Farmacia Bottino
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Sumario
Historia
En 1887, el Licenciado Luis Carlos Bottino y Duzán, abrió un establecimiento que se convirtió en una de las droguerías insignias de nuestra ciudad: la Farmacia Bottino. Luis Carlos Bottino y Duzán presentó su título de Licenciado en Farmacia en noviembre de 1873.se caracterizó por su actitud filantrópica, al facilitarle medicamentos gratis a los pobres, falleciendo el 5 de diciembre de 1894.
Ubicación
Sita en San Basilio esquina a Santo Tomás.
Instalación de la farmacia
Para instalar una farmacia el interesado debía abrir un expediente en el Ayuntamiento, el cual constaba de la solicitud con los datos del farmacéutico, el título universitario, un plano de la farmacia, el aval del párroco, y un petitorio o lista de todo el instrumental y sustancias de que se contaría. Cuando el solicitante cumplía los requisitos exigidos de inmediato el alcalde pasaba el expediente al Subdelegado de farmacia, quien procedía a la visita del local en compañía dos o tres testigos que debían ser profesores de medicina y cirugía, el subdelegado de veterinaria y el secretario del ayuntamiento; en ocasiones el propio alcalde participaba de la visita. El solicitante pagaba un arancel al subdelegado de farmacia por concepto de la visita de inspección, que solía ser de 12 pesos con 50 centavos. Posteriormente si el establecimiento reunía las condiciones necesarias de capacidad, aseo y ventilación, se notificaba la aprobación por parte del Secretario del ayuntamiento y se devolvía el título al farmacéutico.”
Características
Se caracterizó por ser un centro de novedades científicas y tecnológicas, como la instalación de la primera planta eléctrica de la ciudad, el 28 de junio de 1887; según Emilio Bacardí, fue la primera planta eléctrica de Cuba.
Momento criticos
A pesar de una fuerte sacudida telúrica siguido de los embates de fuertes temporales, que-según Bacardí -provocó muchos derrumbes y otros desastres "[...] sufriendo considerablemente la clase pobre, teniendo algunos que abandonar sus casas y aguantar a la intemperie los embates de la lluvia y el viento". Y no escapaban de los efectos destructores del temporal el arbolado de la ciudad y el poblado del Caney, donde el agua, a la altura casi de un metro, penetró en algunas casas y como si no bastase, un gran incendio ocasionó la destrucción de una ferretería y un depósito, un puesto de tabaco "El bazar" de la marina, una tabaquería y una oficina, salvándose de milagro de la botica de Luís Carlos Bottino.
Actualmente
La farmacia Bottino en la actualidad continúa prestando servicios a la comunidad de Santiago de Cuba, y al servicio de todo nuestro pueblo.
Fuente
https://santiagoenmi.wordpress.com/tag/dr-carlos-rafael-fleitas/