Viruela caprina
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Viruela caprina
Ubicación
La viruela caprina está muy extendida en los países de la cuenca mediterránea, y se ha observado con frecuencia en algunas comarcas de Noruega. También hay noticias de su presencia en Alemania, Sudáfrica y California.
Etiología
La viruela caprina se puede transmitir a las cabras con el contenido de las pústulas variólicas y, si hay vesículas en la boca, con la saliva de los animales enfermos. En algunos casos también se logra transmitir a óvidos, pero entonces produce únicamente un exantema variólico en el punto inoculado; al propio tiempo, su virulencia se atenúa para la cabra. El hombre no es del todo refractorio a ella, pues, en casos excepcionales, en las manos y brazos de las personas que manejan cabras enfermas, brota un exanterma vesiculoso. No se transmitre a équidos, ternero y gallinas.
Síntomas
El cuadro morboso es muy parecido al de la viruela ovina. Con moderados fenómenos febriles y catarrales, ya sólo en las mamas, y con preferencia en las tetillas, ya en otras partes del cuerpo, como la caramedial de los miembros, la inferior del rabo, el rostro y los alrededores de los labios y de los ojos, fórmanse pápulas de diverso tamaño que se transforman en vesículas umbilicadas y se acaban por secarse y curar, dejando cicatrices radiadas. Excepcionalmenre, se forman abscesos en la ubre, y entonces la leche puede ser sanguinolenta.
En algunas ocasiones, en particular en los cabritos, también se presentan viruelas en la boca y en la mucosa de las vías respiratorias altas, cuyo desarrollo se acompaña de tos, respiración acelerada y flujo nasal purulento. A veces también se forman en los bordes de los labios y de las alas de la nariz vegetaciones carnosas, parecidas a verrugas, y en las encías úlceras de mal olor, acompañadas de flujo0 salival y dificultad en la presión de los alimentos.
Diagnóstico
La enfermedad se puede confundir con la glosepeda, pues en las cabras las vesículas variólicas alcanzan también a veces el tamaño de nueces, pero además del aspecto particular del exantema variólico y de permanecer sanas las pezuñas, nos librará del error la no transmisibilidad del mal a otros ungulados. en el diagnóstico diferencial, también hay que recordar la dermatitirs pustulosa necrosante contagiosa.
Tratamiento y profilaxis
A ello son aplicables las mismas medidas que al tratamiento y a la profilaxis de la viruela ovina.