Usuario:Edeliochajc/Zona 2
Transcipción de la controversia
Gracias a la taquigrafía las décimas cantadas en ambos encuentros se pudieron recoger y publicar en Panorama, una revista de entonces, acompañadas de algunas fotos.
El amor |
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La muerte |
Naborí |
La Libertad 3 5 |
Naborí 18 |
El Campesino |
Valiente 18 El político, funesto mercader de tu conciencia, para su concupiscencia siempre es ánimo dispuesto. Si te enfermas, está presto a llevarte al hospital; te lleva… cura tu mal los médicos que has pagado; y él, con eso te ha comprado lo más puro: el ideal. 20 Tu día no es este día de luz y música y fiesta: el día de tu protesta no ha llegado todavía. Tu grito de rebeldía será la mejor tonada; y Cuba estará empinada en el marco de tu base, porque el triunfo de tu clase es la patria liberada. |
La esperanza 3 Cuando sorda y despiadada la suerte nos abandona; cuando todo nos traiciona y en firme no queda nada; cuando con fría mirada la crueldad nos intimida, la esperanza florecida de virtudes milagrosas, nos llena el alma de rosas y sueños para la vida. 5 En todo lo que se mueve hay una esperanza en pie, y tiene junto a su fe sueños de vapor la nieve. Cuando trágico y aleve el dolor, abriendo heridas, destroza y silencia vidas, ella, desde sus arcanos, es un cuerpo con cien manos moviendo cosas dormidas. 7 Novia cernida de estrellas con una tiara de luz para el hombre que en la cruz dejara indelebles huellas. Mano abstracta que las bellas rutas del triunfo señala; rosa que perfume exhala hasta en la entraña del lodo, eso es la esperanza en todo, resumen de sueño y ala. 9 Casi que un adolescente, Martí sufre en la cantera el rigor que nadie hubiera soportado heroicamente. La negrura del presente se siembra un feliz mañana, porque como una campana bronceada, en su pecho ardía la esperanza que sería libre la tierra cubana. 11 Cuando la callosa mano del labriego tierras labra y no dice su palabra su intenso dolor humano, abre el surco, deja el grano en sus entrañas caer, con la esperanza de ver florecida su labranza: ahí fue sudor la esperanza, fue trabajo y fue deber. 13 Y cuando un niño ha nacido, al que Dios su luz prodiga, junto con él, una espiga, de esperanza ha florecido. Para los padres ha sido un feliz alumbramiento; y a partir de ese momento, cuanto se agita en la cuna –llanto o risa–, todo es una esperanza en movimiento. 15 Cuando el látigo implacable de las dudas nos fustiga, la esperanza más que amiga es la hermana inseparable. Su influencia respetable tiene la virtud del vuelo; confianza frente al recelo que nos sorprende y nos crispa como una razón de chispa rompiendo la acción del hielo. 17 Novia de la primavera dándose en savia y retoño, cuando en la angustia de otoño se entristece la pradera. Tu verde en el campo impera igual que el agua en el río; no te detiene el estío y más en llegar persistes cuando un dolor de hojas tristes le da vueltas al bohío. 19 Aquí no hay un corazón donde no esté la esperanza creciendo en fuerza y confianza como en sueños de ilusión. Lo mismo está en la pasión como en el juicio sereno, porque paz y desenfreno son fuerzas en desafío, cuando ha tenido un vacío la esperanza de estar lleno. |
Naborí 4 ¿La esperanza? La esperanza no retrocede jamás… Dice el pesimismo: “¡Atrás!” Y ella: “Caminante, avanza, no cejes, que en lontananza el sol que buscas descuella.” Y el hombre sigue su huella hasta que encuentra la suerte, o lo sorprende la muerte con la mirada en su estrella. 6 Abrió su caja secreta Pandora, y se le fugaron los Males que se adueñaron de los hombres y el planeta… Desde entonces, triste, inquieta, la humanidad sufre y llora; pero sueña con la aurora de perpetua bienandanza, porque aún está la Esperanza en la caja de Pandora. 8 Es la Esperanza inmortal el día recién nacido; es la postura en el nido y el botón en el rosal; es el maná celestial que cayó sobre el Desierto; es la vida de lo muerto y el dulzor de los abrojos; es un niño con los ojos fijos en un libro abierto. 10 La esperanza es una oruga –fino estuche sin abrir– donde late un porvenir de alas en risueña fuga. ¡Cómo la frente se arruga por una interrogación cuando –minúsculo avión, flor con alas, mariposa– pasea de rosa en rosa la dulce realización! 12 La esperanza es un pichón –sangre de tecla y campana– donde palpita un mañana de plumas y de canción. Un día, desde el jergón del nido, algo se levanta, y de una dulce garganta surge un trino enamorado: es un sueño que ha emplumado vela, se detiene y canta. 14 Cuando vientos otoñales verifican el presagio campesino, en un naufragio de cosechas y animales, llora el guajiro sus males sobre una caída palma; pero una vez en la calma, Ella –promesa de flores– dice con siete colores la paz de cielo y del alma. 16 ¿Quién dio a Colón el anhelo insomne de navegar hacia donde forma el mar un vértice con el cielo? ¿Quién endulzó su desvelo salado de mar profundo? ¡Ella!, que ante un rubicundo sol, ante un verde exquisito, gritó ¡Tierra! y fue su grito heraldo de un nuevo mundo. 18 Ella nace el mismo día que el hombre; crece con él; le dice: “La vida es miel y el panal está en tu vía.” El hombre no desconfía de su promesa eternal; y si no halla su ideal por todo el camino largo, muere con el labio amargo y el sueño junto al panal. 20 Campesino y proletario ansiosos de libro y pan, junto a la esperanza, van por el nuevo itinerario. Ahora es la cruz, el calvario, la búsqueda cotidiana, pero mañana, mañana lirios parirá el espino, tocado por el destino nuevo de la especie humana. |