Gloeosporium cyclaminis
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Gloeosporium cyclaminis. Es un hongo del suelo, que va a actuar principalmente en el momento de la floración. Es el agente de la antracnosis.
Esta muestra una reactivación solamente después de algunos años. Puede provocar en el cultivo de estas plantas daños considerables. Es una enfermedad muy importante en Europa.
Daños
Los ataques se concentran en el corazón de la planta. Los botones y hojas jóvenes se secan en sus extremidades, como si estuvieran quemadas. La planta se bloquea y las hojas adultas se agrandan. Los botones florales son los más afectados. A continuación del propio ataque los botones dejan de desarrollarse. Quedan pequeños, arqueados, deformados y secos, como quemados.
A 1 o 2 cm de la flor, los tejidos acuosos de los tallos se reabsorben rápidamente, la base se mantiene sana. El pedúnculo pierde su rigidez y puede romperse al menor contacto. En este caso la floración es abortada. En ocasiones la necrosis no es tan pronunciada, el pedúnculo permanece en un para vegetativo unilateral y queda anormalmente arqueado y deforme.
Al contacto de las flores, las jóvenes hojas del corazón decaen igualmente y el tejido toma una decoloración seca-marrón. Así el corazón de la planta está vacío. Las pequeñas hojas en formación serán malformadas, con el borde del limbo que se retuerce.
Sobre el borde de las hojas más viejas, se constata un decaimiento de los tejidos que toman igualmente un tinte marrón. Estas hojas se secan progresivamente y los tallos pueden deformase en forma de botella. No hay ataques directos al tubérculo visibles desde el exterior. Por el contrario, en el interior los vasos se colorean de marrón –negro.
Sobre los tallos aun verdes, también en botones secos (que se desprenden al suelo), en pétalos y flores se forman manchas ovaladas y hundidas en sus tejidos. Aparecen sus fructificaciones.
Hábitat
La esporulación del hongo y la diseminación de la enfermedad esta favorecida en climas suaves y húmedos.
Prevención y control
Es bien controlado gracias a la lucha preventiva. Sin embargo, este debe ser hecha lo antes posible, pues los daños ocasionados pueden ser irreversibles.
La enfermedad se desarrolla esencialmente en condiciones de temperatura y humedad elevadas. Para frenar los ataques, es necesario:
Controlar para reducir la humedad en el invernadero
Espaciar suficientemente las plantas
Suprimir las hojas y flores afectadas
Evacuar de los invernaderos lo más rápido posible las plantas afectadas por fuertes ataques
Utilizar material de plantación sano y semillas desinfectada
Mantener la vegetación ventilada y seca con recurso de riegos adaptados
Lucha química
La lucha debe ser operada lo antes posible. Esta se hará al mismo tiempo contra los insectos alados, posibles vectores de este hongo, y contra el mismo patógeno.
