Anencefalia
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Causas
Para la detección de una Anencefalia se relaiza una ecografía durante el embarazo para confirmar el diagnóstico. Ésta puede revelar la presencia de demasiado líquido en el útero, una afección conocida como polihidramnios.
Otros exámenes que se pueden realizar son:
- Amniocentesis (para buscar incrementos en los niveles de alfa fetoproteína)
- Niveles de alfa fetoproteína (los niveles elevados sugieren un defecto en la formación del tubo neural)
- Nivel de estriol en orina
También se puede hacer un examen de ácido fólico en suero antes del embarazo
En caso de que el embarazo llegue a término, el recién nacido presenta:
- Ausencia de la bóveda craneana
- Ausencia del encéfalo (hemisferios cerebrales y cerebro)
- Anomalías en los rasgos faciales
- Defectos cardíacos
Factores de riesgos
La causa exacta de esta malformación no se conoce, sin embargo, algunos factores ambientales así como algunos microorganismos, bacterias o virus pueden influir en este padecimiento.
Otros factores que pueden influir son
- Diabetes
- Obesidad
- Algunos medicamentos para epilepsia
- Antecedentes de anencefalia
Aunque, algunas estadísticas muestran que las mujeres de raza blanca pueden ser más propensas, uno de los factores más importantes, que puede influir en este tipo de malformaciones, y que es totalmente reversible, es la alimentación. La adecuada ingesta de ácido fólico, puede disminuir hasta un 70 por ciento la incidencia de los defectos de cierre del tubo neural,
Prevención
Es importante el consumo suficiente de ácido fólico para las mujeres que puedan quedar embarazadas. Hay buena evidencia de que el ácido fólico puede ayudar a reducir el riesgo de algunas anomalías congénitas, incluyendo la anencefalia. Las mujeres que estén en embarazo o que estén planeando embarazarse deben tomar un suplemento vitamínico con ácido fólico todos los días. Muchos alimentos ahora vienen fortificados con ácido fólico para ayudar a prevenir estos tipos de anomalías congénitas. El consumo de ácido fólico en cantidad suficiente puede reducir en un 50% el riesgo de aparición de anomalías congénitas del tubo neural. Se recomienda que el ácido fólico se consuma por lo menos tres meses antes de la concepción, en particular en mujeres con mayor riesgo, ya que es entre la primera y la quinta semana de gestación cuando se forma el tubo neural, el sistema nervioso, el cerebro y la columna vertebral, así como las posibles deficiencias que afectarán todo su desarrollo.
Debido a que no todos los embarazos son planeados, los especialistas sugieren que todas las mujeres en edad reproductiva y sexualmente activas, consuman ácido fólico. Es necesario que consulte a su médico, para que le sugiera la dosis adecuada