Ciudad implacable
| ||||||||||
Ciudad Implacable En el presente libro es de carácter didáctico y sólo puede ser utilizado dentro del núcleo familiar, en establecimientos educacionales, de beneficencia u otras instituciones similares, y siempre que esta utilización se efectúe sin ánimo de lucro.
Prólogo
El relato se inicia con un pequeño y diverso grupo de personas despertándose una mañana y encontrándose solos en una ciudad abandonada. Inmediatamente los lugares más normales se convierten en algo tan extraño como la más encantada de las casas.
Una calle desierta, un restaurante vacío, una fantasmal estación de metro sin ningún tren a la vista..., todo ello añade un desconcertante misterio que parece irresoluble.
«Está usted solo en una ciudad abandonada. Camina por una calle vacía, anhelando ver algún rostro vivo... alguna figura moviéndose. ¡Entonces ve usted a un hombre en una esquina, y de repente se da cuenta de que su terror apenas acaba de empezar!» Esta era la frase publicitaria que encabezaba la historia de Ivar Jorgenson Ciudad implacable en la edición de marzo de 1953 de la revista If: La intrigante historia de una metrópoli despoblada debió de impresionar convenientemente al productor Herman Cohen, quien rápidamente compró los derechos y la lanzó a todos los cines menos de nueve meses más tarde.