al mismo tiempo, en todos los niveles de la enseñanza se iniciaban las acciones para elevar la escolarización del pueblo.
En esa época, se desarrollaron los primeros centros de investigación tecnológica para diversificar los derivados de nuestro principal cultivo, la caña de azúcar, para la prospección y desarrollo de los recursos minerales, así como para el impulso a otras ramas de la economía. Se creó también en la década del 60 el Centro Nacional de Investigaciones Científicas, que dio un respaldo importante a las investigaciones en el área de la Biología y otras ramas; así como las primeras instituciones de investigación médica del país, para apoyar los planes de promoción y elevación del nivel de salud del pueblo.
En la década del 70 el país impulsó las acciones en el campo de la electrónica y la computación, cuando se crearon o ampliaron un grupo de capacidades en esta rama.
Experiencias y resultados positivos obtuvo, a partir del año 81, el Frente Biológico. Los conceptos de trabajo propuestos por el Comandante en Jefe para impulsar y dar solución al desarrollo de los procesos biotecnológicos en el país, permitieron agrupar a los científicos de mayor prestigio y resultados, con independencia de sus instituciones, estructuras y subordinaciones sectoriales de base, iniciándose una nueva etapa en la ciencia cubana.
En la primera mitad de la década de los 80 Cuba se destacó en la producción de interferones, lo que permitió situar a la mayor de las Antillas entre los primeros países del mundo en este tipo de producción y se comenzó a desarrollar la Biotecnología y la Industria Médico Farmacéutica. En 1986 se logró con una nueva tecnología, la vacuna contra la Meningitis Meningocóccica, única efectiva en el mundo contra la meningitis producida por los meningococos B y C. También, el desarrollo de los sistemas ultramicroanalíticos (SUMA), la obtención de la vacuna contra la hepatitis B, del policosanol (PPG) y de la Estreptoquinasa recombinante, así como la producción de una variada nomenclatura de anticuerpos monoclonales, de preparados radiactivos para el diagnóstico médico y la investigación.
Entre 1991 y 1992 se creó el Polo Científico del Oeste de La Habana dedicado a la Biotecnología e Industria Farmacéutica. A partir de los resultados satisfactorios de esta experiencia como vía integradora, se adoptó la decisión de crear nuevos polos en la esfera industrial y de las humanidades, así como en las provincias.
El 21 de abril de 1994 fue creado el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), el cual vino a consolidar la organización de estas actividades en el país, y ha permitido adecuar los métodos de gerencia de las mismas a las realidades actuales de nuestra economía y de nuestra sociedad.
Aunque el campo biomédico ha sido el de mayores resultados, también el esfuerzo de investigación y desarrollo ha sido muy importante en la batalla que Cuba ha venido librando en estos años para resistir los efectos del bloqueo y del derrumbe del bloque socialista europeo, con quien teníamos el 85 por ciento del comercio. Las soluciones aportadas por la ciencia en relación con nuevas variedades de plantas, biofertilizantes y bioplaguicidas, tecnologías de micropropagación de cultivos, vacunas veterinarias, diseños de nuevas máquinas para la cosecha cañera y soluciones que han permitido utilizar en nuestras termoeléctricas y fábricas de cemento el petróleo crudo cubano, muy pesado y con alto contenido de azufre, son solo algunos ejemplos de importantes contribuciones en esa lucha.
Los principales resultados de los programas y proyectos se materializan en nuevos productos y tecnologías, expresiones del papel de la Ciencia como palanca para el desarrollo de un país tercermundista.
Los resultados obtenidos indican como Cuba marcha por el camino correcto al potenciar la ciencia y la innovación tecnológica. Tan solo en el campo de la biotecnología y otros productos de la biomedicina, incluyendo vacunas para el tratamiento del cáncer, el país cuenta con 200 registros sanitarios aprobados en 52 países, 500 patentes solicitadas en diferentes estados del mundo y exportaciones valoradas en varias decenas de millones de dólares cada año, además de su introducción prioritaria en el sistema nacional de salud e instituciones especializadas en esa rama.
Un resultado relevante de la investigación biomédica, que combinó los esfuerzos de varias instituciones de investigación biomédica de La Habana y de otras provincias del país fue el diseño y elaboración (utilizando procedimientos químicos novedosos y extraordinariamente complejos), culminada en 2004, de una vacuna sintética de polisacáridos conjugados contra Haemophilus influenzae Tipo b, organismo causante de la muerte de unos 600 mil niños cada año en países del Tercer Mundo. Este resultado, publicado ese año en un número de la revista Science ha sido reconocido como una verdadera revolución en la producción de vacunas en el mundo.
Entre 2006 y 2009, los científicos cubanos han avanzado en los proyectos para la construcción mediante Ingeniería Genética de cepas atenuadas de vivrio cholerae para inmunizar contra el cólera, en la obtención de una vacuna contra el dengue, en el programa de investigaciones para el desarrollo de vacunas experimentales profilácticas o terapéuticas contra el virus de la Hepatitis C, en los estudios clínicos y de mejoramiento de la vacuna actual contra la Hepatitis B. Actualmente están empeñados en la obtención de una vacuna preventiva para el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.
El desarrollo científico y tecnológico de Cuba no está en manos solo de los científicos, sino también en la de médicos de familia, ingenieros de la producción, maestros, obreros innovadores, jóvenes de las Brigadas Técnicas Juveniles, y en general, una parte creciente del pueblo trabajador que se hace cada vez más un pueblo de hombres de ciencia.
Algunos de estos logros son:
Ciencias Biotecnológicas
- Invención y producción de la vacuna antimeningocóccica del grupo B.
- Producción y aplicación de Interferón Alfa-Leucocitario.
- Establecimiento de una tecnología de producción de 48 enzimas de restricción del ADN.
- Obtención de una vacuna contra el virus de la Hepatitis B por recombinación del ADN en levaduras.
- Producción y aplicación del Factor de Transferencia.
Ciencias Médicas
- Técnicas avanzadas de laboratorio en el control de la Tuberculosis.
- Obtención y aplicaciones del factor de crecimiento epidérmico.
- Intacglobín: inmunoglobina intravenosa de molécula intacta.
- Anticuerpos monoclonales para uso en oncología e inmunología.
- Factores de riesgo y avances tecnológicos en dengue hemorrágico.
- Perfeccionamiento y automatización del sistema nacional de vigilancia epidemiológica.
- Desarrollo del Sistema Ultramicroanalítico (SUMA) y sus aplicaciones.
- Producción nacional de compuestos marcados y radiofármacos.
- Circulación Poliovirus Virulento.
- Sistema Aterométrico.
- Surfactante pulmonar para el tratamiento del síndrome de dificultad respiratoria del recién nacido.
- Aplicación de biología molecular en el estudio de leucemias, linfomas y tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda.
- Producción de biológicos para pesquisaje, caracterización y su tratamiento en Cuba.