Socotora
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Isla Socotora[1] (también Socotra), situada en el Océano Índico frente a las costas del Cuerno de África, Socotra es la más grande de las cuatro islas que forman el archipiélago homónimo. Aunque si pertenecen políticamente a Yemen, el cual está a 350km, su posición geográfica es más cercana a las costas somalíes (300km). El archipiélago se compone por la isla principal de Socotra (3.625km2), tres islas menores: Abd Al Kuri, Samha, Darsa y algunas costas desabitadas. Las islas pertenecen a Yemen, aunque por su privilegiada posición en el estrecho de Adén ha sido codiciada por muchos países en su historia. Fue de dominio portugués y británico e incluso se dice que el mismísimo Alejandro Magno la conquistó porque en ella había gran cantidad de áloes que servirían para la curación de heridas y enfermedades de sus soldados durante las campañas.
Sumario
Historia
En el texto griego Periplo del mar Eritreo, que data del siglo I, la isla se llama Dioscórida (Dioscoridis Insula, que en koiné significa «isla de los Dioscuros»). Se la describe como grande, semidesierta y pantanosa, con algunos ríos. La fauna está compuesta por serpientes, lagartos grandes y tortugas. Sus habitantes, cristianos nestorianos según el texto apócrifo de los Hechos de Tomás del siglo III, son una mezcla de árabes, griegos e indios, pescadores y marineros. Son pocos y viven en la costa norte. Hay ermitaños que viven en los haghiers (cuevas en roca arenisca) del sur de la isla.
Hacia el año 520, la isla era un enclave comercial egipcio-bizantino que comerciaba con los cristianos de Kerala, en la India, evitando el imperio persa, enemigo de los bizantinos.
Socotora es mencionada, entre otros, por Cosma Indicopleuste, Marco Polo y los geógrafos musulmanes Yāqūt (m. 1229), al-Qazwīnī (m. 1283), al-Idrīsī (siglo XII) y al-Hamdānī (m. 1538). Según Al-Idrisi, geógrafo árabe del siglo XII, Alejandro Magno, animado por Aristóteles, habría establecido allí una colonia jónica tras conquistar Egipto[2]. Según la tradición cristiana, el apóstol Tomás predicó en la isla en el año 52 d. C. Allí nació una floreciente comunidad cristiana, de credo nestoriano[3] de Seleucia-Ctesifonte[4], que estableció allí una sede episcopal, aún atestiguada en el siglo XIII.[5]
En 1505, en plena expansión por el océano Índico y el mar Rojo, Portugal fundó allí un enclave comercial[6]. La isla sirvió de base a los portugueses para desafiar a los mamelucos de Egipto y saquear los veleros mercantes árabes (dhows)[7]. Durante un breve periodo, la isla fue colonizada por los portugueses. Aunque algunas fuentes atribuyen al explorador Tristán de Acuña (ca. 1460 - ca. 1540) el mérito de haber llegado a Socotora en el siglo XVI y haber proclamado su anexión a Portugal, la atribución corresponde a Alfonso de Alburquerque (1453-1515), quien en 1507 fue el primero en pisar la isla. En aquella época, el cristianismo había desaparecido de Socotora, pero aún eran visibles las cruces de piedra que en su día habían erigido los habitantes. En 1542, durante su estancia en la isla, San Francisco Javier encontró a un grupo de personas que afirmaban descender de los habitantes convertidos por Santo Tomás. El obispo Osorio escribió al respecto que los discoridos, habitantes de Discoride, eran tan castos que no podían conocer a más de una mujer en toda su vida. Posteriormente, los holandeses disputaron el enclave a los portugueses dado su interés por el comercio en el Índico.
Las islas quedaron ya en 1511 bajo el control de los imanes de Mascate y los sultanes de Qishn y de la región de Mahra, que añadieron así a sus títulos también el de sultán de Socotora.
Fue ocupada por el Reino Unido en 1834, en virtud de un acuerdo que preveía la permanencia británica en la isla durante solo cinco años. La llegada a Socotora para reabastecer la flota llevó al gobierno de la India a negociar su compra, hasta que en 1886, tras ser durante algún tiempo un refugio de piratas, el sultán aceptó el protectorado de la Corona británica, que la anexionó a su Protectorado de Adén. Luego quedaron integradas en el protectorado de Somalilandia, hoy parte de Somalia. A partir de ese momento, su población se islamizó por completo.
