Masacre de los Independientes de Color

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Masacre de los Independientes de Color
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En menos de dos meses fueron masacrados más de tres mil negros y mestizos.
Fecha 1912
Lugar Toda la isla
Resumen Lucha de los negros y mestizos por lograr la eliminación de la discriminación.
Resultado Cruel masacre racista
Consecuencias Crimen espantoso y silenciado por el gobierno cubano de entonces y sus aliados de Estados Unidos.
Beligerantes
Partido Independiente de Color Ejército Nacional de Cuba
Comandantes
Evaristo Estenoz Corominas
Pedro Ivonet Hechevarría
Emiliano Arniels Ginori
General José de Jesús Monteagudo
Fuerzas en combate
- -
Bajas
Más de 3000 12

La Masacre de los Independientes de Color, conocida también como Levantamiento Armado de los Independientes de Color fue un alzamiento armado que tuvo lugar en Cuba en 1912, llevado a cabo por los miembros del Partido Independiente de Color y fuertemente reprimido por el Ejército Nacional de Cuba, que asesinó, en menos de dos meses, a más de tres mil negros y mestizos.

Gobierno interventor

Con la ocupación norteamericana proliferó aún más la discriminación racial. Negros y mestizos continuaron siendo preteridos en la vida social, económica, cultural y política. Eso en parte tenía un fuerte basamento en las condiciones en que habian adquirido -la mayoria de ellos- la libertad apenas catorce años antes; en que las masas de esclavos recién liberados estaban en peores condiciones que el cubano blanco más humilde.

Estreno de la República

La república estrenada el 20 de mayo permitió y acrecentó las prácticas discriminatorias como consecuencia de la presencia yankee, los magnates autonomistas criollos y los comerciantes españoles que se habían sumado al carro y controlaban importantes parcelas de la economía de la Isla. Debemos imaginarnos como se sentirían los veteranos que habían luchado por la independencia, en especial los de piel oscura, que además eran víctimas de la discriminación racial, la que incluso llegó a prohibir la presencia de los negros en todas las actividades oficiales.

El Partido Independiente de Color

En 1907 ya se acusaba a Evaristo Estenoz Corominas de estar tratando de integrar un partido político con ciudadanos negros y mestizos; estas acusaciones provenían de fuentes de inteligencia norteamericanas. En esa época habían distintas corrientes que pugnaban por la unidad de negros y mestizos. Una de éstas era orientada por Ricardo Batrell y Alejandro Meninger, quienes lanzaron un "Manifiesto al pueblo de Cuba y a la raza de color", en el que se denunciaba las condiciones de preterición y discriminación a que se hallaban sometidos y se exhortaba a la unidad para la lucha por sus reinvindicaciones. El documento circuló muy profusamente en Camagüey. En las elecciones parciales de junio de 1908, los ajustes para las candidaturas dejaron insatisfechos a los negros más radicales, entre los que se encontraba un veterano del Ejército Libertador, Evaristo Estenoz Corominas

El 7 de agosto de 1908, en la calle Amargura, 63, en La Habana - domicilio de Estenoz- se fundó la "Agrupación Independiente de Color", con el objetivo de participar en las elecciones del 14 de noviembre de ese año. Se abria un capítulo en la historia de Cuba, que repercutiría, al igual que la conspiración de Ls Escalera, durante muchos años sobre uno de los elementos constitutivos de la nación cubana.

El 20 de septiembre de 1908 en la plaza de El Cristo, en La Habana, se efectuó el primer mitin público de la organización, que se intentó sabotear. Los Independientes de Color no se dejaron provocar, y evitaron así una riña tumultuaria; los perturbadores procedían de las filas de las dos coaliciones del liberalismo, zayista y miguelistas, así como de los seguidores de Martín Morúa Delgado, afectados por el desprendimiento de numerosos liberales negros, que habían formado filas junto a los independientes de Color.

La Enmienda Morúa y los debates en el congreso

Una cuestión polémica en la vida de Martín Morúa Delgado es la Enmienda que da su nombre al artículo 17 de la ley Electoral. Esta Enmienda, presentada en febrero de 1910, el el último año de su gestión como congresista, tenía como supuesto objetivo evitar una lucha racial en Cuba, pero el verdadero trasfondo era eliminar al Partido Independiente de Color, que se nutría fundamentalmente de los negros y mestizos defraudados por el Partido Liberal, al que pertenecía Morúa, especialmente la fracción "miguelista". La aprobación de la Enmienda fue el catalizador para la protesta armada de los Independientes de Color, iniciada el 20 de mayo de 1912. Los Independientes de Color, a pesar de su fracaso electoral en noviembre de 1908, motivado entre otras cosas por lo incipìente de su organización, tenían como compensación el derecho establecido en el Código Electoral de poder participar en los comicios de julio y diciembre de 1910, al que sólo tenían derechos liberales, conservadores e independientes, pués habían participado en los comicios de 1908. Por lo tanto, la Enmienda Morúa les impediría participar.

