Isaac Hernández Oliver
Isaac Hernández Oliver, nace el 3 de junio de 1926 en un humilde hogar campesino en Aguarás, en Holguín. Su padre pequeño agricultor, se afana por lograr la mantención de sus 10 hijos. Isaac realiza estudios primarios en la escuela rural del barrio, pudiendo alcanzar solo hasta el cuarto grado pues el imperativo de la vida, en medio de las difíciles condiciones económico-sociales imperantes, le obligan a incorporarse a la actividad laboral para contribuir al sustento familiar. Junto a su padre se dedica al laboreo de la tierra, cultivando la pequeña estancia de autoconsumo de que disponen. Alterna ello con los trabajos en el corte de la caña, como obrero agrícola. En sus breves ratos de ocio gustaba jugar a la pelota. Su padre laborioso campesino, tildado de “comunista” fue detenido y llevado a Holguín donde permaneció retenido durante 30 horas, hecho que conduce a que los testaferros de la tiranía tengan en cuenta a la familia Hernández Oliver como elementos de cuidado en la zona. Isaac se une a Rosa López Zaldivar e integra un hogar, fruto de ello nacen cuatro hijas, a las que dedica todas sus energías. Su callado y respetuoso proceder, su honradez y apego familiar, le hacen merecedor del cariño de todos.
Acesinato.
El día “elegido” 26 de diciembre de 1956, encontrándose en casa de su suegro Ramón López, llegan dos individuos sobre las nueve de la mañana preguntando por Ramón, quien no se encontraba. Isaac acompaña a los recién llegados hasta el cocal a unos 300 metros de la casa para señalarles el camino. Los esbirros jaranean con él y le piden un cigarro. Al llegar al lugar, sin más razón que su sadismo y deseo criminal, disparan contra el joven de 30 años de edad; una bala se interna en el vientre y otra en la frente, como "tiro de gracia", para rematarle. Ramón había tenido problemas con el dueño de la colonia, Eugenio Pérez y venían a javascript:void(0)“quitarle del camino”, pero en su ausencia y por dejar cumplida la misión criminal asesinan a un inocente padre de familia. Las hienas incorporaban un muerto más a su tétrico listado en las navidades luctuosas de 1956. Isaac, víctima de los hechos horrendos de Las Pascuas Sangrientas, se erige en la obra misma de la Revolución, pues no podrán repetirse tales crímenes, ni han quedado impunes tan vandálicos sucesos. Nuestra juventud, enardecida y revolucionaria, las generaciones que se sucederán, no permitirán que nuestra sociedad se retrotraiga al pasado de ignominia, asesinatos, hambre y miseria de ayer. El pueblo todo preparado para defender las conquistas logradas, no escatimará esfuerzos ni desvelos por asegurar la libertad alcanzada. Como homenaje se le hizo una tarja en Aguarás y algunos elementos locales llevan su nombre.
Enlaces internos
http://www.ecured.cu/index.php/Las_Pascuas_Sangrientas
Enlaces externos
http://www.walterlippmann.com/docs1062.html http://www.aldia.cu/index.php?mod=noticias&id=12562
Fuente
Historiador de la localidad