Con la independencia del Yemen del Sur el 30 de noviembre de 1967, Socotora pasó a formar parte del Yemen meridional en 1971, poniendo fin a 137 años de dominio británico, y se unió al Yemen unificado el 22 de mayo de 1990. La capital de Socotora es Hadibu.
Las Socotora desde la independencia de Yemen
De 1967 a 1990, el archipiélago de Socotora fue reclamado tanto por Somalia como por el Yemen del Sur comunista, y la isla albergó una pequeña base militar que servía de escala a la marina soviética[8]. Las condiciones marítimas y meteorológicas (espuma de mar y vientos de arena) deterioraron rápidamente los equipos electrónicos[8] y, al final de la Guerra Fría, la escala soviética se limitó al puerto y a una estación repetidora de comunicaciones; lo que los satélites espías estadounidenses habían tomado por una importante base resultó ser sobre todo chatarra e instalaciones antiguas, vetustas o abandonadas[9],[10].
A partir de 1987, durante la larga guerra civil somalí, los gobiernos de Yemen proclamaron oficialmente Socotora como territorio yemení, pero a partir de 2015, es en Yemen donde se libra la guerra civil y son los Emiratos Árabes Unidos los que comienzan a administrar, e incluso a colonizar, Socotora, construyendo nuevas infraestructuras y redes de telecomunicaciones, realizando sus propios censos de la población local, ofreciendo a los habitantes contratos de trabajo y, en 2018, ocupando militarmente la isla a pesar de las protestas del Gobierno yemení[11]. El 13 de mayo de 2018, militares de Arabia Saudí desembarcaron en la isla a petición del Gobierno yemení[12], teniendo los ocupantes que retirarse al día siguiente, 14 de mayo, en favor del ejército yemení[13], en L'Orient-Le Jour</ref>.
En mayo de 2019, el Gobierno yemení acusó a los Emiratos Árabes Unidos de proporcionar ayuda logística a los separatistas del Consejo de Transición del Sur (CTS) en Socotora, lo que los Emiratos negaron. En febrero de 2020, un regimiento del ejército yemení estacionado en Socotra se rebela contra el Gobierno de Abdrabbo Mansour Hadi, reconocido por la ONU, y jura lealtad al Consejo de Transición del Sur (CTS)[14]. El 20 de junio de 2020, el CTS anuncia que ha tomado el control de Socotra[15].
Geografía
El archipiélago consiste en una isla montañosa principal, Socotora (3.625 km²) y tres islas más pequeñas, Abd Al Kuri y el par compuesto por Samha y Darsa, conocidas colectivamente como «Los Hermanos»; más otros pequeños islotes deshabitados. Abd Al Kuri y Samha suman una población de unos pocos cientos de personas, mientras que Darsa está deshabitada. La principal ciudad es Hadiboh (8.545 habitantes en 2004). Socotra es uno de las islas de origen continental más aisladas del mundo, separándose probablemente de África como una falla durante el Plioceno medio, en el mismo conjunto de eventos que abrió el golfo de Adén hacia el noroeste. El largo aislamiento geológico del archipiélago y el intenso calor y falta de agua se han combinado para dar lugar a una interesante flora endémica que es muy vulnerable a los cambios; al menos un tercio de las 800 plantas que se encuentran en Socotra son endémicas. Los botánicos sitúan a la flora de Socotra entre las diez que más peligro de desaparición corren en el mundo. Una de las plantas más extrañas de Socotra es el Dracaena cinnabari, un árbol de extraña apariencia con forma de paraguas. Su savia, de color rojo, era buscada en la antigüedad para ser usada como medicina o tinte. Al igual que ocurre con otras islas aisladas, los murciélagos son los únicos mamíferos nativos de la isla. Como contraste, la diversidad marina es muy grande, y se caracteriza por la presencia de especies originarias de las regiones biológicas próximas, el océano Índico occidental y el mar Rojo. La mayoría de los habitantes de la isla viven todavía sin electricidad, agua corriente o carreteras pavimentadas. A finales de los años 90, se desarrolló un Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo dedicado a la isla. Los habitantes de Socotra crían ganado y cabras. En las islas se habla un idioma semítico propio, el soqotri, que está relacionado con otros idiomas de la Península Arábiga como el Mahri y el Dhofari o Jibali.
