Concepción Humanista


Concepción Humanista

El modelo humanista atribuye gran importancia a la posibilidad de enseñar al hombre y subraya la reflexión, la argumentación, al razonamiento y la imaginación creadora en el proceso docente-educativo,

Las posiciciones generales que sustenta esta concepción están referidas al rescate de la subjetividad, de la personalidad como lo más importante en el proceso pedagógico en su comprensión sistémica, activa y en la unidad de lo cognitivo y lo afectivo del ser humano (enseñanza centrada en el alumno).

Es una postura optimista, con gran peso en los valores y creencias individuales, que responsabiliza a la persona en su condición de sujeto del aprendizaje, como activo organizador y desarrollador de su personalidad.

El papel de la educación debe ser el desarrollo de personas que ejerciten plenamente sus posibilidades, que sean seguras, conscientes de sí mismos, abiertos a la experiencia y creativas. Este enfoque hace que cambie el rol tradicional del docente y del alumno en el proceso de aprendizaje atendiendo a:

- Desarrollar todo el potencial humano (habilidades, capacidades, conocimientos,etc, en la unidad de lo instructivo y lo educativo).

- Atención a las relaciones humanas para conocerse más a sí mismo y a los demás.

- Educación de la persona como totalidad (concepción holística del hombre), que permita el desarrollo de varias cualidades en su integridad.

- Enfasis en lo emocional, afectivo y motivacional como potenciador del aprendizaje.

- Necesidad de complementar la educación con la autoeducación, al no solo aprender conocimientos sino cómo obtenerlos de manera independiente.

- Todo ser humano posee potencialidades naturales para aprender.

- El aprendizaje se hace significativo para el educando cuando lo percibe como importante para sus propios objetivos, sin amenazas externas.

- El vínculo con la vida real facilita el aprendizaje, solo así será personalmente significativo y tendrá valor práctico. - El alumno debe participar de manera responsable en el proceso de aprendizaje (aprendizaje participativo).

- La coacción o amenaza hacen fracasar cualquier intento de aprendizaje.

- La independencia, creatividad y confianza del alumno coadyuvan a un mejor aprendizaje (ambiente de libertad).

- La no directividad del proceso de enseñanza es la clave del éxito en la educación.

Todo esto plantea exigencias al maestro como facilitador de aprendizaje:

- Crear un ambiente inicial favorable en la clase, de confianza.

- No solo preocuparse por la calidad de los contenidos a impartir, sino por conocer las necesidades y metas de los alumnos.

- Permitir que el alumno aprenda por sí mismo con los recursos didácticos que sean necesarios.

- Expresar el maestro sus ideas como un miembro más del grupo, ofrecerse como consejero o asesor útil al grupo y no como un ser autoritario que todo lo sabe. Reconocer y aceptar sus limitaciones como persona.

Es obvio que este enfoque ha condicionado una forma novedosa de enseñar, a partir del rompimiento de los esque¬mas de concebir el proceso educativo, por lo que sus representantes han creado y desarrollado una cantidad considerable de técnicas participativas que activan la labor de los alumnos en el aula y motivan más para el incremento de la eficiencia de dicho proceso, explotando a la vez su experiencia cotidiana (no científica).

Las limitaciones que presenta este enfoque son:

- No reconocer que las peculiaridades y tendencias de la personalidad son resultado de la educación y de las condi¬ciones socio-históricas, al concebirlas como elementos inherentes a ella por naturaleza propia.

- Al enfatizar tanto en la individualidad de la personalidad, le restan valor a lo grupal en el aprendizaje. Es una concepción individualista de la enseñanza.

- En su afán por estimular la libre expresión de la personalidad (autoactualización), debilitan el carácter dirigido que tiene el proceso de enseñanza-aprendizaje en la escuela, por lo que los objetivos quedan resentidos.

- Por su rechazo absoluto a los esquemas y algoritmos para aprender, han caído en posiciones demasiado ambiguas e imprecisas desde el punto de vista metodológico, el proceso queda muy abierto y con poco rigor lógico y científico.

- El papel del maestro como conductor y guía del acto pedagógico queda relegado a simple facilitador del aprendizaje y su papel educativo esencial es limitado para permitir la libre expresión personal de los alumnos.

- Niegan la existencia de objetivos sociales de la educación al plantear que son los estudiantes quienes deben proponerlos (A.Campos, 1984). - Generalizan a todas las sociedades las condiciones concretas y enajenantes del capitalismo de los países desarrollados, en las cuales la educacion es autoritaria y alejada de los intereses vitales de los alumnos.


Fuente

-Bugental, J. L. (1965) The search for authenticity: an existential-analytic approach to psychotherapy. New York: Holt, Rinchart an Winston. -Carlos, J. Hernández, G. García, H. (1991) Las teorías de la psicología educativa: análisis por dimensiones educativas. Programa de publicaciones de material didáctico: Facultad de Psicología UNAM. -Fuentes, O. (1985) Crítica a la escuela. México: El caballito SEP. -Good, T.L. Y Brophy, J.E. (1983) Psicología educacional. México: Interamericana. -Hamachek, D.E. (1987) Humanistic psychology. Theory, postulates and implications for educational processes. En J. Glover y R. Ronning (Eds.) Historical Foundations of educational psychology. N. York: Plenum Press. -Maslow, A.H. (1988) La amplitud potencial de la naturaleza humana. México: Trillas. -Morris, V.C. (1966) Existentialism and education. N. York: Harper and Row. -Palacios, J. (1979) La cuestión escolar. Críticas y alternativas. Barcelona: Laís. -Patterson, C.H. (1982) Bases para una teoría de la enseñanza y psicología de la educación. México: El Manual Moderno. -Rogers, C. (1978) Libertad y creatividad en la educación. Buenos Aires: Paidós. -Sebastián, J. (1986) Psicología humanista y educación. Anuario de Psicología, 34 (1), 85-102. -Villegas, M. (1986) La psicología humanista: historia, concepto y método. Anuario de psicología, 34, (1), 7-45.