La Enmienda fue presentada al Senado, el 11 de febrero de 1910, por los congresistas:Martín Morúa Delgado, Antonio González Pérez y Tomás Recio. La Enmienda adicional al artículo 17 del Código Electoral era en realidad una "percha". Se conocía por "percha" cualquier adición ajena al texto de un proyecto en discusión. Era una política usual incluir intereses personales o de grupo, en las leyes de interés nacional de aprobación segura o probable. Coincidentemente, en esa misma fecha, era detenido nuevamente Evaristo Estenoz, por el delito de violación de la Ley de Imprenta.

Presiones y represiones contra los Independientes de Color

El 24 de febrero de 1910 el periódico Previsión denunciaba las arbitrariedades cometidas contra los Independientes de Color en los pueblos de Cruces, Güines, La Esperanza y otros lugares del país. El crecimiento de los Independientes de Color preocupaba, como se ha dicho, fundamentalmente al Partido Liberal, que ostentaba el poder. Como continuación de la ola represiva contra los Independientes de Color, en marzo de 1910 era detenido Manuel Pardo Galíndez, acusado de injuría a la autoridad.

El 22 de abril eran detenidos, acusados de asociación ilícita, 52 militantes del Partido Independiente de Color, entre los que se encontraban sus dirigentes principales: Estenoz, Surín, Antero Valdéz, Juan Coll, el coronel Julián Sierra y el general Fournier. Ya en prisión, se les modificó la acusación por la de conspiración para la rebelión, y se les exigió la fianza astronómica de diez mil pesos en moneda norteamericana. Los detenidos enviaron una carta al presidente Gómez, en la que denunciaban la arbitrariedad y señalaban que la mayoría de los detenidos estaba formada por veteranos del Ejército Libertador, que habían sido calumniados, ofendidos y encarcelados por haber integrado un partido que tenía como divisa fundamental la república igualitaria, sin pretenciones raciales. En un maniobra para aislar a los Independientes de Color detenidos, el Gobierno dio pie a un rumor de que sus correligionarios intentaban liberarlos por la fuerza; esta patraña sirvió para endurecer el régimen de los encarcelados y privarlos de las visitas de sus familiares.

El juicio a los detenidos en abril de 1910 comenzó el 14 de noviembre de ese año en la Sala Tercera de lo Criminal. Finalmente, el proceso terminó con la absolución de todos los acusados, el 24 de diciembre de 1910. Aún después de ser liberados continuó todo tipo de presiones contra los Independientes de Color; anónimos con amenazas de violencia física e incluso de muerte llovían contra los dirigentes que no habían claudicado.

El Levantamiento

Ilegalizado por el Congreso, el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Independiente de Color se reunió en mayo de 1912 en la calle Virtudes, 95, en la ciudad de La Habana; en la reunión participaron, entre otros, Evaristo Estenoz, Casimiro Fariñas, José Inés García, Julio Cachancha, el general Pedro Ivonet, el coronel Simón Armenteros, Guillermo Laza, Antonio Deroncelet y Abelardo Pacheco. En el encuentro hubo planteamientos de continuar la lucha dentro la legalidad a pesar de las trabas que creaba el secretario de Gobernación, Gerardo Machado, pero otros se mostraron partidarios de una demostración de fuerza, mediante un levantamiento en armas que ellos calificaron como protesta armada. Estenoz se opuso a ese planteamiento, pero una consulta realizada a los comités del Partido a lo largo de toda la Isla mostró una mayoria inmensa favorable al levantamiento.

El 20 de mayo de 1912 se produjo el levantamiento del Partido Independiente de Color. En menos de dos meses fueron masacrados más de 3 mil negros y mestizos, fundamentalmente en la antigua provincia de Oriente. Las tropas del gobierno tuvieron 12 bajas. El jefe de la Guardia Rural, General José de Jesús Monteagudo en informe al presidente José Miguel Gómez expresaba: "Es imposible precisar el número de muertos, porque los combates han degenerado en una carnicería dentro del monte".

