Batalla de Ankara (1402)

Batalla de Ankara
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Batalla de Ankara
Fecha 20 de julio de 1402
Lugar Noroeste de Ankara, Bandera de Turquía Turquía
Resultado Victoria de Tamerlán decisiva
Consecuencias El sultán Bayezid I cae prisionero de Tamerlán
Beligerantes
Imperio Timúrida Imperio Otomano, Serbia
Comandantes
Tamerlán Bayezid I, Stephen Lazarevich
Fuerzas en combate
140 000 hombres 85 000 hombres
Bajas
15 000-25 000 muertos 15 000-45 000 muertos
Batalla de Ankara. Batalla librada el 20 de julio de 1402 entre Bayazid I, sultán del Imperio Otomano y Tamerlán, líder militar del Imperio Timúrida, en la llanura de Cubuk, al nororeste de la ciudad de Ankara, en Anatolia, Turquía.

Antecedentes

El principio de la década de 1400 es especialmente agitado en la historia de Eurasia y Oriente Medio debido en gran parte a las conquistas de Tamerlán (Timur el Cojo). En 1370, Tamerlán, experto y cruel líder militar de origen mongol, de habla turca y musulmán de religión, se autoproclama gobernador absoluto de esa zona. En Samarcanda, su ejército (dominado por arqueros nómadas a caballo de Chaghatay) invade los territorios de la Horda de Oro, el norte de India, Persia, Siria y Anatolia oriental.

A finales de la década de 1390, cuando el sultán otomano Bayezid I extiende su dominio sobre Anatolia oriental, el enfrentamiento entre los dos gobernantes se hizo inevitable. Los señores locales de Anatolia intentaron maniobrar entre los dos grandes jefes. Buscaron y hallaron refugio con Bayezid o con Tamerlán, que disponen así de los pretextos necesarios para atacar al contrario.

A principios de verano de 1402, deja su cuartel general de invierno y marcha hacia Asia Menor pasando por Erzurum y Erzincan con el objetivo de recuperar la disputada fortaleza de Kemah, donde se controlaba el alto Éufrates y que había sido arrebatada a Taharten, por Bayezid I. La fortaleza cayó en cuestión de diez días y regresó a su antiguo señor. Desde aquí, Tamerlán continuó la marcha hacia Sivas, donde se encontró con los mensajeros otomanos.

Exige la rendición de Ahmed Jalair, el sultán fugitivo de [Bagdad]] y de Kara Yusuf, gobernante de los turkmenos de Karakonyulu (ovejas negras). Ambos se refugian con los otomanos. Sin embargo, los mensajeros del sultán le informan de que Bayezid I no piensa aceptar sus exigencias. Ante este fracaso de la diplomacia, continua su marcha hacia Anatolia.

Desde Sivas, el ejército de Tarmelán avanza hacia Ankara siguiendo el río Kizilirmak. Después de que su cansado ejército se refresca con los abundantes productos y frutas de la zona, sitia Ankara. El asedio se levanta cuando los exploradores traen la noticia de que se acerca el ejército otomano, moribundo por el agotamiento y muerto de sed, después de una larga marcha.

Batalla

La acción tiene lugar en la llanura de Cubuk, al noroeste de Ankara, el 20 de julio de 1402. La batalla comienza en la mañana y dura hasta última hora de la tarde. Los cálculos modernos más fiables, sitúan los ejércitos de Tamerlán y Bayezid en torno a 140.000 y 85.000 hombres, respectivamente. El ejército de Bayezid estaba exhausto debido a la larga marcha forzada desde Bursa a Sivas y Tokat, y de nuevo de vuelta a Ankara, en persecución del enemigo.

Además de su inferioridad numérica y de su estado de extenuación, otro factor que debilita considerablemente a los otomanos es la falta de agua, un gran inconveniente si se tienen en cuenta las altas temperaturas del verano en Anatolia. Tamerlán destruye los pozos situados en torno a Ankara. Además, desvía el río Cubuk, que atraviesa la llanura del mismo nombre, construyendo una presa y un embalse al sur de la ciudad de Cubuk. De este modo, las fuerzas de combate otomanas y sus caballos no dispondrían de agua para beber.

Organización de las Tropas

Las vanguardias del ejército de Tamerlán estaban comandadas por los nietos de éste: los príncipes Abu Bakr y sultán Husayn en los flancos derecho e izquierdo, respectivamente. Detrás les seguía el grueso del ejército, cuya ala derecha e izquierda estaban bajo las órdenes de sus hijos. El centro lo lidera, con el apoyo de las reservas al mando del príncipe Muhammad Sultan, otro nieto de sus nietos.

La caballería provincial de Rumelia, en el ala izquierda del ejército otomano, estaba al mando del príncipe Süleyman, el hijo mayor de Bayezid. Las tropas anatolias, junto con unos 20.000 soldados de caballería serbios, ocuparon la derecha liderados por Stephen Lazarevich, de Serbia (cuñado y vasallo del sultán). Alrededor de 5.000 jenízaros, los soldados de infantería profesionales del sultán, permanecieron en el centro junto con los “azabs” de infantería y comandados por Bayezid y tres de sus hijos: los príncipes Musa, Mustafa e Isa.

Las fuerzas montadas del ejército del sultán formaron el centro de la segunda fila, y estuvieron perfectamente flanqueadas por vasallos tártaros y serbios en las alas izquierda y derecha respectivamente. La reserva otomana consistía, principalmente, en caballería procedente de Sivas, Tokat y Amasya.

Derrota de las Tropas Otomanas

Captura de Bayazid I por Tamerlánl

A pesar de los inconvenientes, los otomanos disfrutan del éxito por un momento. Sin embargo, cuando los tártaros Kara (negros) del ala izquierda otomana, traidores aliados con Tamerlán, atacan la retaguardia otomana, y cuando desertan los jinetes de los recientemente subyugados emiratos, el destino del sultán quedó sellado.

Abandonado por sus hijos, Süleyman y Mehmet, lucha con valentía junto a sus jenízaros y sus vasallos serbios hasta caer derrotado y, finalmente, capturado.

Consecuencias

El sultán Bayezid I, conocido por todos como “Rayo” por sus rápidas conquistas, murió como prisionero de Tamerlán en marzo de 1403. A su vez, Tamerlán continuará su campaña en el Asia Menor, arrasando la capital otomana, Bursa y el enclave cristiano de los Caballeros de Rodas en Esmirna.

El territorio otomano experimentó una fuerte sacudida, quedando reducido a poco más que el norte de Frigia, Bitinia y Misia, Balcanes y lo que restaba del Imperio Bizantino. Por su parte, Tamerlán desistió de seguir atacando los dominios otomanos, y se embarcó en una expedición a China, en la que pereció, desmembrándose su imperio, por lo que la amenaza que éste significaba para los otomanos desapareció para siempre. De todas maneras, a los otomanos les costó al menos un par de décadas repararse del golpe recibido.


Fuentes