Dilma Rousseff
| ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Dilma Vana Rousseff. Política brasileña que desde 2010 ostenta la presidencia de Brasil, tras una holgada victoria en las elecciones presidenciales en las que contó con el apoyo de su predecesor y compañero de partido, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010). Es la primera mujer que alcanza la más alta jefatura de la república y la tercera en Sudamérica en alcanzar la presidencia, solo antecedida por la argentina Cristina Fernández y la chilena Michelle Bachelet.
Sumario
Síntesis biográfica
Rousseff nació en la ciudad de Belo Horinzonte, al norte de Brasil el 14 de diciembre de 1947. Hija de Dilma Jane Coimbra Silva y del empresario y abogado búlgaro Pedro Rousseff, miembro activo del Movimiento Comunista Búlgaro, que inicialmente tuvó que emigrar a Francia por motivos políticos en 1929 donde vivió hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente el matrimonio Rousseff se mudó a Argentina y finalmente a Brasil.
Dilma cursó sus primeros estudios en colegios privados de ideario católico. A finales de 1970 contrajo matrimonio con otro de los integrantes del movimiento guerrillero, Carlos Franklin Paixão de Araújo, con quien tuvo su única hija, estableciéndose en el Estado de Rio Grande do Sul. En 1977, se graduó en la Escuela de Ciencias Económicas de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul.
Amenaza de cáncer
El 26 de abril de 2009 anunció que tres semanas antes le había sido detectado un cáncer linfático y que tendría que someterse a un tratamiento de quimioterapia, aunque afirmó que no disminuiría su ritmo de trabajo. Añadió que ya se le había extirpado un tumor, y que, dado el tamaño y su situación, el tratamiento contaba con una alta probabilidad de curación[1].
Vida política
Con dieciséis años ingresó en una organización de signo trotskista, Política Operária. Tres años más tarde en (1964), cuando Rousseff era estudiante de Ciencias Económicas en la Universidad Federal de Minas Gerais, tuvo lugar el golpe de Estado que instauró en Brasil una dictadura militar en donde pasó a formar parte del movimiento de la resistencia.
La situación política del país radicalizó su militancia, propiciando su ingreso en el Comando de Liberación Nacional (1967) y, a partir de 1969, en la Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares, organizaciones que practicaron la lucha armada contra el régimen castrense.
Dilma Rousseff luchó durante la dictadura militar en varios grupos revolucionarios. Ella siempre ha asegurado que nunca disparó ni mató a nadie. Ha contado que escondía las armas de sus compañeros de lucha debajo de su cama y que lo único que sabía era “armar y desarmar” fusiles y pistolas, que nunca llegó a usar. Tanto predicamento alcanzó en el seno de estas fuerzas que llegó a ser conocida como Papisa de la subversión y Juana de Arco de la guerrilla. Durante sus dos años de cárcel se comunicaba con sus compañeras reclusas a través de mensajes que dejaban en la caja de arena donde hacía sus necesidades un gato, que ellas cuidaban en la cárcel junto con una tortuga[2].
Detenida en 1970, permaneció encarcelada y torturada hasta 1973. Tras su liberación se estableció en Porto Alegre, donde reanudó los estudios de Economía. Allí volvió a la actividad política, en las filas del Partido Democrático Trabalhista 1979), después de ser indultada por el gobierno.
Entre 1991 y 1995, durante el gobierno de Alceu Collares en Río Grande do Sul, fue nombrada secretaria de Energía, cargo que duró hasta 1998. En 1999 Rousseff se ve forzada a abandonar el Partido Democrático Laborista y se integra en el Partido de los Trabajadores, manteniéndose así en el gobierno.
Papel en el gobierno de Lula
Su trabajo fue consagrado durante el gobierno del presidente Lula como ministra de Minas y Energía y,desde 2005, como ministra-jefe de la Casa Civil, puesto donde tuvo bajo su mando las principales acciones del poder ejecutivo. Dirigió el Programa de Aceleración del Crecimiento, así como los proyectos sociales Luz para Todos, Mi Casa, Mi Vida, y definió las reglas para la exploración y explotación de los enormes yacimientos de petróleo y gas hallados en aguas ultraprofundas del mar frente a la costa Atlántica. Rousseff fué también presidenta del consejo de directores de la empresa estatal petrolera brasileña Petrobras.
Campaña electoral
En febrero de 2010, durante el 4º Congreso del Partido de los Trabajadores, Dilma fué electa candidata oficial del PT para las elecciones presidenciales. Durante la campaña electoral defendió una propuesta programática continuista con respecto a las líneas maestras de la política de Lula: lucha frontal contra la pobreza, seguridad jurídica para las inversiones extranjeras y la iniciativa privada nacional, y fortalecimiento de los lazos de cooperación diplomática y económica con las demás naciones latinoamericanas.