El levantamiento principal fue en Oriente, encabezado por sus principales dirigentes: el General Pedro Ivonet, quien había participado en la Invasión a Occidente con el grado de coronel, y Evaristo Estenoz, también oficial del ejército mambí.

En realidad, la mayoría de los alzados estaban desarmados y apenas contaban con viejas e ineficientes armas, los que las poseían. Los llamados combates fueron muy desiguales debido al moderno armamento de las tropas gubernamentales.

Hubo, además, levantamientos en Villa Clara y conatos en La Habana y Matanzas. En la capital, el 20 de mayo en Cuatro Caminos de Falcón, lugar situado entre Arroyo Arenas y Jaimanitas, fue sorprendida una partida cuyo jefe era Tomás Arcona, Comandante del Ejército Libertador. En los municipios habaneros la represión se hizo notable en Regla, Marianao, Güines, Nueva Paz, Caimito, Jaruco.

Juan Gualberto Gómez estuvo a punto de ser agredido físicamente. La policía habanera arrestaba a personalidades patrióticas y políticas, solo por el hecho de ser negros. Se detuvieron a altos oficiales mambises, entre ellos al general Juan Ducasse, los coroneles Isidro Acea, José Gálvez, Alfredo Rodríguez; al comandante Eligio Griñán, el hijo del general Guillermón Moncada, y estuvieron a punto de ser apresados también los mayores generales Agustín Cebreco y Jesús Rabí, a pesar de haber expresado su postura contraria al alzamiento en telegrama enviado al gobierno.

Los grupos alzados en armas no eran numerosos. Un hecho que frustró la magnitud del levantamiento fue la detención el 19 de mayo de numerosos Independientes de Color. La llamada "ley de fuga" sirvió para encubrir decenas de asesinatos.

El presidente norteamericano Taff inmediatamente amenazó con la intervención y envió buques de guerra a las bahía de Nipe, Guantánamo y La Habana; así desembarcaron tropas para "proteger" las propiedades norteamericanas en Oriente. Entre los elementos alegados por la prensa estadounidense para aplastar el levantamiento se argumentó que "era un mal ejemplo para la población negra del sur de Estados Unidos"

Derrota de la Protesta Armada

Muertos los dirigentes principales, faltos de armas, parque y abastecimientos, las presentaciones de los sublevados se multiplicaron. El terror masivo se implantó en las áreas rurales en forma de los múltiples asesinatos perpetrados por las hordas de Monteagudo, entre éstos los de los dirigentes del Partido Independiente de Color, René Sagne y Germán Luna. Pocos de sus dirigentes alzados en armas escaparon con vida, entre ellos Chano Martínez, Juan Bell y Agapito Savón.

La protesta armada, que había sido un gesto intimidatorio para que el gobierno derogara la Enmienda Morúa, fue la tumba del Partido Independiente de Color. Con la presentación de José Luis Hechevarría, en Mayarí, uno de los pocos jefes de importancia que quedaban alzados, se supo que el movimiento estaba liquidado. Hechevarría declaró: Con la muerte de Ivonet se ha dado al traste con la rebeldía, era el último de los jefes de nombre que quedaba en el campo insurrecto. En esa fecha, los acusados a los que se seguía causa por rebelión sumaban dos mil, y en el vivac de Santiago de Cuba otros 180 esperaban su traslado para la cárcel. A Guantánamo arribaron en esos días 105 detenidos que en su mayoría eran campesinos negros, procedentes de los pueblos cercanos, aunque entre ellos había dos españoles.

Los Independientes de Color no sólo quedaron sepultados en el olvido, sino que también fueron cubiertos con el lodo de la infamia, para así aterrorizar a la población negra y mestiza.

Evidentemente, a este olvido de la historia oficial de la república neocolonial se puede aplicar las palabras de José Martí:"Cuando se está contento de su pasado, se habla de él; cuando no se habla de él, es porque su recuerdo pesa y avergüenza".

Tres mil hombres, en su mayoria desarmados, fueron perseguidos, cazados como fieras y masacrados por las fuerzas del "orden" establecido.

Fuente

  • Castellanos, Dimas 2002: "La Nación y los Independientes de Color"; Nueva Frontera, Año IV N° 14.
  • Castro Fernández, Silvio: La Masacre de los Independientes de Color -1912-; Editorial Ciencias Sociales.
  • Fernández Robaina, Tomás. 1990: El Negro en Cuba, 1902-1958. Editorial Ciencias Sociales.

Fuente Externa