Kintsugi

El Kintsugi
Información sobre la plantilla
Kintsugi.jpg
Práctica de reparar fracturas de la cerámica con barniz o resina espolvoreada con oro.

Kintsugi. Práctica de reparar fracturas de la cerámica con barniz o resina espolvoreada con oro. Plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto y deben mostrarse en lugar de ocultarse. Así, al poner de manifiesto su transformación, las cicatrices embellecen el objeto.

La cicatriz, metáfora de la vida

Entre la afanosa muchedumbre de metáforas que relacionamos con la vida, la de la cicatriz es una que nos atañe a todos. El mundo se encarga de agrietarnos, de llenarnos de fisuras, y es allí donde reside para nosotros un crisol de posibilidades; la cicatriz se convierte en una ocasión para enfrentarnos al mundo. Mas nadie ha planteado esta metáfora con tanta belleza, con tanta claridad, como los japoneses en el arte kintsugi o kintsukuroi.

En esta filosofía hay algo casi diametralmente opuesto a la manera occidental de ver la fractura, tanto anímica como material. En lugar de que un objeto roto deje de servir y lo desechemos, su función se transforma en otra: en un mensaje activo. El objeto roto pasa de ser una cosa a ser un gesto gráfico que nos incita a emular su poderosa transformación, y, metafóricamente, la herida pasa de ser un trazo de oscuridad a ser una ventana de luz. El kintsugi es silencioso y manifiesto. Solo el trazar un incidente doloroso con polvo de oro es aceptarlo como una alhaja, como una raya luminosa en la piel del tigre.

"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz." ― Leonard Cohen

Historia

La historia del kintsugi (en japonés carpintería de oro) se remonta a finales del siglo XV cuando el shōgun, Ashikaga Yoshimasa, envió a China dos de sus tazones de favoritos para ser reparados. Los tazones volvieron reparados pero con unas feas grapas de metal, que los volvían toscos y desagradables a la vista. El resultado no fue de su agrado, así que buscó artesanos japoneses que hicieran una mejor reparación, dando así con una nueva forma de reparar cerámicas, convertida en arte.​

El arte del Kintsugi

La técnica y arte de dicha forma de encarar la reparación de los objetos fue tan apreciada que algunos llegaron al punto de ser acusados de romper cerámica para luego poderla reparar con dicho método, sobre la base de que la complejidad de la reparación transforma estéticamente la pieza reparada, dándole así un nuevo valor. De esa manera se da el caso de que antiguas piezas reparadas mediante este método sean más valoradas que piezas que nunca se rompieron. Si bien el proceso está asociado con los artesanos japoneses, la técnica ha sido aplicada a piezas de cerámica de otros orígenes, entre ellos China, Vietnam y Corea.


Técnica

La técnica consiste en unir las piezas mediante laca Urushi, que proviene de la resina del árbol Urushi y rociada con polvo de oro, plata o platino. Para aplicar la laca se usa un pincel de kebo o makizutsu. Al terminar el proceso la pieza vuelve a la vida repleta de cicatrices brillantes. ​


Fases

Las fases del Kintsugi son las siguientes:

  • El accidente (La fractura del objeto y reunir los fragmentos)
  • Armado (limpieza de las piezas y ensamble previo)
  • La espera
  • Reparar
  • Revelar

Fuente de inspiración para artistas contempóraneos

Obras de Glen Martin Taylor inspiradas en el arte del Kintsugi
Otras obras inspiradas en el arte del Kintsugi


La artista plástica Glen Martin Taylor que hace suya esta técnica japonesa milenaria reparando los fragmentos de porcelana con elementos como alambres de metal, cubiertos oxidados, papel de periódico y hasta con un par de viejos zapatos de bebé.



Fuentes