Antiadherente

Antiadherente
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Concepto:Que impide la adherencia a una sustancia o a un producto.

El antiadherente califica a aquello que evita la adherencia: la unión física de distintos elementos. Es habitual que el término se utilice con referencia a un producto o a una sustancia.

Propiedades

Los recubrimientos antiadherentes, como por ejemplo el teflón, se aplican a los productos de cocina y hogar para conseguir que no se peguen los alimentos y facilitar su posterior limpieza.

Debido a sus excelentes propiedades, este tipo de recubrimientos también pueden ser utilizados en otros sectores para mejorar la funcionalidad de muchos productos. Por ejemplo, pueden ser utilizados en el sector automoción, para mejorar la limpieza de los interiores, de los parabrisas o en filtros, para evitar la obturación y mejorar el rendimiento de diferentes equipos.

En todos los casos, el recubrimiento se debe de depositar sobre la superficie del material que se desea proteger.

Para conseguir el efecto antiadherente, estos recubrimientos actúan mediante mecanismos físicos y químicos, que afectan a 2 propiedades fundamentales de la adherencia: la energía superficial y las fuerzas de adhesión.

La energía superficial es la fuerza de atracción o repulsión que ejerce una superficie frente a otro producto. A mayor energía superficial, mayor fuerza de atracción tiene la superficie. Por el contrario, a menor energía superficial, menores serán las fuerzas de atracción. Por este motivo, un recubrimiento antiadherente busca reducir al máximo la energía superficial del material donde se deposita. De esta forma se consigue reducir las fuerzas de adhesión que hay entre los materiales.

Tipos de recubrimientos antiadherentes

Actualmente, existen diferentes opciones de recubrimientos antiadherentes en el mercado. Todas ellas presentan grandes propiedades, sin embargo, dependiendo de la aplicación final, puede ser más interesante seleccionar una u otra.

Antiadherentes basados en tetrafluoroetileno (PTFE)

El PTFE aporta las propiedades antiadherentes a este tipo de recubrimientos. Dentro de este grupo se encuentra el producto antiadherente más conocido del mercado, el Teflón, presente en las cocinas, productos de construcción, medicina, etc. Este tipo de recubrimientos son inertes y no suponen un riesgo de toxicidad, sin embargo, en el pasado se consideraron tóxicos por la presencia de ácido perfluooctánico (PFOA). Actualmente, este compuesto tóxico ya no se encuentra en su composición.

Probablemente, los recubrimientos basados en PTFE ofrezcan los mejores resultados hoy en día, sin embargo, hay que tener en cuenta su baja resistencia, ya que se deterioran con bastante facilidad bajo la acción de agentes externos como la temperatura, la abrasión o lo agentes químicos entre otros.

Para solucionar este problema, es posible reforzar los recubrimientos basados en PTFE con otros elementos, como por ejemplo el titanio, que aporta dureza y resistencia al recubrimiento.

Antiadherentes cerámicos sol-gel

En este caso, el recubrimiento se basa en la dispersión de partículas cerámicas en un medio líquido, en este caso gel. Una vez mezclados, la suspensión coloidal de partículas se puede aplicar sobre la superficie de un producto para dotarlo de propiedades antiadherentes.

Comparados con los recubrimientos basados en PTFE, los recubrimientos cerámicos son más duros y resisten mejor las elevadas temperaturas, sin embargo, sus propiedades antiadherentes pueden ser algo inferiores a las proporcionadas por los basados en PTFE.

Antiadherentes basados en siloxanos

Este tipo de antiadherentes se basan en conseguir el mismo principio de antiadherencia de las siliconas. Los siloxanos son compuestos orgánicos con propiedades antiadherentes que se pueden aplicar a la superficie de cualquier producto para dotarlo de dichas propiedades.

La principal ventaja que tienen estos recubrimientos basados en siloxanos es que se puede modificar los radicales para dotarles de diferentes propiedades antiadherentes. Dentro de estas propiedades destaca el ángulo de contacto y el ángulo de deslizamiento.

Incorporación del recubrimiento antiadherente a un material

Uno de los puntos más críticos a la hora de utilizar un recubrimiento en un producto o material es su aplicación. Esta etapa es clave, ya que se necesita lograr una correcta unión entre el recubrimiento y el producto final.

