Jardines de la Reina
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Jardines de la Reina. Nombrado Jardines de la Reina por el Almirante Cristóbal Colón, en honor a la soberana de España, Isabel La Católica, este archipiélago está constituido por cayos que se encuentran en el Golfo de Guacanayabo, donde vierte su caudal el Río Cauto y se halla el Gran Bajo de Buena Esperanza.
Esta cayería incluye, además, isletas situadas más al oeste, debajo del Golfo de Ana María, como las del Laberinto de las Doce Leguas, ubicadas al borde de la plataforma insular submarina, donde los fondos fluctúan desde tres metros de profundidad hasta más de mil, en forma de un farallón. Allí abundan los peces, careyes y tortugas.
Un tercer grupo de islotes aflora en el Golfo de Ana María, los cuales son semejantes por su morfología a los localizados en el Golfo de Guacanayabo, de suelos fangosos. En total, los Jardines de la Reina abarcan 661 cayos y cayuelos.
Origen
Su origen geológico está relacionado con la ocurrencia de la glaciación del Pleistoceno, momento a partir del cual se formaron las rocas de origen coralino que afloran en algunos sectores del territorio o subyacen debajo de los sedimentos del holoceno, formando las playas, pantanos y manglares actuales del subarchipiélago. Sus rasgos físico-geográficos distintivos, están condicionados por su carácter insular y su ubicación en la franja tropical septentrional, así como por la interacción entre los componentes naturales y la actividad antrópica desarrollada en el territorio.
Ubicación
Situado al sur de la provincia Ciego de Ávila, considerado por muchos especialistas como el área marina de mayor grado de conservación en todo el Caribe insular.
Fondos Marinos
Los fondos marinos de Jardines de la Reina albergan especies que en otras zonas de la geografía caribeña han prácticamente desaparecido o, en el mejor de los casos, su presencia se limita a un reducido número de ejemplares. Tal es el caso de la guasa, por solo citar un ejemplo: las poblaciones de guasa en este archipiélago asombran por la cantidad, el tamaño y el peso de sus ejemplares, de hasta casi tres metros y más de doscientos kilogramos.
Poseen una gran cantidad de especies de corales, gorgonias, esponjas, moluscos, crustáceos y peces, de gran valor contemplativo, ambiental y económico.
Vegetación
En la vegetación terrestre destacan fundamentalmente las siguientes formaciones vegetales: matorral de costa arenosa, con profusión de Coccothrinax littoralis y/o Thrinax radiata; matorral de costa arenosa alto subcostero; complejo de vegetación de costa arenosa y rocosa y bosque de manglar. Este último –el bosque de mangles-, ocupa más del setenta por ciento de toda la cubierta vegetal de los cayos. Sin embargo, el mayor número de especies de la flora se localiza en el matorral de costa arenosa, aunque en general el nivel de endemismo es bajo en toda el área emergida. Se observan además algunas alteraciones en la vegetación, dadas por la presencia de especies exóticas como casuarinas (Casuarina equisetifolia), almendros (Terminalia catappa) y cocoteros (Cocos nucifera), entre otras, principalmente en Cayo Algodón Grande, aunque de manera general aún existe un alto grado de conservación en la vegetación natural del territorio.
Vegetación Submarina
La vegetación submarina es también de una gran riqueza y diversidad, con predominio de la fanerógama Thalassia tesstudinum –de gran densidad y amplia distribución-, y algas de los géneros Halimeda, Penicillus y Caulerpa, entre otras de gran importancia económica, ecológica y médica. En este sentido puede decirse lo mismo que lo anteriormente planteado con respecto a la fauna terrestre; téngase como prueba al canto el reciente descubrimiento de ejemplares de (alga de Mayrene).
Fuentes
Centro de Investigación de Ecosistemas Costeros de Cayo Coco
Joven Club de Computación y Electrónica Morón III

