Chancro del manzano
Chancro del manzano. Enfermedad ocacionada por el hongo Nectria gallígena infecta a árboles y arbustos a través de las heridas de poda y grietas en la corteza. La espora del hongo cae sobre una herida o grieta y germina ahí, penetrando por ella. Aplica pasta cicatrizante en cada corte de ramas de diámetro mayor de 5 cm.
Síntomas
A través de heridas, cicatrices foliares, roturas de epidermis, etc., el hongo penetra y produce pequeñas depresiones pardo-rojizas que, rápidamente, se agrietan y profundizan dejando al descubierto parte de la madera. El chancro así formado interrumpe el paso de la savia y provoca el marchitamiento de la parte superior de la rama donde se establece; de ordinario no compromete la vida del árbol pero sí su producción.
Biología
Sobre la superficie del chancro, favorecido por primaveras lluviosas, fructifica el hongo en forma de cojinetes de color cremoso que representan la fase asexual del chancro, denominada "Cylindrocarpon mali". Los frutos pueden ser también atacados, produciéndose manchas en la zona calicina y en la peduncular.
En otoño, y sobre chancros de madera vieja, se desarrolla la fase sexual del hongo, llamada propiamente "Nectria gallígena", formando peritecas de color rojo vivo que maduran durante el invierno y la primavera siguiente. Las dos formas sexuales del hongo conviven durante todo el periodo vegetativo del árbol ya que la producción de ascosporas y conidias se da durante todo el año, presentando un máximo entre final de verano y principio de otoño; por tanto, una excesiva pluviométrica en dicha época favorecerá las infecciones.
Importancia
Esta enfermedad muy común en Gipuzkoa, que se presenta sobre todo en plantaciones poco cuidadas, ataca las partes leñosas del manzano, especialmente a las ramas.
Métodos de control
Extirpar las zonas enfermas del tronco y ramas gruesas hasta llegar a la parte sana.
Desinfectar la herida con una solución de sulfato de cobre al 2%, sulfato de quinoleina o sales de mercurio, recubriéndola después con un “mástic” de injertar.
Deben suprimirse los frutos y brotes atacados por la enfermedad y quemarlos inmediatamente.
Se evitarán las grandes heridas de poda.
Desinfectar los instrumentos de poda después de haber podado un árbol enfermo.