  1. Limpieza de la superficie. Al igual que con las pinturas, antes de aplicar un recubrimiento es indispensable que la superficie esté completamente limpia. En función del producto y el recubrimiento, se pueden utilizar diferentes agentes limpiadores.
  2. Activación de la superficie. En muchas ocasiones es recomendable realizar un proceso de activación de la superficie donde se va a depositar el recubrimiento. Esta activación hace que el recubrimiento se adhiera mejora a la superficie. Para llevara a cabo esta activación existen diferentes opciones (flameado, plasma, ozono, etc.).
  3. Aplicación del recubrimiento. La aplicación se puede realizar mediante Dip-coating o esprayado. Dependiendo de la industrialización y del tipo de producto se elige la opción más adecuada. Ambas opciones deben de ser perfectamente optimizadas para asegurar la correcta deposición del recubrimiento y espesor.
  4. Curado. Finalmente, muchos recubrimientos necesitan una etapa de curado. Esta etapa se debe de realizar correctamente para evitar la degradación del recubrimiento.

Características y funciones

Un recubrimiento antiadherente, como su propio nombre indica, es aquel que busca reducir la adherencia que hay entre la superficie de un material y los productos que se depositan sobre ella. Por ejemplo, en el caso de las sartenes, los recubrimientos que se depositan están pensados para reducir la adhesión entre los alimentos, o aceites, y el metal de la sartén.

En otras aplicaciones, lo recubrimientos buscarán reducir la adherencia con otros productos diferentes. A continuación, os mostramos un recubrimiento aplicado a una pieza de un túnel de pintura para reducir la adherencia con la pintura de dicho túnel y evitar así su posterior limpieza.

Para recipientes de cocina

Por lo general el concepto de antiadherente se emplea en el ámbito de la cocina. Recipientes como las ollas y las sartenes suelen ser antiadherentes para impedir que los alimentos se peguen a su superficie.

Materiales

Una de las sustancias antiadherentes más conocidas es el teflón. Así se denomina a un polímero que ofrece una gran resistencia a la corrosión y al calor.

Científicamente el teflón se denomina politetrafluoroetileno. Este compuesto químico se destaca por su impermeabilidad y por presentar un coeficiente de fricción o rozamiento muy bajo, lo que supone que ejerce una oposición mínima al deslizamiento de los cuerpos sobre su superficie.

Las sartenes antiadherentes suelen contar con una estructura de aluminio, a la cual se le aplica una cobertura a base de teflón. Luego se realiza un acabado con titanio, piedra u otra material a modo de refuerzo del teflón.

Es importante mencionar que, tiempo atrás, el teflón presentaba ácido perfluorooctanoico, sustancia calificada como posiblemente carcinógena por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Frente a esta realidad, el ácido perfluorooctanoico fue prohibido: de este modo, las sartenes antiadherentes que ahora llevan teflón ya no incluyen esa sustancia y, por lo tanto, son seguras.

Mantenimiento

Para mantener los recipientes antiadherentes en buenas condiciones lo ideal es usarlos con utensilios de silicona o madera para no rayarlos. En ningún caso se deben usar utensilios de metal, ya que si desgastamos la película antiadherente de los recipientes, no sólo pierden su principal atractivo sino que corremos el riesgo de que los residuos se mezclen con la comida.

Con respecto al lavado, se debe realizar a mano, con ayuda de una esponja muy suave, o bien con la parte trasera de una normal. Dada la naturaleza del material antiadherente, no es necesario «rascar» los restos de alimentos a la hora de limpiarlo, ya que salen con mucha facilidad. Además, se recomienda esperar a que se enfríe antes del lavado. Por el contrario, no es bueno colocar estos recipientes en el lavavajillas, ya que sus procesos suelen ser demasiado agresivos para éstos.

Se recomienda usar utensilios de madera o silicona para recipientes antiadherentes

La temperatura a la que se cocine en un recipiente antiadherente debería ser baja o media, pero nunca alta. Pasar por alto esta indicación puede deteriorarlo y, en el largo plazo, afectar negativamente nuestra salud. Después de todo, en una olla o sartén antiadherente no asamos los alimentos, sino que los cocemos para recetas en las que importe la combinación de sabores luego de cocciones lentas.

Fuentes