Armando Enrique Cardoso Comendador
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Armando Cardoso Comendador. Combatiente revolucionario que luchó contra la tiranía. Integrante del Movimiento 26 de Julio.
Síntesis biográfica
Nació en la finca “San Francisco”, barrio de Galbis, municipio Guáimaro, el 10 de diciembre de 1924. Era hijo de Augusto y Caridad, campesinos muy pobres, los cuales tuvieron 8 hijos: 4 hembras y 4 varones.
Armando era de estatura mediana y empezó a trabajar desde muy temprano para ayudar a sostener a su familia en la difícil situación económica que atravesaba. Con grandes esfuerzo alcanzó el segundo grado de instrucción primaria.
Sus primeros oficios fueron leñador y pesero, actividades penosas y mal retribuidas donde no tenía segura una continuidad laboral. Poco a poco, se fue formando en él una clara conciencia acerca de la desigualdad económica y la explotación a que eran sometidos los pobres y esto contribuyó a que desarrollara un fuerte carácter revolucionario a pesar de poseer una escasa preparación cultural.Llegó a casarse y a tener dos 2 hijos.
Actividades revolucionarias
No perteneció a ningún partido político. A principios de julio de 1958 y sabiendo que estaba chequeado por la Guardia Rural de la tiranía decidió alzarse y se incorporó a las fuerzas del capitán José (Pepe) Botello. Su conocimiento de la zona lo convierten en práctico de la tropa comandada por el citado capitán.
El carácter alegre, entusiasta y dinámico, pero, a la vez, profundo y decidido, le posibilitaron magníficas relaciones humanas con sus compañeros de lucha quienes le prodigaron un gran aprecio.
Los que combatieron a su lado recuerdan que él manifestaba que podía caer fácilmente en un combate, pues era tanto el odio que sentía por la tiranía que no tenía paciencia para ser disciplinado.
Muerte
El 7 de noviembre de 1958 Cardoso participa en calidad de práctico en una misión encabezada por el teniente Reyes, quien con 4 guerrilleros más debía interceptar una rastra de ganado custodiada por una pareja de guardias ya de retirada, sin haber podido encontrar el vehículo, son sorprendidos por una patrulla que avanzaban por el camino en un jeep. Al no poder ocultarse los rebeldes por ser terreno de escasa vegetación, se entabló el tiroteo en plena sabana. Armando Cardoso que como práctico iba a la vanguardia es herido con la primera ráfaga y cae. El teniente Zayas buscó ayuda en una vivienda campesina cercana pero no encontró caballos para trasladarlo y regresó junto a los demás combatientes.
Armando es trasladado por su compañero hasta un potrero de hierbas de guinea y la escuadra salió en busca de algún medio en el cual transportarlo. Los guardias después de haber huido volvieron al terreno de los hechos para tratar de encontrar algún rastro de los rebeldes y, en uno de los potreros confirman por una huella de sangre que habían herido a uno de ellos. Inmediatamente se dieron a la tarea de buscarlo.
Al llegar a una quebrada cercana hallaron el cuerpo de Armando, lo trasladaron ya moribundo a la Capitanía de Guáimaro. Trataron de sacarle información por medio de torturas, pero Armando no les dijo nada. Dándose cuenta sus torturadores de que su tétrico "trabajo" no daría resultados con un combatiente de ese tipo, decidieron ultimarlo cuando el guerrillero ya estaba agonizando. Fue en ese momento en que llegó al cuartel el capitán Rizado, jefe del escuadrón, el cual en un alarde de asquerosa valentía lo remató. Actualmente los restos del compañero Armando Cardoso descansan en el cementerio de Palo Seco.
Fuente
