Manfred Rommel
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Manfred Rommel. Fue un destacado político alemán, recordado principalmente por su papel como alcalde de Stuttgart entre 1974 y 1996. Hijo único del mariscal de campo Erwin Rommel, creció en una Alemania marcada por la Segunda Guerra Mundial y vivió en primera persona la tragedia del suicidio forzado de su padre a manos del régimen nazi.
Biografía
Nació en Stuttgart el 24 de diciembre de 1928. A los 14 años ingresó en la Luftwaffe, sirviendo en una batería antiaérea durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque contempló unirse a las Waffen SS, su padre se lo impidió. En octubre de 1944, presenció cómo su padre fue forzado a suicidarse tras ser acusado de participar en un complot contra Hitler. En abril de 1945, desertó del Reichsarbeitsdienst y se entregó al primer ejército francés, donde fue interrogado, revelando la verdadera causa de la muerte de su padre, contraria a la versión oficial nazi.
Después de la guerra
Tras la guerra, en 1947, retomó estudios y luego se matriculó en la Universidad de Tubinga para estudiar Derecho. En 1954 se casó con Liselotte y tuvieron una hija llamada Catherine. Inició su carrera profesional como abogado y en 1956 ingresó en la función pública, finalmente alcanzando el cargo de secretario de Estado en el gobierno del Estado de Baden-Württemberg.
Alcalde de Stuttgart
En 1974 fue elegido Oberbürgermeister (alcalde) de Stuttgart, siendo reelegido en 1982 y 1990 con amplias mayorías. Durante su mandato promovió políticas liberales, tolerancia y reconciliación. Una de sus decisiones más polémicas fue autorizar el entierro en cementerio público de los terroristas de la Fracción del Ejército Rojo, gesto que justificó como un acto para "poner fin a toda enemistad". Ejerció un control riguroso sobre las finanzas municipales, reduciendo la deuda y facilitando la modernización de infraestructuras como el transporte público y las vías. Rommel además simbolizó una reconciliación histórica al cultivar amistad con George Patton IV y David Montgomery, hijos de los principales rivales militares de su padre durante la Segunda Guerra Mundial. Esta relación fue vista como un emblemático gesto de superación del pasado bélico y del acercamiento anglo-alemán tras la guerra.
En 1996 recibió la más alta condecoración civil alemana, el Bundesverdienstkreuz, y fue nombrado ciudadano honorario de Stuttgart en un acto que reconoció su aporte a las buenas relaciones franco-alemanas y su legado político local. Tras su retiro, mantuvo actividad como autor y conferenciante pese a sufrir la enfermedad de Parkinson.
Muerte
Falleció en Stuttgart el 7 de noviembre de 2013, dejando un legado de modernización, tolerancia y reconciliación que marcó una nueva etapa para la ciudad y la memoria histórica alemana