Vegetación
La formación vegetal más sorprendente de la isla se encuentra en los acantilados, al pie de las montañas. La vegetación allí está dominada visualmente por el árbol de pepino,Dendrosicyos socotrana, una subclase particular de la rosa del desierto, Adenium obesum subsp. socotranum y Euphorbia arbuscula. Más arriba, en las montañas, domina la dragonera de Socotra o árbol de la sangre del dragón (Dracaena cinnabari), con una copa en forma de paraguas. Su resina, la sangre del Dragón, se utiliza como tinte desde la antigüedad. También se encuentra en el archipiélago la Dorstenia gigas, una Moraceae pachycaule.
Patrimonio
La isla (declarada patrimonio de la UNESCO en el 2008) presenta una compleja historia geológica, de consecuencia un interesante potencial cárstico. Las montañas más altas (1500 msnm) están constituidas por rocas de granito, mientras los relieves circundantes son de origen carbonatito, incluyendo los altos acantilados que dan al mar; por lo tanto una notable presencia de fenómenos cársticos.
En razón de su biodiversidad y la presencia de unas 700 especies únicas en el mundo, fue inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, en julio de 2008. Este lugar es uno de los más misteriosos y bellos del mundo. La excepcionalidad de su naturaleza única hace que la Isla de Socotra sea un monumento a la biodiversidad. En ella la naturaleza parece haber jugado con sus formas, divirtiéndose con ellas hasta el punto de ver extrañas plantas y árboles que no parecen de este planeta o al menos no existen en ningún otro lugar conocido.
Las Islas Socotra se desprendieron de África hace unos diez millones de años, en la actualidad son parte de un archipiélago de cuatro islas, todas ellas aisladas del continente, lo que la hacen un fósil viviente.
Cuenta con más de 700 especies, de las cuales un tercio de las mismas son endémicas y todas ellas extremadamente raras, tanto en flora como en fauna. .Al igual que ocurre con otras islas aisladas, los murciélagos son los únicos mamíferos nativos de la isla. Como contraste, la diversidad marina es muy grande, y se caracteriza por la presencia de especies originarias de las regiones biológicas próximas, el océano Índico occidental y el mar Rojo. La mayoría de los habitantes de la isla viven todavía sin electricidad, agua corriente o carreteras pavimentadas. A finales de los años 90, se desarrolló un Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo dedicado a la isla. Los habitantes de Socotra crían ganado y cabras. En las islas se habla un idioma semítico propio, el soqotri, que está relacionado con otros idiomas de la península Arábiga como el Mahri y el Dhofari o Jibali.
Atractivos de la Isla
Los boababs son un claro ejemplo. Estos extraños árboles son pepinos que se transforman en árboles con unas plantas muy raras con forma de sombrilla que sangran una resina de un rojo intenso llamadas "Sangre de Dragón".
Su arenosa y amplia playa se eleva dando lugar a una meseta de piedra caliza que está llena de cuevas, de las cuales algunas llegan a medir siete kilómetros de longitud, las Dunas de Bedhula o sus montañas de más de 1.500 metros son otros de los muchos atractivos de este lugar.
Y es que parece mentira que con un clima tan seco y caluroso, crezca allí la flora más rara del mundo. Lo bueno de que estas islas estén tan aisladas es que se ha podido mantener su biodiversidad. Variedades de árboles y plantas casi intactos, manteniéndose muchas de ellas desde hace 20 millones de años como si el tiempo se hubiera parado allí mismo para conservarlas tal cual eran.
Es difícil visitar estas islas, ya que el gobierno yemení las quiere conservar celosamente del resto del mundo. Aun así se puede acceder a este paraíso de belleza inusual y excepcional por medio de transporte aéreo desde la ciudad yemeni de Sana'a o con un barco local, aunque con este último estarías tres días en alta mar y todos sabemos que las condiciones de seguridad no son las más idóneas. Los habitantes que viven allí no cuentan con carreteras pavimentadas o agua corriente. Se dedican a la cría de ganado en su mayoría y se habla el idioma semítico propio, el Soqotri, ya relacionado con otros idiomas de la península Arábiga como el Jibali, Mahri y el Dhofari.
Pero lo que queda muy claro es que es un lugar digno de visitar.
Fuente

