Lucía Zuaznábar
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Lucia Zuaznábar Martíatu forma parte de la historia, es voluntad, es guía y su vida es un libro abierto donde se puede aprender a ser grande, a tener un esfuerzo pleno y son a no temblar ante nada. La estrella brillaba por siempre, de capullo se convirtió en flor de una flor de ayer pero sus pétalos no se marchitaron jamás porque mientras existía voluntad, sencillez, espíritu de sacrificio nunca faltará una Lucia.
Natalicio
Lucia Zuaznábar Martíatu nació el 25 de marzo de 1949, en la finca Sta Isabel, donde hoy está el centro escolar de Macagua. Sus padres fueron Consuelo Martíatu y Luzbel Zuaznábar. Su hogar era desfavorable desde el punto de vista económico.
Niñez y Juventud
A los dos años de edad se traslada con sus padres y hermanas jimaguas, a Los Arabos. Era una niña de gran firmeza en su carácter y en sus ideas, que brotaba de su alma el humanismo porque profesionalmente quería ser médico para ayudar a la humanidad.
Sus estudios primarios los realizó en diferentes instituciones, en la escuela religiosa “Jesús María” curso 1ro y 2dogrado. 3ro y 4to en la academia “Toledo” y los dos últimos en la escuela “Camilo Cienfuegos”. En estos lugares logró dejar huellas en las que las conocieron, como el sol abrasaba y fundía todo con sus majestrales sentimientos: sencillez, ternura e inteligencia.
En la secundaria básica “José María Duarte” comenzó el 7mo grado en el curso 1960/1961, este último, Año de la Alfabetización en Cuba, se le hizo la capacitación para realizar la Campaña de Alfabetización a donde fuera necesario.
A los 12 años era grande porque intentaba hacerlo grande, renuncia a sus muñecas, a la protección de sus padres, al cándido ambiente en que crecía, para penetrar un mundo llenos de misterios, es ser grande, es reflejo de un alma buena y se marcho de su querida casa sin más riqueza que sus propias idea para Varadero y posteriormente a Las Villas y luego reubicada en la finca “El Algarrobo” poblado de Bartolomé del municipio Remedios, borró la ignorancia de barias personas llevando a la luz de la enseñanza. Permaneció todo el tiempo que duró la campaña, cumpliendo con su deber sin salir ni un solo día del lugar asignado para su diaria labor; muy distante de sus sueños infantiles.
Actividad de la deportista
Regresó al pueblo con la honda satisfacción del deber cumplido; se incorporó a su escuela para continuar a sus estudios, era impecable en sus apariencias personal, puntual, su humildad y limpieza, marchaba a la par. Por su inteligencia, ahínco y dedicación conquistaba el cariño y respeto de sus condiscípulos y maestros.
Un año después representó íntegramente a la provincia Matanzas en los primeros Juegos Escolares Nacionales. Posteriormente solicitó su incorporación al incipiente equipo de Gimnástica con la aprobación de sus padres y comenzó a brillar como una estrella, logrando vencer en competencias Regionales, luego alcanza el 1er lugar en la en la competencia Provincial y es seleccionada para competir en el Campeonato Nacional de este deporte, se mostraba alegre, optimista era la primera del sexo femenina que representaba a Los Arabos y a Matanzas en la esfera de esta modalidad competitiva para los escolares del país.
Muerte
Al comenzar el evento nacional, Lucia no pudo responder presente; el destino preparaba una ingrata sorpresa; en pequeña e irregular piscina del Hotel “Habana Libre” en el cual estaba hospedad con sus compañeros por la referida competencia, inconcebiblemente la encontraron un 5 de septiembre de 1962, ya no escuchaba los latidos de su corazón, sus pupilas dormían para siempre.
El cadáver de Lucia fue trasladado con la compañía de su querida madre Consuelo, al lugar donde se solidificaron sus brillantes ideas, el pueblo, ese sensible, generoso y humano el pueblo de Los Arabos vestía de negro, en la calle la multitud de personas conmovidas por el causal accidente se dirigían hacia la escuela donde se permanecía tendida, hasta la hora del sepelio.
Fuente
- Archivos escuela primaria Camilo Cienfuegos Gorriaran