A pesar de las encuentas que daban a Rousseff como segura ganadora, durante la primer vuelta electoral, realizada el 3 de octubre, recibió el 46,91 por ciento de los votos válidos, inferior al 50 por ciento más uno requerido para definir la disputa presidencial en esa fecha, aunque con 14 puntos porcentuales por encima de su más cercano seguidor, José Serra[3]. La sorpresa del 3 de octubre fue el 20 por ciento que dejó en lejano tercer lugar a la ex ministra Marina Silva, alejada de las filas del PT y postulada por el Partido Verde. El haberse convertido en la tercera más votada la hizo de pronto figura, y noticia perdurable solo hasta que, a escasos días de esta segunda confrontación, decidió no dar su apoyo a ninguno de los dos candidatos que se mantenían en liza (Dilma y Serra) y dejó a sus votantes «libres» de adoptar su propia elección; algo que sin duda ellos habrían hecho por sí mismos, independientemente de la voluntad de Silva. Su reciente llegada al Partido Verde no hacía pensar que tuviera cautivo un voto que traspasar a uno u otro contendiente. No obstante, la postura de Marina ocupó buena parte de la atención durante el lapso que medió entre la primera ronda y esta, donde lo otro destacado ha sido la campaña de descrédito que desató Serra contra Dilma Rousseff.
Segunda vuelta electoral
El 29 de octubre una encuesta realizada por Datafolha y publicada por el diario Folha, reflejó que Rousseff poseía el 56 por ciento de los votos válidos y Serra, aspirante por el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), 44 por ciento. Ese resultado es exactamente el mismo al obtenido por las dos anteriores consultas de Datafolha, los días 26 y 21 de octubre, respectivamente, con la diferencia que los indecisos disminuyeron de ocho a cuatro por ciento.
En la segunda ronda de las elecciones, el 31 de octubre de 2010, fue electa presidenta. Los resultados fueron hechos públicos con el 92,5% de los votos, obtuviéndo el 55,4%, contra el 44,5% del opositor José Serra, con lo cual la elección está matemáticamente definida[4][5].
(...)En esta larga jornada pude visitar todas nuestras regiones y lo que me dio mayor confianza fue la capacidad inmensa de nuestro pueblo de construir un mundo mejor para ellos mismos y sus familias.
Refuerzo mi compromiso fundamental que mantuve en mi campaña: la erradicación de la miseria y la igualdad de oportunidades para todos y todas las brasileñas. Esta meta no será solo realizada por la voluntad del gobierno. Estoy haciendo un llamado a la nación, a los trabajadores, a los empresarios, a todas las personas de bien de nuestro país. No podemos descansar mientras haya brasileños con hambre y abandonados. La erradicación de la miseria es una meta que asumo, pero para la cual pido el apoyo de todos su cooperación. Brasil es una tierra generosa y siempre nos va a devolver cada semilla sembrada con mano amorosa y mirada hacia el futuro. El gobierno de Lula, caracterizado por una inmensa movilidad social, se hizo posible un sueño que siempre pareció imposible.
Tendremos un arduo trabajo para mantener esta nueva era de prosperidad económica, en una época en que la economía de las grandes naciones está afectada. Por eso son cada vez más importantes nuestras políticas, nuestro propio mercado y nuestras propias decisiones económica. Estoy lejos de decir que pretendemos cerrar el país al mundo. Seguiremos impulsando las amplias relaciones comerciales con todos los países. Tenemos grandes responsabilidades en un mundo que aún enfrenta los retos de una crisis financiera de grandes proporciones que recurre a mecanismos no siempre equilibrados. Debemos evitar la especulación desmedida y vamos a actuar con firmeza en los foros internacionales, vamos a cuidar nuestra economía con toda responsabilidad, el pueblo brasileño no acepta más la inflación, no acepta que los gobiernos gasten más de lo sostenible.
Vamos a hacer todos los esfuerzos para mejorar la calidad del gasto público y debemos ajustar las necesarias inversiones para el bien del país. Vamos a buscar el desarrollo a largo plazo y las tasas sostenibles, vamos a buscar la excelencia del servicio público, voy a ampliar los límites de los negocios y voy a construir modernos mecanismos de perfeccionamiento económico, como hizo el gobierno de Lula.
Vamos a realizar muchos de nuestros objetivos sociales y dar al pueblo de nuestro país la parte más importante de nuestras riquezas. Me comprometí con la calificación de la educación y de los servicios de salud, con la mejora de la seguridad publica y el combate a las drogas. Reafirmo aquí esos compromisos. No me quiero extender en este primer discurso al país, pero quiero registrar que todos los compromisos los voy a seguir de manera dedicada y cariñosa.Referencias
- ↑ Candidata brasileña anuncia que tiene cáncer (Artículo tomado de El País de España)
- ↑ Artículo:La joven revolucionaria Rousseff, publicado por El País (España) y reproducido por Cubadebate
- ↑ Candidatos presidenciales brasileños buscan votos en Río de Janeiro
- ↑ Oficial: Dilma Rousseff es la primera mujer Presidenta de Brasil
- ↑ Electa primera presidente mujer en Brasil
