Gérson
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Gerson . Gerson de Oliveira Nunes era un jugador diferente. Un futbolista capaz de manejar los partidos desde el mediocampo sin correr un metro más de lo necesario, sacando a la luz todas las virtudes y obviando los muchos defectos: solo sabía manejar la pierna izquierda, apenas se movía del círculo central, no tenía ninguna destreza con la cabeza, y odiaba los viajes y las concentraciones. Aun así se convirtió en uno de los símbolos de aquel famoso Brasil del 70 donde coincidió con algunos de los mejores jugadores que han pasado por la canarinha: Rivelino, Tostão, Jairzinho o el mismísimo Pelé. Estos 4 cracks formaban junto a Gerson un quinteto temible que todavía muchos recuerdan de carrerilla. Quizás se habló más de los goles de Pelé, de las cabalgadas de Rivelino o de las fintas de Jairzinho, pero todos ellos sabían que aquel equipo se movía al son que marcaba Gerson, “la zurda de oro”.
Sumario
Síntesis Biográfica
Nacido a comienzos de los años 40 en Niterói, Gerson creció viendo jugar a uno de los futbolistas que mas disfruta ver jugar, Zizinho, uno de los mejores futbolistas de la historia del país que tuvo que sufrir el Maracanazo. Pronto destacó como organizador y los pases largos teledirigidos llamaron la atención del Flamengo que se hizo con los servicios a temprana edad para que creciera en las categorías juveniles. En 1959 y 1960 ya dio las primeras muestras de madurez cuando se erigió en líder de la selección canarinha de la edad en los Juegos panamericanos de 1959 y los Juegos Olímpicos de Roma del año siguiente. En 1961 subió al primer equipo de los rojinegros, pero aunque nadie dudaba de la calidad que tenia, se le consideraba un jugador conflictivo. Después de romper la pierna a un compañero en un entrenamiento y de rebelarse contra el entrenador por cambiarle de posición en un partido para tratar de detener a Garrincha, el futuro pasaba por el Botafogo.
En el club carioca coincidió con varios de los mejores jugadores de la época: Garrincha, Jairzinho, Nilton Santos o Caju. Allí la Canhotinha de Ouro desplegó la mejor versión durante 6 años en los que se codearon con el Santos de Pelé y el Corinthians logrando varios torneos Rio-Sao Paulo.
Siguió cosechando éxitos con el Sao Paulo y el Fluminense en Brasil ya era toda una eminencia y todo el mundo deseaba que hubiera un libre directo en los encuentros para ver en persona al mejor lanzador de faltas de Sudamérica en aquel momento. Polémico desde los inicios y un amante del tabaco, sufrió una enorme campaña en contra cuando anunció una marca de cigarrillos que finalizó con la llamada “Ley Gerson”, por la que ningún futbolista podía anunciar marcas de tabaco. En el año 74 se retiró del panorama profesional para atender a la familia. 35 años después son muchos los que todavía recuerdan aquel Brasil que encandiló al mundo. Lo que muchos desconocen es que aquella maquinaria perfecta se movía al ritmo que marcaba Gerson de Oliveira Nunes, un genio con una facilidad de pase endiablada que hizo del círculo central el hábitat natural durante la exitosa carrera.
Trayectoria con la Selección Nacional
En el Mundial de Inglaterra donde Gerson tenía la primera oportunidad para demostrar al mundo todo el repertorio técnico. Las cosas no fueron como debían, y tanto Brasil como el propio jugador no estuvieron a la altura. El zurdo aun se salvó de la quema porque sufrió una crisis renal que solo le permitió jugar un encuentro frente a Hungría. Gerson sabía que merecía una revancha después de aquella amarga experiencia y durante cuatro años solo había una palabra que se repetía en su mente una y otra vez: México 70.
En aquellos años Gerson fue adquiriendo una capacidad de liderazgo que provocó que los compañeros comenzaran a conocerle como “el papagayo”. Durante los 90 minutos no paraba de alentar y colocar a los compañeros y de ahí el apodo que llevaría con orgullo durante el resto de la carrera. En el verano de 1970 la selección canarinha de la mano de Joao Saldanha llegaba a México como gran favorita para lograr el Tercer entorchado y quedarse la copa Jules Rimet en propiedad. En la primera fase los brasileños demostraron por qué en todas las quinielas se les presumía ganadores. Con un fútbol de toque moderno y dinámico, y dirigidos con maestría por Gerson, los partidos se contaron por victorias. En semifinales contra Uruguay la situación se fue complicando. El entrenador charrúa colocó a un marcador fijo encima del zurdo, consciente de que todo el juego pasaba por él. Gerson se sacrificó por el equipo y se echó atrás dejando libertad de movimientos a Clodoaldo que aquel día se jugo un partidazo para guiar a los suyos a la final del Azteca.
La difícil Italia de Mazzola, Riva o Facchetti eran los perfectos oponentes para motivar al conjunto verde-amarelho que pretendía vencer y dejar una huella a través del tiempo con un fútbol tan efectivo como vistoso. Aquel fue el día de Gerson. Se echó el equipo a las espaldas y llevó la manija del partido en todo momento. Al descanso se llegó con empate a uno tras un esfuerzo descomunal de los transalpinos que sacaron todo el orgullo para mantenerse vivos. Pero en la segunda parte la lógica se impuso y dos zarpazos de Gerson en tres minutos sentenciaron a los italianos. Un magnífico gol y un pase de 40 metros a Pelé para que asistiera a Jairzinho fueron suficientes para desarbolar a la defensa Azzurri. El golazo de Carlos Alberto cerró la goleada y Brasil volvía a saborear las mieles del éxito. Gerson supo en aquel momento que gran culpa de aquella victoria era suya, y que aquel partido pasaría a la historia como uno de los mejores de los Mundiales.
Participaciones en Copas del Mundo
| Mundial | Sede | Resultado | Partidos | Goles |
|---|---|---|---|---|
| Copa Mundial de Fútbol de 1966 | Primera fase | 1 | 0 | |
| Copa Mundial de Fútbol de 1970 | Campeón | 4 | 2 |